La meditación alarga la vida
Los ojos se cierran, los músculos se distienden, la respiración se ralentiza y adquiere un ritmo regular, la mente se calma, las preocupaciones desaparecen y nos invade una profunda sensación de paz y de autocontrol. No, no estamos dormidos, sino meditando. Para entrar a voluntad en tal estado de bienestar únicamente se requiere un poco de práctica y unos minutos al día. Con ello no sólo reposaremos nuestra mente, sino que revitalizaremos el cuerpo más que en cualquier clínica de rejuvenecimiento.
Más de 500 investigaciones científicas confirman que el ejercicio regular de la meditación consigue alargar la vida, mantener una buena salud cardiovascular, reducir los trastornos psicológicos y convertir a sus prac-ticantes en personas más felices.
Uno de los mayores expertos españoles en meditación, Ramiro Calle, nos comenta algunas de las evidencias sobre la meditación:
«Ralentiza la respiración, con lo cual nos calma y nos sosiega, hace más lento el pulso o latidos del corazón, tiene un efecto equilibrante sobre el sistema nervioso autónomo, ahorrándole a la persona el gasto de energía. Previene de esta manera -y eso está más que demostrado- el infarto de miocardio, la hemorragia cerebral, la embolia y todo tipo de trastornos cardiovasculares. En suma, es como un bálsamo para todas las funciones biológicas, ya que con ella se produce una dis-minución de la actividad del metabolismo y, por tanto, nos calma y serena».
Se ha comprobado que las personas que meditan con asiduidad retrasan su edad biológica una media de 12 años. Los resultados en energía, vitalidad, fuerza, apetito, claridad mental o estado de ánimo son apreciables incluso si se comienza a hacerlo a una edad madura. En un estudio publicado en la revista Psychosomatic Medicine se vio que quienes meditaban durante al menos 5 años necesitaban la mitad de la atención médica que el resto de la población, incluyendo un 87% menos de hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares, 55% por cáncer, 87% por trastornos del sistema nervioso y
73% menos por otras afecciones menores. Si los médicos prescribieran ejercicios de meditación, el gasto farmacéutico se reduciría de manera drástica. Tan sólo considerando los antihipertensivos más utilizados, el ahorro presupuestario podría ser superior al 75%, de acuerdo con un trabajo publicado en la revista American Journal of Managed Care. Pero los beneficios más apreciables tienen lugar en la mente. Actúa como una técnica psicológica, con la que una persona aprende a ser más flexible mentalmente, a que no le lleguen a afectar tanto los cambios, porque sabe cómo reaccionar ante situaciones nuevas, las que más capacidad tienen de es-tresarnos. Por eso sus beneficios son mayores que los de la relajación. Así lo han demostrado diversos estudios comparativos. En una revisión de un centenar de ellos, publicada en la revista Joumal of Clinical Psychology, se observó que la meditación produce el doble o el triple de reducción de estrés crónico que otras técnicas de relajación.
Como lograr mejoras físicas y psíquicas.
El pionero en analizar la meditación desde el punto de vista científico fue el profesor de Harvard Herbert Benson, quien, desde finales de los años 5O, ha logrado demostrar que aprender a relajarse a voluntad es de inestimable ayuda en pacientes con trastornos cardíacos, asma, diabetes, colesterol elevado, enfermedades de naturaleza Inmune, migrañas y dolor en general, entre otras. El doctor Benson ha publicado un sencillo método de nueve pasos para lograr mejoras físicas y psíquicas:
- Elige una palabra o frase corta en la que concentrarte que esté firmemente arraigada en tu sistema de creencias, desde un término teológico a palabras referidas a uno mismo o a la humanidad, aunque también sirve un mantra como oración, si prefieres utilizar el más habitual».
- Siéntate y quédate quieto en una posición confortable.
- Cierralos ojos.
- Relaja tus músculos.
- Respira lentamente y con naturalidad, y mientras lo haces, repite tu palabra o frase elegida o reza en silencio hacia ti mismo, a medida que exhalas.
- Asume una actitud pasiva. No te preocupes acerca de si lo estás haciendo bien. Si surgen pensamientos perturbadores, debes intentar ignorarlos no ocupándote de ellos. Suavemente, vuelve a la repetición.
- Continúa así entre 10 y 20 minutos.
- No te levantes inmediatamente. Sigue sentado, sin moverte, durante un minuto o así, permitiendo que otros pensamientos vuelvan.
Entonces, abre tus ojos y quédate sentado durante otro minuto antes de levantarte.
Practica esta técnica una o dos veces al día.
Técnica de relajación.
A continuación reproducimos una técnica de relajación, nos parece que es complementaria y se puede realizar previamente a los ejercicios de meditación.
- Siéntese o échese en algún lugar en el que no puedan molestarle durante al menos cinco minutos (5 ´). Recuerde desconectar los teléfonos y demás aparatos electrónicos. Póngase cómodo. Si se sienta, mantenga la espalda recta. Tanto si está sentado como si está echado, no debe cruzar los brazos ni las piernas. Si está sentado, apoya las manos con las palmas hacia abajo sobre su regazo. Debe mantener los ojos cerrados. Haga varias varías respiraciones completas, inspirando y expirando, desde la parte baja de su abdomen hasta la parte alta de sus pulmones, de una forma lenta y profunda sin forzar en nada, sin prisas, sintiendo cada aliento como una forma de caricia, hasta que se haga totalmente natural y espontánea esta forma de respiración.
- Visualice una esfera dorada, de una luminosidad hermosa y cálida, alrededor de sus pies. Es normal que no sea capaz de "ver" la esfera luminosa cuando la visualice. Simplemente sepa que está allí. La esfera de luz dorada y cálida siempre proporciona una paz y una relajación totales. Allí donde aparece la esfera dorada desaparece la tensión. Déjela marcharse y mientras se va sienta que sus pies se llenan de calidez, de un brillo dorado de paz y de una relajación total.
- Ahora deje que esta esfera luminosa ascienda por sus piernas y su torso. Luego, deje que descienda por sus brazos hasta los dedos de las manos y que finalmente ascienda por su cuello y se introduzca en su cabeza, hasta que se encuentre totalmente envuelto por el brillo dorado y cálido de la paz y la relajación totales y note que la tensión ha desaparecido . Si detecta tensión en cualquier punto, envíe allí la esfera luminosa, y toda la tensión se esfumará.
- Permanezca en este estado de relajación profunda durante unos momentos. Sepa que puede volver a este estado siempre que lo desee, realizando simplemente ésta técnica de relajación. Si tiene problemas para conciliar el sueño, intente poner en práctica esta técnica cuando su acueste por la noche, en lugar de sufrir o tomar pastillas peligrosas.
- Cuando esté listo para abandonar este estado de relajación total, haga tres inspiraciones profundas y sienta como con cada una se introduce en su cuerpo una vida y energía renovadas.