El yoga dinámico
El yoga dinámico, o Dynamic Yoga, es un método derivado del Hatha Yoga que reúne los principios y técnicas del Inegar (sistema enfocado en la seguridad y la sutiliza), el Viniyoga (suavidad y sensibilidad) y el Yoga Energético (concentración y internalización).
Sus movimientos se caracterizan por ser aeróbicos, fusionando posturas en series fluidas y asociando cada postura con la siguiente. Es importante durante la práctica de ejercicios de Dynamic Yoga, utilizar la respiración para trabajar la fuerza y la flexibilidad, así como para mantener la concentración mental.
El Dynamic Yoga está compuesto por cinco técnicas básicas, que tienen como objeto alcanzar la relajación física y mental necesaria para revitalizar los sistemas respiratorio, digestivo, circulatorio, endocrino, inmunológico y reproductor.
Estas técnicas son:
- Asana (alineación corporal correcta),
- vinyasa (sincronización de cuerpo y respiración),
- Bandha (energía),
- Pranayama (respiración) y
- Drusti (atención).
Éstos se corresponden con los cinco elementos: tierra con la postura; agua con el movimiento sincronizado con la respiración; fuego con el alineamiento energético interno de las bandhas; aire con la respiración; espacio/éter con la conciencia, el contexto general en el que practicamos hatha yoga.
Este tipo de Yoga está recomendado para los que buscan una actividad más fuerta y activa, que el yoga tradicional. El estilo de Yoga Dinámico puede ser descrito como juguetón, fluido, con un énfasis en el alineamiento y la precisión.
Concebido en base a la retroalimentación de miles de estudiantes, integra la precisión del método Iyengar, el dinamismo de Ashtanga Vinyasa Yoga y la premeditada sensibilidad de Vinniyoga. El método de Yoga dinámico presenta las 5 técnicas dentro del contexto de los 8 aspectos del Yoga Clásico.
Tiene como objetivo práctico una profunda auto-aceptación, la auto-aprobación y la auto-capacitación. Esto significa que actúa como espejo y nos revela lo que exactamente somos, a cada nivel de nuestro ser: físico, emocional, psicológico, social, cultural, espiritual. Podemos usar esta revelación para armonizar los diversos aspectos de nosotros mismos y vivir nuestras vidas a partir de la integridad de nuestro ser. El Yoga dinámico deja el campo abierto a la improvisación y a la creatividad.
En este método los movimientos y las posturas nacen de la respiración y se suceden, unos a otros, en forma orgánica. No hay nada realmente estructurado en la práctica. Es estar totalmente en el momento presente. Y al escuchar nuestro cuerpo, los movimientos comienzan a fluir casi sin pensar.
Las posturas imitan los movimientos de la naturaleza, siguen el ritmo de la respiración, el cuerpo se pliega y despliega usando la menor cantidad de energía posible. Lo que le da el dinamismo a esta forma de yoga son los movimientos secuenciales, que a medida que vamos progresando se tornan cada vez más improvisados, como en la danza moderna o quizá como el Tai-chi.
La respiración que usamos se llama Ujjayi. El aire pasa por la garganta produciendo un sonido característico que, se parece al que se escucha cuando ponemos una concha de mar en la oreja, o al que produce un bebé cuando duerme profundamente.
El equilibrio es la palabra clave en Yoga dinámico. Se trata de equilibrar lo que los chinos llaman Ying-Yang, del equilibrio de la fuerza vital que ellos llaman CHI, y que los japoneses llaman KI y los hindúes PRANA.
El Ying y el Yang son términos esenciales en la filosofía clásica taoísta. Representan las fuerzas dinámicas, interdependientes y frecuentemente opuestas en la naturaleza. Las energías Ying son negativas, femeninas, frías, pasivas, oscuras. Las energías Yang son positivas, masculinas, calientes, activas y luminosas. Para gozar de óptima salud, ambas energías deben estar debidamente equilibradas para que el prana, la energía vital, que es invisible, corra sin bloqueos e interrupciones por los canales sutiles llamados Nadis por los hindúes y meridianos por los chinos. Cuando el prana no circula en forma libre o está en desequilibrio, nos enfermamos.
El Yoga dinámico fue creado teniendo en cuenta estos conceptos en mente, pues la primera y última parte de la práctica (activación gradual del cuerpo y enfriamiento) son netamente Ying; la parte central de la práctica es Yang. Persiguen equilibrar y hacer circular libremente las energías vitales; también en su aspecto Ying estimulan y relajan lenta y gradualmente los tejidos conectivos, es decir los tendones, ligamentos y la fascia muscular de nuestro cuerpo; en su aspecto Yang, la estimulación y activación de los músculos es rápida. En Dynamic Yoga se trabaja desde el centro hacia la periferia (Ying) y desde la periferia hacia el centro (Yang). De esta forma tratamos de conseguir el equilibrio.
Desde el punto de vista superficial el Yoga Dinámico es una excelente forma de ejercicio; desarrolla la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y la vitalidad. Como resultado de la utilización cuidadosa y precisa del cuerpo en las posturas, las lesiones por sobreestiramiento son raras. El yoga Dinámico favorece la resistencia cardiovascular gracias a la continuidad de acción, y la resistencia muscular mediante el sostenimiento de la acción de los músculos mientras se mantienen las posturas. El alargamiento, y la ausencia de contracción, hace que se desarrolle una fuerza profunda con mucho menor masa muscular. El uso de los músculos, más que hipertrofiar las fibras musculares, incrementa su eficacia; de manera que el cuerpo se tonifica sin hacerse mas voluminoso.
El Yoga dinámico puede considerarse y utilizarse como un trampolín seguro y eficaz para alcanzar la práctica tradicional de Ashtanga Vinyasa. Se debe a que aclara cada uno de los aspectos técnicos del Hatha Yoga y los integra a la manera clásica, pero en formato modificado. Puede usarse también como modo de unificar los métodos de enseñanza del Yoga de Iyengar, el Vinniyoga y el Yoga energético.