Terapias Orientales
Las terapias orientales se definen como el conjunto de prácticas de medicina alternativa que provienen de Oriente, sobretodo de China, Japón, Tailandia y la India que tienen cientos de años de uso en sus países de origen. Así, son un conjunto de técnicas que han demostrado a lo largo del tiempo que permiten tener una mejor calidad de vida e incluso eliminar afecciones omnipresentes en nuestra sociedad, como pueda ser el estrés. Hoy en día estas terapias se han modernizado para adaptarse a las necesidades actuales, sin perder por ello sus fundamentos ya contrastados.
El equilibrio de la energía es un pilar básico en todas las prácticas que se engloban en lo que se conoce como terapias orientales. Durante cientos, e incluso miles de años, las distintas terapias orientales se han servido de esta premisa para, con distintas técnicas, restaurar ese equilibrio energético. Lo que se hace en las terapias orientales es buscar un equilibrio para que el cuerpo resuelva el problema.
La filosofía oriental siempre se ha interesado en descubrir cual es nuestro papel en el universo y ha intentado entender las leyes del macrocosmos para poder integrarnos mejor en él y poder gozar de una vida que integre y respete dichas leyes. Las terapias orientales intentan equilibrar la vitalidad y la salud mediante la aplicación de este conocimiento, empleando su forma de entender el universo a la medicina. Por esto es importante tener un conocimiento básico de su filosofía para poder entender mejor las diferentes formas de medicina oriental.
El principio fundamental de las terapias orientales es el chi. El chi o prana en la medicina hindú es el nombre que recibe la energía vital y su distribución y flujo, determinan los estados de salud y enfermedad. Esta energía vital, fluye a través de una serie de canales inscritos en la superficie del cuerpo y llamados meridianos, en los cuales se detectan puntos sensibles con funciones particulares desde los cuales y con métodos como la punción con agujas (acupuntura), el calentamiento con moxas (moxibustión), el masaje y los ejercicios terapéuticos (chi-kung, tai-chi), se pueden ejercer acciones terapéuticas y reguladoras.
Las Terapias Orientales concibe la energía como origen de todas las cosas y sus primeras condensaciones se observan en los cinco elementos de la naturaleza: el fuego, el aire (metal), el agua, la madera y la tierra. Estos elementos o movimientos de la energía se generan y destruyen alternativamente creando un flujo y equilibrio dinámico que se manifiesta como un estado de salud o enfermedad particular. Los órganos y las vísceras del ser humano, no solo están relacionadas con cada uno de los meridianos sino también, con cada uno de los cinco elementos o movimientos de la energía. La comprensión de las leyes que gobiernan ese flujo energético, permiten la comprensión del síntoma que presenta el paciente y de su enfermedad para un adecuado tratamiento.
La medicina ayurvédica describe también, una serie de canales sutiles por los que circula la energía llamados nadis. Estos canales se encuentran en puntos de alto tráfico energético que funcionan como centrales de control y distribución de la energía llamados chakras (rueda) y que se localizan en la línea media del cuerpo, cuatro de ellos detrás de la columna vertebral, uno en la coronilla, otro en la base de la columna, en el perineo y otro, en el entrecejo. Cada uno de ellos tiene funciones particulares y sus desequilibrios se manifiestan como enfermedades manejables desde las técnicas del ayurveda.
Tanto la Medicina tradicional China como el ayurveda, utilizan la palpación de doce pulsos principales para establecer diagnósticos energéticos en el organismo. Estos pulsos se palpan colocando los dedos índice, medio y anular del terapeuta sobre la arteria radial del paciente, en cada mano (en el mismo lugar en el que normalmente evalúa el pulso la medicina occidental ortodoxa) y de manera superficial y profunda. Mientras que en la Medicina tradicional China, están en relación con el estado de los doce meridianos principales y por ende, con los cinco elementos o movimientos de la energía, en el ayurveda, están en relación con las tres doshas y sus relaciones energéticas.
Las terapias orientales actúan estimulando o sedando puntos estratégicos en los caminos o vías internas que tiene la energía en nuestro cuerpo y así puede redistribuir el caudal energético, aumentándolo en el lugar que falta o disminuyéndolo. Estos Meridianos por los que circula la energía, están estrechamente ligados a los órganos internos: corazón, hígado, riñones, etc. Ejerce una gran influencia sobre todo nuestro organismo.
Para la medicina tradicional china el ser humano no es algo aislado de lo que le rodea, sino que forma parte del cosmos, así como forma una pieza mecánica parte de un motor completo que funciona, el hombre está sometido a todos los cambios del universo.
Otro de los conceptos básicos en las terapias orientales es el conocimiento del Yin y el Yang. El yin y el yang son básicos para explicar todos los cambios y fenómenos naturales, tanto dentro del cuerpo como fuera de él, representan la dualidad y relatividad de todo, nada es absoluto. Sin estas dos fuerzas no sería posible el movimiento y la vida misma. Yang es lo masculino, lo activo, el fuego, lo luminoso, lo brillante, lo ligero, el sur, lo caliente, el día, tiende a subir hacia arriba, lo exterior, el polo positivo. Yin es lo frío, el agua, la tierra, lo femenino, lo oscuro, lo pasivo, lo pesado, el norte, la noche, tiende a bajar hacia abajo, lo interior, el polo negativo. Sin el yin no puede haber yang, sin el yang no puede haber yin, para que haya día tiene que haber noche, y al revés.
Nunca son absolutos, un exceso de yin se transforma en yang, por ejemplo la nieve (yin) puede llegar a quemar (yang). Están sometidos a las leyes del crecimiento y decrecimiento, cuando llegan a su punto máximo comienzan a decrecer poco a poco porque nada en la naturaleza da saltos, por ejemplo, cuando amanece cesa poco a poco el yin y aumenta poco a poco el yang. Tal vez para nosotros es difícil entender la forma de ver el cuerpo y la enfermedad que tienen nuestros hermanos del oriente, pero si nos atrevemos a decir que sin duda su aceptación y popularidad al otro lado del mundo se debe a su efectividad, la forma de tratar al paciente y por tener una visión integral del cuerpo.
Algunas de las terapias orientales más importantes son:
- Medicina Tradicional China
- Fitoterapia China
- Auriculoterapia
- Auriculoterapia Avanzado
- Moxibustión
- Cráneo Acupuntura
- Acupuntura abdominal “Tortuga Celestial”
- Electroacupuntura en la práctica clínica
- Tuina (Masaje Chino)
- Qigong (Chikung) Gimnasia China
- Electrolipolisis
- Shiatsu Keiraku
- Shiatsu Sotai
- Kembiki
- Masaje Tailandés
- Masaje Yóguico Tailandés
- Reiki
- Shiatsu
Para comprender la medicina oriental tenemos que acercarnos a ella de una manera abierta y humilde. De esta manera podremos ir poco a poco experimentado los diferentes conceptos y métodos para, a través de la experimentación, integrarlos en nuestro trabajo terapéutico y personal. El estudio de la medicina oriental es un viaje a través de miles de años de observación y experimentación que nos conduce a una mejor compresión de la naturaleza humana y del mundo que nos rodea y nos proporciona una herramienta para actuar con compasión sobre el sufrimiento y la enfermedad.