La terapia de movimiento ritmico
Cuando el bebe nace posee unos reflejos que le permiten sobrevivir. Son unos movimientos automáticos dirigidos desde el tronco encefálico, la parte más primitiva de nuestro cerebro y no hay implicación cortical, esto es no están controlados de forma voluntaria.
Algunos de estos reflejos surgen en el periodo prenatal, así el bebe puede chuparse el dedo o dar patadas y cuando está en el canal del parto sus reflejos le ayudan a colocarse, girarse y descender por el mismo. Cuando nace puede amamantarse y poco a poco sus reflejos primitivos irán dando paso a los reflejos posturales.
Cada vez que un reflejo primitivo se integra hay una habilidad física que se consigue. Por ejemplo el Reflejo tónico asimétrico del cuello relaciona el movimiento de la cabeza con el del brazo del mismo lado. Cada vez que se gira la cabeza a un lado, el brazo del mismo lado se estira. Esto es muy beneficioso si el recién nacido esta tumbado boca abajo pues el brazo del lado hacia donde tenga girada la cabeza permanecerá estirado, pero si de mayor esto sigue cada vez que gire su cabeza el brazo tiende a estirarse involuntariamente. Por ejemplo, si vamos conduciendo y giramos la cabeza a nuestra izq. para ver algo, el brazo tenderá a estirarse por lo que el coche se nos ira hacia la izq.
Si los reflejos primitivos no se integran y permanecen activos hay alguna habilidad física que no hemos conseguido. Os doy otro ejemplo: cuando un bebe está mamando mueve sus manos, si este reflejo no se integra el día de mañana cuando haga algo con sus manos moverá su boca. Todos hemos visto a alguien que es incapaz de escribir o recortar sin hacer movimientos con la boca.
Harald Blomberg, médico sueco, es el creador de esta terapia de movimientos rítmicos que está demostrando ser un gran éxito especialmente en casos de TDA-H (trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad), también esquizofrenia, parálisis cerebral y otros trastornos.
Es una terapia fácil de llevar a cabo y habitualmente resulta agradable para la mayoría de los pacientes. Se trata de la realización repetitiva de movimientos rítmicos que implican todo el cuerpo. Se llevan a cabo sobre el suelo y se basan principalmente en la imitación de los movimientos propios realizados por los bebés de forma natural durante su crecimiento y desarrollo.
Bastarán de 10 a 15 minutos diarios para comenzar a notar los beneficios en pocas semanas. Sin embargo, reconstruir el cerebro de esta manera lleva tiempo por lo que la terapia deberá llevarse a cabo de forma contínua y diaria durante normalmente un año para resolver los problemas de atención y las dificultades de aprendizaje.
Estos movimientos suponen una insistente estimulación de varios sentidos y órganos del cuerpo. Esta estimulación hace que madure el sistema nervioso, al igual que madura y se desarrolla el cerebro del bebé que los realiza de manera espontánea. Esto consigue que la atención y la concentración aumenten y la impulsividad y la hiperactividad disminuyan. También logran un mejor tono muscular, junto con una mejoría en la postura, la respiración y la resistencia. Todo esto, a su vez, influye positivamente en la capacidad de atención.
Los ejercicios de la terapia de movimiento ritmico son sencillos pero muy eficaces.
Los podemos hacer de forma pasiva, es decir otra persona nos los hace. A veces, al principio y sobretodo cuando hay algun problema, es muy dificil realizar estos ejercicios solo y de una forma ritmica por eso debemos enseñar al cuerpo y dejarle que sienta y aprenda los movimientos.
También se pueden hacer de forma activa, es decir sin ayuda. Muchas veces esto es un objetivo a conseguir y se consigue!!!
Tan importante es hacerlos bien como de una forma ritmica. Si al principio no salen bien no pasa nada, hay que seguir trabajando. Si bien es cierto que en la medida que hagamos los ejercicios de una forma mas correcta, los resultados seran mejores.
No importa la edad para realizar la terapia de movimientos rítmicos, ya que está diseñada para estimular el desarrollo e integración del sistema nervioso, muscular y óseo. Todos tenemos reflejos que probablemente no estén integrados, provocando compensaciones corporales que interfieren con la ejecución de cualquier actividad. Es decir, que puedes realizar muchas actividades cotidianas pero sin la destreza que deseas o la precisión que necesitas. Justamente, hacemos movimientos rítmicos para integrar los reflejos primitivos y optimizar nuestras destrezas.