La técnica Alexander
La técnica Alexander es una forma práctica y sencilla de cambiar hábitos que nos puedan resultar dañinos, redescubriéndonos, más libres, vitales y en balance con nosotros mismos. Los principio de la técnica Alexander ayudan a desarrollar una postura natural correcta y a estar conciente de nuestro cuerpo.
Fundamentos de la Técnica Alexander
El trabajo se basa en detectar exactamente que es lo que nosotros estamos "haciendo de más" para empezar el proceso de "dejar de hacerlo". (Por ejemplo: En el caso de dolor de espalda, cervicales o afonía, se observa detenidamente dónde se producen las tensiones que originan la disfunción (muchas veces las sobretensiones no se dan solamente en un lugar concreto, (en este caso en el cuello, lengua o labios) sino que también se producen en todo el resto del cuerpo). Se hace descubrir al alumno cómo él interviene en la disfunción (se le hace consciente de ello) y, poco a poco, se inicia el proceso de "dejar de hacer" esas tensiones excesivas que interfieren en el mecanismo del habla para que paulatinamente ésta se vaya normalizando.
La Técnica Alexander fue incluida como tratamiento en la seguridad social Inglesa (NHS) en 1996 y numerosas compañías de seguros del Reino Unido la han aceptado como tratamiento contra el dolor.
Beneficios de la Técnica Alexander
La técnica Alexander ayuda a mejora la postura y a aliviar los problemas de la espalda. Ha sido usada por mas o menos un siglo. Es una técnica sencilla que usa la habilidad de concentrarse para controlar los movimientos
Puede ser de ayuda en infinidad de facetas, pero mucha gente acude a un profesor de técnica Alexander por problemas físicos: Dolor de espalda, cervicales, escoliosis, tartamudez, afonía o desordenes en la respiración, sólo por nombrar unos pocos; pero otras personas acuden por simple curiosidad, para descubrir algo de ellos mismos en un deseo de desarrollo personal. Otros ejemplos son :
- -Dolores de columna vertebral
- -Dolores articulares
- -Jaquecas
- -Migrañas
Origen e Historia de la Técnica Alexander
Frederik Matthias Alexander nace en Tasmania, Australia, el 20 de enero de 1869. A los 19 años se forja un nombre como recitador de Shakespeare. En su momento de mayor éxito, una ronquera crónica, que se va agudizando cada vez más, no le permite terminar sus funciones. Emprende una larga travesía, sin resultado, por médicos y foníatras. Deduciendo que era algo que realizaba en el escenario lo que provocaba su problema en la voz, comienza un intenso trabajo de observación sobre sus conductas al recitar.
Con la ayuda de un espejo, en una búsqueda minuciosa de sus hábitos, observa que antes incluso de hablar tiraba su cabeza hacia atrás, provocando que la musculatura del cuello se tensionara innecesariamente, que la garganta se deprimiera y que su pecho se contrajera. Además, siguiendo las técnicas de actuación de la época, sus pies se aferraban como garras al piso, ocasionando en sus piernas una enorme rigidez muscular
La Técnica Alexander es
- El arte de hacer un buen uso de uno mismo. Saber usarse da seguridad y te permite disfrutar de todas las actividades que, por su complejidad, requieren tensión como tocar un instrumento, interpretar en escena, bailar, andar, pasar la aspiradora, sentarse, vivir...
- Un método sencillo de educación corporal cuyo objetivo es encontrar el equilibrio y la libertad natural del cuerpo para aprender a movernos con más facilidad; y que, una vez aprendido, no se olvida.
- Una manera de entender cómo está diseñado el cuerpo para dejarle funcionar como él sabe...
- Una reeducación para establecer una buena coordinación entre cuerpo y mente.
- Un proceso de aprendizaje lento, pero seguro, que nos ayuda a reconocer nuestros hábitos y a dejar de interferir con la inteligencia innata de nuestro cuerpo.
- Una manera de aprender a interactuar con el “otro” sin perderse a uno mismo; aprender a estar más presente y consciente en el espacio donde estamos y compartimos con los demás.
- ¡Un viaje, una experiencia, una sorpresa!
La Técnica Alexander No es
- No es un programa de ejercicios, como los que puedes aprender en una clase de yoga, Pilates, o en el gimnasio. La Técnica Alexander te enseña a tomar conciencia de cómo te mueves y a elegir en cada momento cómo quieres moverte, de manera que no se conviertan en movimientos automáticos.
- No es un tratamiento como la acupuntura, o la quiropráctica, o los diferentes tipos de masajes. La gran diferencia es que no nos cualificamos como terapeutas, sino como profesores. Y aquellos que asisten a las clases son alumnos y no pacientes. Es una educación, o mejor dicho, una reeducación, porque los alumnos aprenden activamente a aplicar la técnica a su vida diaria una vez desaprendido los malos hábitos y aprendido los nuevos.
Prevenir antes que curar
El objetivo de esta técnica es enseñar a hacer un buen uso de uno mismo, para poder así prevenir el dolor o la enfermedad; y dotarnos de autonomía para llegar a ser responsables de nuestros malestares. Ser conscientes de nuestros hábitos es el primer paso para el cambio hacia el bienestar. Sin embargo, la mayoría de nosotros (sobretodo en España) no hemos sido educados para prevenir, sino para curar.
Si has llegado a la técnica porque padeces de algún dolor, indica entre las siguientes opciones cual es tu caso:
- dolores de espalda: cervicales, ciática, lumbago,…
- codo de tenista
- hernias discales
- problemas circulación
- asma
- migrañas
- problemas digestivos
- tartamudez
- ansiedad
- insomnio
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