El Masaje perióstico Vogler-Kraus
El masaje perióstico fue puesto a punto por el médico alemán Vogler (Universidad de Humboldt y de Berlín) tras 28 años de trabajo, en 1953 y 1964.
También llamado "Fricción perióstica de Vogler-Kraus", es una técnica de masaje reflexógeno caracterizado por el trabajo directo que se realiza sobre los puntos "de máxima" del periostio, como consecuencia de lo cual se genera una reacción específica.
Se ha querido asimilar a la técnica de Kohlrausch, si bien son técnicas similares reflexógenas parejas, la de Vogler es exclusiva: no utiliza técnicas ni principios, como la Kohlrausch, mezclados. Aunque hay que reconocer que este últimos utiliza entre otras cosas el masaje reflejo perióstico como parte de la técnica. En el Vogler; sin embargo, no se utiliza el trabajo inicial de la "construcción de base" ni el reposo posterior a la sesión de masaje.
No se utiliza (no es de gran eficacia) como técnica inmediata para analgesia-relajación y sedación del dolor, ya que en ocasiones los puntos tratados no son los "puntos de máxima", no obligatoriamente dolorosos. Ni surgen estos puntos inmediatamente después del traumatismo, sino que suelen aparecer más tardíamente, de ahí su indicación en la fase de secuelas trauméticas.
Bases de la técnica.
Está basado en una observación: "la proyección del reflejo doloroso al periostio en los procesos álgicos músculo-tendinosos, acaecidos en/por una lesión vecina. En ciertos puntos próximos a la lesión, el periostio es mucho más sensible al dolor y más álgico que la región o zona de la propia lesión.
Actúa a dos niveles:
- Directamente sobre el periostio
- De forma refleja (de ahí su denominación y clasificación de reflejo de Vogler) sobre el S.N.Autónomo y Cerebro-espinal de la metámera correspondiente.
Utilizado inicialmente en el sde. de Südeck, hoy su campo de aplicación en el tratamiento de secuelas lesionales del aparato locomotor es mucho más amplio.
La localización de los puntos, ideal y propicia, es en las zonas periarticulares de los miembros, donde el periostio se halla más superficial.
Técnica de aplicación.
Es fundamental localizar la zona perióstica de proyección dolorosa. Se comienza presionando esta zona hiperálgica o refleja, que son los puntos de máxima (reacción álgica). Esta presión se ejercita de forma progresivamente intensa hasta sentir el hueso. Las presiones serán: rítmicas, lentas, enérgicas y progresivas hasta llegar al máximo tolerable, soltando a continuación lentamente hasta alcanzar un simple contacto.
A las presiones se acompaña un movimiento circular que debe ser muy lento, corto y casi imperceptible. Se ejecutan con el dedo medio o con el pulgar, también con el nudillo interfalángico proximal (artic. interfalángica proximal) del segundo o tercer dedo.
Cada punto "de máxima" debe ser tratado por espacio de 2 a 5 minutos.
El dedo nunca debe resbalar sobre la piel (igual que en el masaje de Cyriax), sino que al profundizarva reparando o apartando los tejidos hasta llegar al periostio.
Efecto.
A su efecto analgésico, sedante, descontracturante de la musculatura vecina, se suma rápidamente la mejoría funcional que se suele observar entrela segunda y la cuarta sesión.
Indicaciones.
- En secuelas dolorosas postraumáticas del aparato locomotor.
- Contusiones y esguinces.
- Algodistrofia de Südeck
- Procesos álgicos e inflamatorios articulares y periarticulares
- Adherencias
Precauciones.
Vogler y seguidores reconocen que en ocasiones su aplicación puede ser molesta, desagradable o incluso dolorosa. Si el punto a tratar reacciona violentamente, se recomienda reiniciar las maniobras con un acercamiento progresivo al mismo. Otra medida aconsejable es alternar varios puntos, con objeto de ir atenuando el dolor paulatinamente, en vez de tratar persistentemente uno muy doloroso.
Otras precauciones recomiendan no efectuar las digitipresiones sobre troncos nerviosos, a fin de no agudizar el dolor de tipo neurálgico y evitar los grandes troncos venosos y arteriales.