Masaje ayurvédico
Este tipo de masaje tiene como objetivo el restablecimiento del equilibrio tanto físico como psíquico. Proviene de la Ayurveda, medicina tradicional india, que tiene en cuenta la individualidad de cada persona, en base a su constitución vata, pitta o kapha. El propósito de la terapia ayurvédica, incluido sus diferentes tipos de masajes es conseguir el rejuvecimiento, la longevidad, el cuerpo en sus mejores condiciones físicas para la autorrealización.
El ayurveda concibe la salud y la enfermedad en términos integrales. Tomando en consideración la relación inherente entre espíritu individual y cósmico y entre energía y materia. Según esta medicina, el cuerpo está atravesado por un “soplo vital” llamado Prâna. Cuando este flujo energético se perturba, principalmente debido al estrés o una mala calidad de vida, el organismo sufre numerosas disfunciones como dolores de cabeza, digestivos, dolores, malestar general etc.
De hecho, las consultas por estrés y depresión aumentan año a año en nuestro país. Se estima que algo más de un 10% de los chilenos sufre estrés laboral, y todo indica que esta tendencia seguirá creciendo.
El masaje ayurvédico utiliza un sistema de aplicar hierbas y aceites según la teoría de los cinco elementos y los tres doshas, vata, pitta y kapha para equilibrar los elementos internos del cuerpo. Este masaje se realiza con movimientos profundos y vigorosos que estimulan a la vez la energía oculta de kundalini que yace inactivo en el sacro y ayuda a abrir las capas más profundas de la mente. Es una técnica de masaje profundo que une movimientos fuertes en la masa muscular con acciones de tracción y estiramiento, además de estimular los puntos y órganos vitales.
Para este tipo de masaje se emplean aceites naturales especiales, cercanos a la temperatura ambiente, y que son escogidos para cada persona según sus características psicofísicas. Con esta práctica el ayurveda hace aflorar las emociones contenidas, que han estado presentes como toxinas en el tejido conjuntivo, salen a la superficie y se sueltan tras recibir este masaje. El masaje ayurvédico es individualizado y adaptado a la constitución del paciente y a sus desequilibrios. Y es que si el masaje no está equilibrado y es inadecuado, puede agravar los "doshas" (fuerzas vitales principales del cuerpo) y provocar desequilibrios físicos y emocionales. El masaje ayurvédico también es una herramienta muy poderosa para reducir el estrés, porque reabre los canales bloqueados de la energía y equilibra la psicofisiología, ya que trabaja los principales centros de presión llamados marmas.
Hay un total 107 canales todo el cuerpo y están interconectados con las uniones o puntos de los cinco principios orgánicos (músculos, vasos, ligamentos, huesos y articulaciones). Estas uniones constituyen el asiento de la energía o prana. el masaje ayurvedico funciona en distintos niveles para reducir el estrés, mejorar la función inmunológica y revitalizar el cuerpo. Primero, el masaje relaja, tonifica los músculos y estimula las glándulas de la dermis para que produzcan hormonas, entre ellas la serotonina, la cual calma la mente y las emociones. También promueve el drenaje del sistema linfático, el cual funciona como filtro para el plasma sanguíneo y desempeña un papel preponderante en la inmunidad.
El líquido linfático suministra nutrientes a las células y recoge los desechos celulares y las partículas extrañas. Al pasar por los ganglios se lavan los desechos y el plasma purificado se devuelve a través del corazón de regreso al torrente sanguíneo. Sin embrago, a diferencia del sistema sanguíneo, el cual se mantiene en circulación constante gracias a la acción de bombeo del corazón, el sistema linfático no cuenta con un mecanismo impulsor propio. El flujo linfático depende de las contracciones musculares para bombear su red de vasos. Cuando los músculos están inactivos, el líquido sin filtrar se estanca en los vasos y ganglios, debilitando la línea de defensa del cuerpo contra las enfermedades. El masaje es vital para la salud porque trabaja los músculos y drena los ganglios linfáticos. Es la única manera que tenemos la mayoría de los que vivimos en este mundo de trabajo sedentario, aparte del ejercicio físico, para mantener el flujo adecuado del sistema linfático.
En el masaje ayurvédico se usa, generalmente, el aceite de sésamo que mejora la textura de la piel, el lustre y la vitalidad. El sésamo contiene muchos nutrientes, incluidos el hierro, calcio, fósforo, magnesio y otros minerales. Contiene una encima especial que nutre muy bien el cerebro, razón por la cual se aplica en la cabeza y el pelo. Mejora la circulación, fortalece el sistema nervioso, posee propiedades calmantes y fortalecedoras. La aplicación del aceite sobre el cuerpo sensibiliza el sentido del tacto y intensifica el proceso de purificación, aliviando y expulsando los doshas alterados, aflojando las toxinas acumuladas, incrementando los dhatus agni y el Ojas, al mismo tiempo que nutre la piel y relaja la mente.
El aceite aplicado sobre la piel es considerado según el ayurveda un alimento, pues se absorbe a través de los capilares de la piel y pasa al torrente sanguíneo circulando por el cuerpo. Por esto se dice que lo que nos ponemos sobre la piel nos lo podríamos poder comer. Hoy en día podemos ampliar la lista de aceites base para cada dosha o alteración de dosha, y podemos usar otros aceites de una gran calidad, pues los frutos o semillas son sembrados en nuestro clima. Para el vata se usaría aceite sésamo, oliva, almendra, ricino, ghee.
Para el Pitta: almendra, girasol, coco, oliva, ghee y para el Kapha: almendra, maíz. Estos aceites se pueden mezclar con muchas plantas según el uso que le queramos dar. Es importante conseguir un buen aceite base, pues aunque los aceites base no se evaporan, si su extracción es incorrecta son fácilmente alterables y se llegan a destruir sus cualidades. Por ello antes de adquirirlo debemos elegirlo con precaución y cuidado, teniendo en cuenta que el aceite será absorbido por nuestra piel.