La termoterapia
La termoterapia es una disciplina que se engloba dentro de la fisioterapia, y se define como el arte y la ciencia del tratamiento mediante el calor de enfermedades y lesiones.
El calor terapéutico puede ser aplicado por radiación, conducción o convección utilizando para ello diversos métodos, desde radiación infraroja hasta aplicaciones de parafina y puede ser aplicado a nivel superficial o a niveles de tejidos profundos (véase también electroterapia de alta frecuencia).
La termoterapia es una valiosa herramienta terapéutica en numerosos procesos traumatológicos y reumáticos, siendo uno de sus efectos principales inmediatos, el alivio del dolor.
La mayor parte de materiales empleados en termoterapia tienen como mecanismo principal la cesión de calor. Estos medios pueden ser sólidos (arena, envolturas secas, almohadillas y mantas eléctricas, objetos metálicos calientes, bolsas de agua caliente, etc.) y semilíquidos (peloides, parafina, parafangos).
Métodos de la termoterapia
El calor puede ser transmitido a través de diversos mecanismos. Los más usuales son:
· Los peloides: Son productos formados por una mezcla de agua mineral, agua del mar o agua de lago salado con sustancias orgánicas o inorgánicas resultantes de procesos biológicos y geológicos. Entre los peloides está el lodo, los limos, las turbas y las biogleas.
· Envolturas secas: Se aplican directamente sobre la piel y el tiempo de duración puede ser largo.
· Termóferos: Cuerpos sólidos que previamente calentados se utilizan con fines terapéuticos como por ejemplo las bolsas de agua, ladrillos.
· Parafangos: Es la mezcla de parafina con peloides de tipo fango, de origen volcánico, su punto de fusión es muy alto y es necesario enfriarlos un poco antes de aplicarlos.
Sus beneficios
Los efectos de una sesión de termoterapia son muy variados. Tiene una acción antinflamatoria, por lo que puede ser usada en inflamaciones excepto cuando están en fase aguda. Además, el efecto analgésico se obtiene a pocos minutos de iniciar la sesión.
Tiene además acción antiespasmódica: actúa sobre contracturas tanto musculares, como esqueléticas o de vísceras. También tiene un efecto revulsivo, pues si se aplica de manera intensa local puede producir un aumento de la circulación sanguínea.
Mencionamos también su efecto cauterizante, pues el calor aplicado en una zona limitada y con una intensidad muy superior a la tolerancia cutánea, produce la destrucción de los tejidos por quemadura.
Efectos del calor sobre el organismo
- Aumento de vascularización (hiperemia): Hay un mayor flujo de sangre.
- Disminución de la tensión arterial por la vasodilatación.
- Aumento de las defensas en todo el organismo.
- Disminución de la inflamación en inflamaciones subagudas y crónicas.
- Efecto analgésico, ya que rompe el círculo vicioso de dolor -> contractura -> dolor.
- Aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea).
- Actúa también sobre el aparato digestivo como laxante, ya que aumenta el peristaltismo.
- Fluidifica las mucosidades.
Indicaciones
- Dolores reumáticos subagudos y crónicos.
- Cólicos viscerales, como los nefríticos.
- Para aumentar la eliminación de toxinas por ácido úrico (en hiperuricemia) aumentando la eliminación de orina.
Contraindicaciones
- Inflamaciones agudas.
- En caso de cardiopatías descompensadas.
- En alteraciones de la tensión arterial.
- En anestesia o alteración de la sensibilidad cutánea (riesgo de quemaduras)
- Procesos agudos musculoesqueléticos
- Cavidades cerradas
- Miositis osificante
- Área cardiaca
- Áreas de insuficiencia vascular
- Zonas tumorales
- Platillos de crecimiento
- Útero grávido
- Cardiopatías
- Pacientes anticoagulados
- Procesos infecciosos
- Neoplasias
- Glaucoma
- Hipotensión grave
- Hemorragia activa
- Insuficiencia hepática
- Inflamación aguda
- Problemas renales
- Trastornos dérmicos activos (hongos por ejemplo)
- Colagenopatias activas
- Alteraciones de la sensibilidad
Aplicaciones
- Por medio de sólidos, líquidos, semilíquidos y gases.
- Sólidos: Bolsa de agua, manta eléctrica, arena... La tolerancia cutánea es el límite de calor, que suele ser alrededor de los 50ºC.
- Líquidos: Como el agua (hidroterapia). Las hay de diferentes mineralizaciones (balnearias para procesos reumáticos, elasticidad de la piel...), las aguas cloradas son buenas para la piel y reumatismos; las sulfuradas para la elasticidad de ligamentos y tendones.
- Semilíquidos: Como los baños y fangos o la parafina.
- Gases: Aire, vapor de agua... Baños generales de todo el cuerpo que suelen ser colectivos (ejemplo: el baño turco).