La Sofrología
La Sofrología consiste en una serie de técnicas de relajación, ejercicios respiratorios, movimientos corporales y estrategias de activación mental que tienen como fin el conocimiento de uno mismo y el desarrollo de la consciencia. Esta disciplina fue creada en la década de los años 60 del siglo pasado por el neuropsiquiatra de origen colombiano Alfonso Caycedo Lozano. La sofrología (del griego: sano de mente) parte de la idea de que el ser humano puede estar en el mundo de tres maneras conscientes: la normal, la patológica y la extraordinaria o sofrológica.
Todos podemos entrar en cada uno de esos estados de conciencia y pasar de uno a otro de manera voluntaria o accidental. Además, dentro de esos tres estados se encuentran la vigilia y el sueño, que le darán una dimensión diferente. Existe además un tercer nivel, a caballo entre los dos y denominado sofroliminal, que es el que pretende ser el motivo de esta ciencia de relajación.
La Sofrología es una disciplina científica que tiene como objetivos:
El estudio de la consciencia humana. Además de estudiar la consciencia humana desde el punto de vista teórico, la sofrología ofrece una metodología para que el individuo conozca de forma vivencial su propia consciencia.
La aplicación de las técnicas sofrológicas a nivel terapéutico. Los profesionales de las ciencias de la salud (médicos, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, odontólogos, etc.) utilizan las técnicas sofrológicas de forma única o complementaria a su terapia con el fin de que el paciente las incorpore dentro de su propio tratamiento (ver aplicaciones en terapia).
La aplicación de las técnicas sofrológicas a nivel a nivel pedagógico. La metodología sofrológica se aplica para reforzar capacidades intelectuales tales como la atención, concentración, aprendizaje y memoria en diferentes grupos de edad.
A nivel preventivo, aporta un método de entrenamiento para toda persona que quiera conocer mejor su consciencia, desarrollar sus capacidades, adquirir mayor resistencia ante problemas de origen psicosomático y conquistar una mejor calidad de vida.
El método utilizado en Sofrología, consiste en una serie de técnicas de relajación, ejercicios respiratorios, movimientos corporales y estrategias de activación mental que tienen como fin el conocimiento de sí mismo y el desarrollo de la consciencia. De forma progresiva y metódica la persona va aumentando la percepción y conocimiento de su propia corporalidad, sus emociones, sus pensamientos, su conducta y sus propios valores. Ella misma va desarrollando su voluntad para mejorar aquellas capacidades que quiere potenciar y tratar sus percepciones, sentimientos o pensamientos molestos.
De lo que se trata es de trabajar el consciente, aquello que percibimos con claridad y que sabemos con certeza que nos está influyendo negativamente en nuestra salud. Ya no se trata de sacar a relucir complejos escondidos ni traumas de la infancia, sino de tratar de lograr que nuestro cuerpo sea capaz de controlar los daños psíquicos y físicos que nuestros problemas cotidianos nos producen. Mediante la sofrología podemos influir positivamente sobre todas las áreas mentales, especialmente el consciente, y con su potenciación soportar las adversidades.
Inspirada sensiblemente en las terapias orientales, para la mayoría de cuales el alma no existe, y su peculiar concepción de la energía o CHI, esta terapia elimina todo cuanto de místico y esotérico pueda existir en el tratamiento de la mente y se concentra en lo que vemos y sabemos.
La sofrología al ser una disciplina basada en la fenomenología, potencia la consciencia, la libertad y la responsabilidad del individuo. Utiliza la RDC (Relajación Dinámica de Caycedo) que está especialmente diseñada para el desarrollo del individuo. Su objetivo es el desarrollo de la conciencia serena. La RDC, utiliza técnicas de relajación física y mental, estrategias de respiración y estrategias personalizadas para que la persona utilice en su vida cotidiana, mejorando así su calidad de vida y la de las personas que le rodean. La RDC es el método básico de la Sofrología.
Utiliza un método inicialmente inspirado en técnicas orientales como yoga, budismo y zen adaptadas a las necesidades occidentales. La RDC, consta de 12 grados con estrategias psicofísicas y técnicas de imaginación que facilitan la toma de conciencia del cuerpo, la mente y los estados emocionales.
Cada grado puede constituirse como un método. La práctica regular del método fomenta la serenidad, el desarrollo de las capacidades intelectuales y del esquema corporal, las habilidades sociales, la creatividad, la intuición y los valores existenciales del ser.
El paciente, ya sea por sí mismo o con ayuda del terapeuta, debe realizar una autocrítica constructiva de sí mismo, no tanto para averiguar por qué ha llegado a esa situación de descontrol emocional (para eso están otras terapias más profundas), sino para buscar una compensación psicológica y física que le permita sobrellevar sin problemas esa anomalía. Mediante esa crítica individual tratamos de reconocer sin problemas qué es lo que motiva nuestra angustia, así como los trastornos físicos que ello nos provoca. Una vez analizado el mal, pasaríamos a potenciar nuestras facultades físicas y psíquicas para, sin ocultar la realidad del problema, intentar fortalecer nuestro cuerpo y que sea capaz de encajar plenamente nuestra, llamémosla así, enfermedad.
No se trataría, insisto, de ignorarla y ni siquiera de verla bajo otro punto de vista, sino de asimilarla, como asimilamos nuestro sexo, nuestra edad o nuestra nacionalidad. La persona bajo tratamiento de sofrología no es fácil que sucumba rápidamente a una recaída en su emotividad ante la menor contrariedad, ni debe acudir con urgencia al médico para que le escuche y le dé aliento o medicamentos. Su autocontrol y los métodos de relajación que ha aprendido serán suficientes para que no se desmorone y no tenga ninguna dependencia afectiva o química. El método sofrológico se practica en grupo o en sesiones individuales, bajo la dirección de un sofrólogo cualificado. La participación de la persona en su propia terapia es esencial, y supone para el individuo un aprendizaje consciente y sincero compromiso por su bienestar para toda la vida.
Toda acción positiva sobre no importa qué parte de la consciencia tiene una repercusión positiva sobre la totalidad del ser. De forma progresiva y metódica la persona va aumentando la percepción y conocimiento de su propia corporalidad, sus emociones, sus pensamientos, su conducta y sus propios valores. Ella misma va desarrollando su voluntad para mejorar aquellas capacidades que quiere potenciar y tratar sus percepciones, sentimientos o pensamientos molestos
La sofrología está indicada en los siguientes casos:
Como terapia conjunta en problemas psicológicos, como depresiones, neurosis, problemas de adaptación social, anomalías del comportamiento y psicosis poco profundas.
· En la preparación al parto y durante éste.
· Para ayudar a respirar en las enfermedades bronquiales y asmáticas, así como en las alergias que influyen en el sistema respiratorio.
· En las taquicardias, cardiopatías, riesgos de infartos y la tensión arterial alta o descompensada.
· En todos los deportistas de elite para ayudarles a potenciar su organismo y mejorar su adaptación al sobreesfuerzo.
· Para mejorar enfermedades en las cuales el componente emocional es decisivo, como en el caso de las úlceras gástricas, la obesidad, la psoriasis o las disfunciones tiroideas.
· También será de ayuda para mejorar las anomalías sexuales, como la frigidez, impotencia, vaginismo o eyaculación precoz.
· En las contracturas musculares, tortícolis o ciáticas.
· Como preparación a la anestesia o cuando se recomiende la anestesia local. También para aliviar las molestias postoperatorias.
· En los trabajos odontológicos molestos pero que no requieran anestesia local.
Muchos detractores hablan de la sofrología como un sencillo método de concentración mental, mientras que otros lo critican diciendo que lo que en realidad se pretende es poner en trance a las personas y pedirles que se imaginen que están controlando a voluntad cada parte de su cuerpo. También dicen que, aunque lo que se pretende con esta terapia es que el cuerpo mejore la mente, en realidad el mayor esfuerzo lo realiza la mente para conseguir la relajación del cuerpo, por lo que al final nos encontraríamos solamente con una especie de yoga occidental.
Pero la sofrología no quiere que sus practicantes caigan en trance místico y ni siquiera que dejen la mente en blanco mientras se relajan, sino que tomen pleno conocimiento de su cuerpo para ayudar a su mente a que asimile los problemas emocionales que pudieran existir.