Hirudoterapia
El beneficioso aporte terapéutico de las sanguijuelas.
Asociados a prácticas medievales de la medicina, hoy estos gusanos prestan sus servicios a través de la hirudoterapia, algo tan moderno como la microcirugía, sobre todo por su efecto anticoagulante y descongestionante.
Hirudoterapia en la historia
A través de la historia la mordedura de la sanguijuela fue aplicada para tratar una gran variedad de enfermedades, incluyendo dolores de cabeza y de estómago, hasta que con el desarrollo de la ciencia médica perdieron protagonismo dentro del arsenal terapéutico.
Sin embargo, en la actualidad su uso no es infrecuente y se centra en el tratamiento de la congestión venosa - una complicación que puede ocurrir tras una cirugía reconstructiva o de implantes- , gracias a las propiedades anticoagulantes, descongestionantes y analgésicas de los fluidos que secreta.
Una cosa tan ancestral como las sanguijuelas se ocupan hoy en lo más avanzado que hay en medicina, la microcirugía, sentencia el doctor Patricio Léniz, cirujano plástico.
Tras décadas relegadas a pantanos y esteros, a partir de 1980 estos invertebrados reavivaron el interés clínico, dando paso a una próspera industria en Estados Unidos y Europa, con proveedores que publicitan su producto en destacadas revistas médicas internacionales. De acuerdo con el mercado, cada sanguijuela puede llegar a costar 20 dólares.
Incluso, es tal su utilidad, que una vez más el hombre ha imitado a la naturaleza y hace dos años se creó una sanguijuela mecánica, en base a una cámara de vacío de cristal, con tubos que succionan la sangre y mantienen la irrigación de la herida del paciente.
Pinchazo y ardor
Muchas veces ocurre que cuando trasplantas un músculo o un tejido, como el reimplante de un dedo o una mano, posterior a la cirugía la circulación venosa se ve obstruida, entonces el tejido se congestiona. Si eso se mantiene por mucho tiempo, se puede perder, precisa Léniz.
Para evitar aquello se ocupan diferentes medidas farmacológicas y terapéuticas. Es entonces cuando algunos cirujanos recurren a tan particular herramienta. Lo más poderoso que existe es la hirudina, una proteína que proviene de la "hiruda medicinalis". Su gracia es que tiene propiedades anticoagulantes. Cuando pones estos animales sobre el tejido congestionado, chupan la sangre y alivian la presión.
El método es simple, pero desagradable si no se está acostumbrado a que un gusano se desplace por la piel. Al principio se siente un pequeño pinchazo y una leve sensación de ardor, que pronto desaparece por el efecto analgésico de su saliva. Llena de sangre, una sanguijuela puede medir hasta 15 cm.
Conocida también como hirudoterapia, Chile no se ha mantenido ajeno a ella. En 1999, por ejemplo, médicos del Hospital Sótero del Río solicitaron con urgencia a través de los medios de comunicación sanguijuelas para favorecer el reimplante al que fue sometido un niño de dos años, que sufrió la amputación de su brazo en una centrífuga.
El mismo doctor Léniz las ha ocupado en algunas ocasiones y, en diciembre pasado, el Instituto Teletón las utilizó en un paciente parapléjico de 19 años. Fue operado de una herida en el talón. El colgajo (trasplante de tejido del mismo paciente) que se puso para cubrir la zona ulcerada no tenía una buena evolución por la falta de irrigación, dice Roxana Boke, enfermera clínica de la Unidad de Hospitalizados.
Después de una evaluación del cirujano, el doctor Arturo Prado, éste recomendó aplicar la irudoterapia. Comenzamos a hacerlo dos veces al día, por una hora aproximadamente. Al cabo de ocho días se logró disminuir el hematoma y salvar el colgajo, explica Roxana.
Si bien no siempre se logran buenos resultados - y además existe el riesgo de infecciones, fácilmente controlables- , hay estudios que aseguran que el uso de sanguijuelas alcanza el doble de éxito en la recuperación de tejidos trasplantados en comparación con lo que ocurre con fármacos u otros procedimientos.
Laboratorio de gusanos
Durante décadas, el doctor Juan Fernández ha estudiado las sanguijuelas. Es un buen paradigma para investigar los mecanismos del desarrollo embrionario y la regeneración nerviosa, precisa. En su laboratorio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile ha reproducido con éxito varias especies y hoy cuenta con más de cien sanguijuelas, las que viven alrededor de diez años. Son hermafroditas. Al comienzo de la etapa de reproducción son todos machos y copulan entre ellos. Luego cambian a hembras y utilizan los espermios para fecundar. En promedio depositan unos 30 huevos en capullos, en lugares húmedos fuera del agua.
Del total de sanguijuelas, mantiene apenas una decena para uso medicinal, las que ha facilitado sin costo a diversos cirujanos en el país. Es cara su mantención (en estanques de agua) y limpieza. Como los pedidos son espaciados, cuesta mantenerlas hambrientas, factor necesario para su uso, ya que una vez que chupan sangre, se demoran tres a cuatro meses en digerirla. Varias veces ha propuesto la creación de bancos de sanguijuelas, como en otros países, pero no se ha dado porque aún no hay una utilización constante de ellas.
Apetito
Cerca de 45 minutos demora una sanguijuela en succionar entre 10 y 15 mm de sangre.