Aceites esenciales
Los aceites esenciales son mezclas de varias sustancias químicas biosintetizadas por las plantas, que dan el aroma característico a algunas flores, árboles, semillas y a ciertos extractos de origen animal (almizcle, civeta, ámbargris). Son intensamente aromáticos, no grasos (por lo que no se enrancian), volátiles (se evaporan rápidamente) y livianos (poco densos). Son insolubles en agua, levemente solubles en vinagre, y solubles en alcohol, grasas, ceras y aceites vegetales. Se oxidan por exposición al aire. El principal método de aplicación de los aceites esenciales es a través de una dilución en agua caliente, para que así el vapor del agua mezclado con las esencias se absorban por medio del aparato respiratorio.
Otra de las maneras en la que estos aceites pueden ser aplicados es a través de la piel utilizando una mezcla de aceites esenciales con aceites vehiculares de acuerdo a la necesidad, ya que la piel se convierte en un vehículo y a la vez un protector para introducir los compuestos y propiedades que las plantas poseen sin tener que correr riesgos de efectos secundarios nocivos.
Es importante señalar que la mayoría de los aceites esenciales no pueden aplicarse en su estado puro directamente sobre la piel ya que son altamente concentrados por lo que será necesario diluirlos en otros aceites o en agua.
También pueden combinarse entre si y producir sinergias que hagan un efecto mas potente y benéfico, y es allí precisamente donde entra la ciencia, creatividad y el arte de la aromaterapia al producir diferentes mezclas.
Estos aceites penetran a través de los pequeños vasos capilares y son transportados a todo el organismo mediante el torrente sanguíneo (en algunos casos toma tan solo 20 minutos), y tienen la ventaja de que pueden ser aplicados directamente al área a tratar y por lo tanto su beneficio es mas rápido que un medicamento tomado vía oral.
Los aceites esenciales son considerados productos químicos que forman las esencias odoríferas de un gran número de vegetales. El término aceite esencial se aplica también a las sustancias sintéticas similares preparadas a partir del alquitrán de hulla, y a las sustancias semisintéticas preparadas a partir de los aceites naturales esenciales.
Origen
Las plantas elaboran los aceites esenciales con el fin de protegerse de las enfermedades, ahuyentar insectos depredadores, atraer insectos benéficos que producen la polinización.
Los aceites esenciales son característicos de los Magnoliales, los Laurales, los Austrobaileyales, y los Piperales, y también de algunas familias no emparentadas con estos órdenes, como Myrtaceae, Rutaceae, las familias de Apiales, Lamiaceae, Verbenaceae y Asteraceae.
Están presentes en distintas partes de la planta:
- En las flores como lavanda, jazmín y rosa.
- En todo el árbol como sucede con el eucaliptus.
- En las hojas como citronela.
- En la madera como en el sándalo.
- En la raíz como en el vetiver.
- En la resina que exhudan como en el incienso, la mirra y el benjuí.
- En la cáscara de los frutos como el limón, la naranja y la bergamota.
Dentro de los tejidos vegetativos, se encuentran en células esféricas o diferentes cavidades o canales en el parénquima, y cuando dan el olor a las flores, se encuentran en las glándulas odoríferas desde donde son liberados.
Usos
El uso principal de los aceites esenciales es en perfumería.
También fueron tradicionalmente utilizados en Botánica Sistemática para establecer parentescos entre plantas, al principio en forma indirecta (utilizando el olor como caracter), luego en su forma química.
Otro uso es en la terapia alternativa denominada aromaterapia, en esta disciplina por ejemplo el aceite de lavanda es usado para las heridas y quemaduras, y el aceite de jazmín es usado como relajante. Ahora también se les está utilizando como conservantes para alimentos especialmente cárnicos.
Otro de los usos más extendidos es en rituales y hechizos.
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