Significado A. M. del Tarot Egipcio 2ª parte
La baraja tiene, como muchas otras, un total de 78 cartas, que se dividen en los arcanos mayores y menores. Las imágenes del tarot son las del antiguo Egipto que pueden ser fácilmente reconocidas por las personas que tengan un conocimiento básico acerca de la civilización egipcia.
5. El Maestro de los Arcanos o Hierofante: Se corresponde con el arcano mayor del Sumo Sacerdote en el tarot de Marsella. El gran sacerdote de Isis está sentado entre las dos columnas del santuario. Una de ellas representa a la ley y la otra, a la libertad: las dos posibilidades de guía que posee la voluntad.
Su mano izquierda se posa sobre el cetro de su poder espiritual; una larga cruz atravesada por dos barras del triple mundo: divino, intelectual y físico. La mano derecha, con el gesto de iniciación centrado en su corazón, expresa en silencio que su poder sacerdotal es visible en el mundo físico, pues fluye del centro de su ser.
A los pies del sumo sacerdote hay dos fieles arrodillados que representan las dos tendencias opuestas de la naturaleza, sumisas al señor de los arcanos, pues él es quien concilia los antagonismos, gracias a la posesión de la instrucción iniciática, que florece en el conocimiento de la Gnosis, representada por las alas doradas que ostenta la serpiente de su frente representa en esta carta de tarot Egipcio, las buenas inspiraciones, al espíritu y a la conciencia, representa un hombre al cual se dirige con normalidad a un padre, a un médico, a un abogado, a un jefe, al cónyuge, etc.
Esta carta simboliza la comunicación, la enseñanza, la inspiración, representante de las buenas inspiraciones del espíritu. Es una carta de sabiduría, mandatos con buenas soluciones a los problemas o procesos ya que lo dicta el Sumo Sacerdote.
6. Los Enamorados, La indecisión o Los dos Caminos: Astrológicamente esta carta representa a Venus en Tauro y se relaciona con la letra egipcia Vau. Con este Arcano, en una tirada de Tarot Egipcio, se nos ofrece el conocimiento intuitivo, en el ámbito espiritual, para que así, a través de esta carta, podamos distinguir lo que más nos conviene.
También puede representar que perdemos algo, que a su vez puede representar una ganancia, a veces perder no es negativo. La Indecisión simboliza la conciencia gobernada por una Ley Moral que es la que le da el significado exacto a los actos. Si lo tomamos en un sentido más intelectual, indica el derecho y el deber como impulso para concretar todos nuestros deseos. La función principal del Arcano es fortalecernos con los trabajos que nos ofrecen las fuerzas celestiales.
Si nos preguntan por las relaciones entre dos sexos, o el mismo sexo, pero con tintes sentimentales y la carta aparece invertida nos habla de una contraposición de fuerzas, en los que habrá separaciones y divorcios. Si está en su posición correcta aporta alegría, placer de estar con quien se ama.
Esta carta nos ayuda a conseguir todo aquellos que se persiga aunque para ello tengamos que defraudar a otros.
Ante este arcano se ha de tomar sin duda una decisión, uno debe comprender que existe y siempre existirá lo que se conoce como “la pérdida de la elección” hemos de tomar un camino que inevitablemente cerrará el resto, pues es imposible la bilocación física y el que no elige quedará siempre entre dos aguas donde el conocimiento está vedado.
Como dicen los adeptos, y alquimistas es mejor errar por la acción que errar por la inacción.
7. El Carro: Estamos frente a una figura que representa el concepto de evolución en todos sus significados, de esta manera podemos afirmar que estamos frente a una carta que permite el éxito y concreción de muchos objetivos. Sin dudas una carta muy positiva a la hora de su salida en una tirada de Tarot.
El cuerpo físico también es afectado por esta carta, en su relación directa con la Astrología esta es una carta que simboliza la presencia de Neptuno en el signo de Piscis, de esta manera vemos que principalmente incide sobre las extremidades inferiores de las personas.
Con respecto a dificultades con el cuerpo físico esta es una carta que habla de posibles malas formaciones en los pies, esto por lo general se encuentra de la mano de ciertos dolores u accidentes en esta zona, si aparece esta carta en una tirada de Tarot ya saben cuál es el sector de vuestro cuerpo que deben de cuidar.
Esta carta habla sobre la capacidad natural del ser humano de poder superarse así mismo, poder vencer la oscuridad y el tormento de la indecisión. Es una carta que tiene connotaciones muy profundas en una tirada, y por ello puede también representar aspectos de ocultismo y esoterismo en el consultante.
Estamos frente a una carta que también representa aspectos positivos para los consultantes en esta área de la personalidad, sin embargo nunca hay que descansarse porque también es una carta que marca nuevos desafíos.
A la hora de representar significados con el mundo cotidiano esta es una carta que representa a la fama y a la victoria, una carta que puede traer consigo algunos contratiempos inesperados pero que por lo general siempre sirve para encontrar resultados de crecimiento y evolución.
8. La Persuasión o La Fuerza: Simboliza un control sobre el poder destructivo potencial, logrando un equilibrio entre los opuestos de la pasividad y agresión. Muchas de las cartas de los arcanos mayores integran opuestos. Aquí lo femenino somete a lo masculino. Produce un poder creativo, el disfrute del despliegue de las fuerzas, éxtasis y la embriaguez divina del fuego. Sekhmet, cuyo nombre significa "vigorosa" o " la más poderosa" y que contaba entre sus títulos con el de la "Sra. De la llama", era hija de Dios Sol Ra.
En una ocasión se lo ordenó castigar a nombre de este a la humanidad pecadora. Una vez desencadenada, su destrucción sobrepasó a sus intenciones y casi aniquiló al conjunto de la raza humana. El león es el animal sagrado de Sekhmet. En la alquimia, el León no representa por lo General a las fuerzas sin control de la naturaleza en el mundo real y en el subjetivo, pero aquí la diosa ejercer un dominio completo sobre el punto constituye el animal de leo, el signo astrológico asociado con este naipe de la Fuerza.
El jeroglífico egipcio para este signo se asemeja a la serpiente que aparece en el pie de la carta. La culebra o serpiente posee un simbolismo solar, sexual, funerario y de fuerza. Como moradora del subsuelo, la culebra se encuentra en contacto con el mundo inferior (véase Apofis, naipe XV EL Diablo), en donde la serpiente es el enemigo del Sol. Pero en esta carta representa el divino poder supremo de los dioses.
Simboliza el inicio de un nuevo ciclo. Espíritu que controla el deseo. Harmonía entre intelecto y sexualidad. Conquista por la seducción. Autodisciplina. Magnetismo. Conciencia. Controlar con delicadeza las situaciones agresivas. Masturbación. Inhibiciones sexuales. Fuerza moral. Desprendimiento en la acción. Mujer frígida que teme el orgasmo. Heroísmo. Conocimiento de sí.
9. El Ermitaño o la Iniciación: El Ermitaño es tan feliz con las riquezas del mundo espiritual, que el universo material, concreto y tangible, le parece descolorido e insignificante. El ermitaño ilumina el camino para aquellos que vendrán después, pero es al propio ermitaño a quien buscan.
El naipe de El Ermitaño simboliza algo más que la simple senda; también supone el destino y el pensamiento. La luz es un fanal, el resplandor intenso de la sabiduría en las omnipresentes tinieblas de la ignorancia. La razón que se alza frente al miedo. Los misterios encuentran eternamente ocultos para aquellos que no están preparados. Es un signo que quiere decir en donde yo estoy, también puedes estar tú.
Avanza sin saber adónde va, pero va. Crisis. Duda y superación. Prudencia. Sabiduría. Padre ausente. Alcoholismo. Aclara el pasado. Terapeuta. Peregrinaje. Conocimiento de lo oculto. Si aparece en una tirada puede significar que Una luz interior te está guiando para que sigas tu camino con éxito.
Te favorecen los cambios lentos y bien calculados, el silencio y la meditación, sin desconectarte de la vida. Reconoces que hay un largo camino por recorrer, al tiempo que sabes cuál es la manera de hacerlo. Sólo debes decidir cuándo iniciar ese camino, sin preocuparte por la meta. El verdadero sabio jamás piensa que ha llegado, silencioso, siempre sigue buscando.