Significado arcanos menores según su número, el 2
DOS:
El número dos representa el principio de dualidad, la división, la separación y los contrastes. Es el número femenino que despierta el lado emocional del consultante, independientemente de su sexo. Es un número de protección, alimentación, sentimiento e intuición. Su acción no es precipitada ni autoritaria; por el contrario, es suave, afectiva, romántica e imaginativa. El número dos representa a la madre y a su relación con el consultante. Esotéricamente, el dibujo del número dos representa el descenso del espíritu a la materia.
Es considerado como el principio femenino y su elemento es el agua, símbolo de la Creación. Su color es el plateado. Astrológicamente, el número dos está gobernado por la Luna, astro que rige a su vez la imaginación, la maternidad, la sensibilidad, los partos y la intuición. La luna gobierna la parte inconsciente de la mente y provoca las reacciones sin lógica. Su influencia tiene una gran relación con la infancia y con todos los suceso que contribuyen a la formación de la personalidad del consultante.
El número dos en forma adversa significa inconsciencia, capricho, actitudes infantiles, reacciones inesperadas y la falta de lógica en las decisiones. Este número representa el poder detrás del trono. Las personas descriptas por él son muy sensibles, amables, maternales, protectoras y dependientes; están siempre en la búsqueda de su propia seguridad. Las situaciones que se describan serán referidas al mundo afectivo, a las emociones y a las dualidades de la vida.
DOS DE OROS:
Indica una asociación exitosa en el mundo de los negocios, la compañía de un buen amigo. La persona encontrará respaldo económico y anímico, protección de superiores y ayuda general. Anuncia éxito en empresas conjuntas con otra persona o entidad. El consultante recibirá buen asesoramiento. Además, la carta señala compañerismo, buena relación y complicidad con la madre.
AL REVÉS: Enfatiza el éxito en el mundo sentimental. Habla de dos oros que se juntan atraídos por el amor. Esta carta señala, claramente, enamoramiento, pareja y/o compromiso. Es un amor correspondido. Indica el fin de la soledad, si la hubiera. En su faz negativa, la carta advierte que el consultante podría llegar a descuidar las obligaciones del mundo material por la prioridad que tienen sus sentimientos.
DOS DE COPAS
Encuentro o reunión íntima. Cita deseada. Celebración de una fecha personal o emotiva. Al igual que el dos de oros, esta carta también señala enamoramiento y comienzo de una relación nueva, pero de una manera más liviana y sin tanto compromiso. Felicidad en relaciones íntimas. Buena amistad. Madre compañera, sensible y comprensiva.
AL REVÉS: Pérdida de tiempo en relación presente. Asociación o relación liviana, sin compromiso y sin futuro serio. Desacuerdos menores con la madre. Tendencia a no profundizar en su propio mundo emocional. Actos inconscientes sin mucha trascendencia. Superficialidad. Falta de apoyo de los amigos íntimos.
DOS DE ESPADAS
Las espadas se juntan en un enfrentamiento o duelo; cada una apunta hacia la dirección opuesta de la otra. Ello es señal de ruptura sentimental o de disolución de una asociación. Enfrentamiento con un rival. Duelo. Pelea. Lucha. Separación por falta de afinidad o armonía. Caminos divididos. En cuanto a la descripción de la madre, indica que ésta es fría o que se encuentra lejos.
AL REVÉS: El significado de esta carta no varía demasiado saliendo al revés; la idea principal es de una ruptura sin posibilidades de arreglo. La separación es total y para siempre. Aumenta el grado de gravedad del enfrentamiento. Las opiniones son muy desencontradas y difíciles de conciliar. Señala un enemigo declarado. Madre enemiga o ausente.
DOS DE BASTOS
Aquí se juntan dos bastos para pelear. La carta señala peleas y discordias en la pareja o en alguna asociación, lucha por dominar o imponer las opiniones, fuertes desacuerdos. Esta carta advierte de engaños y mentiras. Además, indica una madre de temperamento impulsivo y autoritario.
AL REVÉS: Agresividad y enfrentamientos difíciles de conciliar. Tensiones en la pareja, aunque no se llega a una total ruptura. Tendencia a la manipulación; los celos y el egoísmo. Sofocación por una dependencia ineludible. La madre es agresiva y dominante.