¿Quien puede echar el Tarot?
El Tarot es un grupo de cartas, arcanos, destinados a intentar vaticinar el futuro; ésta sería la contestación simple y lógica a la pregunta que formulamos. Este grupo de cartas tiene un pasado místico y misterioso que es el que intentaremos esbrinar, de esta manera, nos acercaremos un poco más a la esencia de éste arte sacro.
Llegados a este punto, podemos preguntarnos:
- ¿Quién está capacitado para echar el Tarot?
- ¿Cualquiera tiene facultades para hacerlo?
- ¿Sólo los adivinos o clarividentes pueden echar el Tarot con garantías?
- ¿Puede uno mismo echarse las cartas?
La respuesta que nosotros damos es que cualquier persona, sea cual sea su condición, puede echar el Tarot. Ahora bien, está claro - aparte las facultades extrasensoriales que pueda tener - que cuento mayor sea la cultura, conocimientos y experiencia del cartomántico, más capacitado estará para interpretar las láminas que se elijan, ya siga los métodos sencillos que damos en este libro o los más complejos que pueda sacar de otros tratados.
Lo que sí recomendamos encarecidamente a cualquier aprendiz de tarotista es que aprenda simbología y estimule constantemente su memoria, aparte de su sentido de visualización.
Lo que hay que tener siempre presente es que cuando hacemos una pregunta al Tarot, el inconsciente del adivino (o consultado y el del consultante (o cliente) se ponen en acción y eligen las imágenes que puedan dar respuesta a los interrogantes que se platean. Por ello es importante que tanto el cartomántico como el consultante se hallen en una estancia o lugar tranquilo, sin ruidos, a ser posible solos, relajados ambos, a fin y efecto de que el inconsciente (o subconsciente de los dos) tenga el camino fácil para expresarse o enviar sus mensajes y, al mismo tiempo, para interpretarlos con claridad (mente del adivino).
Como cualquier trabajo, carrera, o deporte, el tarotista también tiene días bajos. Cuando se esta en esta situación se debe de seguir adelante, practicando con paciencia y tesón, desarrollando al máximo el sexto sentido, que quizás tenga adormecido o bloqueado, y se sorprenderá de los resultados y éxitos que obtendrá. Lo importante es no perder nunca la fe en uno mismo.