Un libro sobre Tarot: "Los Cuentos del Destino"
por Jimena Fernández Pinto
He podido deleitarme con un libro que quiero compartir con vosotros. Su título: "Los Cuentos del Destino"; su autora: Jimena Fernández Pinto. La editorial: Obelisco.
A diferencia de otros libros sobre Tarot, Jimena Fernández Pinto nos introduce en el lenguaje simbólico de las Cartas con la ayuda de la fantasía literaria. Además de una trama básica, nos va mostrando cada carta del Tarot a través de cuentos; un recurso pedagógico muy bueno, creo yo, pues no requiere memorizar sino asimilar el contenido. Y mucho más que eso: la historia de cada carta deberá completarla el lector, pues, como veremos más adelante, una buena sesión de Tarot implica no sólo una lectura pasiva, sino un diálogo abierto y creativo que nos conduzca a la mejor resolución de las situaciones.
En Los Cuentos del Destino no hallarás, por tanto, un manual para manejar el Tarot, sino una obra literaria que contempla el Tarot desde una perspectiva simbólica, sin determinismos ni fatalismos, sin dogmas ni preceptos establecidos sino como una forma de despertar las respuestas que cada uno lleva en su interior.
Comienza con una hermosa fábula en la que dos personajes simbolizan uno al Tarot y otro a la Verdad. ¿Cómo explicar qué es el Tarot? La autora lo resuelve de forma poética muy certera. Nos cuenta cómo la Verdad es alguien desnudo que a veces escandaliza por su desnudez; y cómo el Tarot, sin embargo, es alguien bien vestido que no muestra de manera obvia las cosas. Así, Jimena Fernandez Pinto nos cuenta cómo el Tarot cede su capa a la Verdad para poder mostrarse de manera "más recatada".
El desarrollo del libro tiene en cuenta "el camino del héroe" que muchos autores mencionan al referirse a los Arcanos Mayores del Tarot. Un camino que implica un desarrollo progresivo, con avances y retrocesos. Cada carta nos señala aspectos muy importantes de ese camino que todos recorremos porque, como dice la autora, "Héroes somos todos, por eso necesitamos sus historias y conocer sus aventuras. No nos cansamos de prestarles atención, nos reconocemos, en cierta medida, en todas y cada una de las historias. El tarot es el más fiel depositario de esta antiquísima tradición".
Una tradición que se basa en el lenguaje simbólico. Una tradición que se basa en el misterio, en lo sutil, no necesariamente en lo pragmático, ya sea espacial o temporal. "El tarot -comenta la autora- es un puente para llegar a nuestro inconsciente, ese vasto territorio donde el espacio y el tiempo son macrocósmicos o, como dijera Einstein, relativos. Allí no hay una sucesión ordenada de los acontecimientos en horas ni días ni meses, no. Allí habitan los sueños, el lenguaje simbólico, que también encontramos en el tarot, en la poesía, en la mística o en la música".
La autora, además de hacer mención de muchas vías de pensamiento, nos acerca a la visión del psiquiatra Carl Gustav Jung y su método de imaginación activa. Jimena Fdez. Pinto nos anima a que conversemos "activamente" con cada carta del Tarot y que nos detengamos en lo que ésta nos puede estar diciendo. Nos anima a que hablemos con la carta, que preguntemos, que no nos limitemos a una lectura pasiva sino a un diálogo abierto. Se trata de aprender, de comprender, de crecer. Y así lo explica ella:
"Lo que nos interesa es dar ocasión a que nuestras partes consciente e incosnciente se encuentren. ¡De forma activa! Porque allí eres totalmente libre, nadie, ni tan siquiera tú mismo, te juzga. Solamente dialogas y te comunicas con diferentes aspectos de ti mismo que asumen otras formas externas, las que te llaman la atención".
Con este diálogo (que no lectura pasiva), "no dirás qué está bien o qué está mal", porque, como concluye la autora de Los Cuentos del Destino, "en este país no se habla de esa manera".
Sólo me gustaría añadir un pequeño comentario que hace alusión a las ilustraciones del libro. Me hubiera gustado que éstas fueran mostradas en tamaño más grande para poder hacer cada uno su propio trabajo al que la autora nos incita. También he de decir que, aunque las cartas elegidas para ilustrar este libro sean las de la baraja Visconti, me da la impresión -por lo que he podido leer- que la autora se rige más por el Tarot Rider Waite y el Tarot de Marsella, por lo que, a veces, sus descripciones no se adecúan a la carta que muestra esta edición, muy cuidada por otra parte pero que, a mi entender debería haber mostrado otra baraja. Personalmente, me gustan los libros ilustrados; y mucho más cuando son de Tarot o temas que requieren una ayuda visual; y por eso hubiera preferido que los diseños fueran exhibidos con un tamaño más adecuado, así como haber elegido quizá el mazo que parece manejar la autora.