Las Cartas del Tarot
Lo que resulta más que obvio, a estas alturas, es que no existe sólo Un Tarot! Si algo puede decirse de él, es que su existencia se refracta en infinidad de versiones parecidas, similares, levemente diferentes o diametralmente opuestas! Sobre las imágenes originales de los naipes se han ido acumulando gran cantidad de "significados", a medida que generación tras generación de estudiosos acumularan todo tipo de comentarios e interpretaciones, propugnadas en sus respectivas escuelas. En los últimos quinientos años el Tarot se ha difundido por todo el mundo, y es posible encontrarlo en los bazares orientales, en las logias masónicas occidentales, entre los gitanos, entre los intelectuales, en los casinos de juego, en manos de videntes, en ceremoniales mágicos..., adaptándose con sus imágenes a las características regionales y o folklóricas de cada país. Sólo en España existen más de media docena de variantes: El Tarot Español, El Tarot Vasco, el Tarot Esotérico, El Tarot de Dalí... Por citar sólo unos pocos...
Unos lo dibujan con ropa de corte, otros lo ambientan al estilo italiano, alemán, hindú, vasco, renacentista, "egipcio", "esotérico", etc. etc., con lo que se han ido alterando muchos de los componentes y pequeños detalles simbólicos, dibujados en las versiones consideradas más antiguas... Cada cual ha opinado como le ha parecido, y así es como algunas versiones discrepan respecto del simbolismo planetario, adjudicando diferentes planetas a un mismo Arcano, llegando incluso a alterar el orden de los mismos, para no "contrariar" las reglas ya existentes en la concepción del Zodiaco... Quizá sea el Tarot de Marsella uno de los más antiguos y difundidos, pero ha de haber ya, a estas alturas, cientos de diseños diferentes... Y entre tan extensa gama de posibilidades, es imposible tomar partido por ninguno en especial; ninguno es mejor o más auténtico que el resto. En realidad son símbolos que aluden a cuestiones universales del Hombre como especie en evolución; es precisamente dicha evolución la que plantea el sucesivo enriquecimiento ideológico o conceptual del Tarot. Personalmente opino que el Tarot es un libro escrito con imágenes, que generan una descripción de la Realidad, y por lo tanto un verdadero Libro de Conocimiento. Sin embargo, todos coinciden, más o menos, en afirmar que se producen "resultados interesantes" en quien contempla seriamente los dibujos de los naipes...
Enrique Franov