JRR. Tolkien y el Tarot: ¿Existe Relación? (II)
El viaje
Al igual que ESDLA, el Tarot representa en si mismo un recorrido, un viaje.
Cada carta presenta una evolución respecto a la anterior, pasando por los diferentes estados del hombre a lo largo de su vida. De igual manera ESDLA representa un viaje y con él la evolución de sus personajes conforme al transcurrir de los acontecimientos.
Por ejemplo:
- Aragorn empieza siendo el ermitaño (retiro voluntario del mundo), pasa por los enamorados (tomar una decisión), se convierte en el carro (el guerrero que combate y triunfa) y termina en el juicio (ocupa su justo lugar).
- Frodo empieza siendo el loco (el viajero ingenuo) y según avanza la obra se va aproximando más al diablo (poder y maldad) a causa de la carga que lleva con él.
- Gandalf evoluciona a lo largo del viaje incluso en apariencia, igual que Merry y Pippin.
- Al igual que la relación entre Legolas y Gimly, que pasa de odio a profunda amistad.
Entonces vemos que no hay viaje sin mutación, que es precisamente la base del Tarot, la evolución personal a través de los acontecimientos.
Seguramente en muchas de las obras de la literatura o del cine podríamos encontrar infinidad de arquetipos al igual que en ESDLA, pero precisamente la obra de Tolkien trata de un viaje y del final de una etapa que da comienzo a una nueva era.
En el Tarot pasa lo mismo, por eso la carta de El loco que es la carta "0" se puede colocar indistintamente al principio y al final, y esta carta se corresponde precisamente con Frodo, principio y final de la historia.
Otro apunte interesante es que la representación tradicional de esta carta (El loco) es de un hombre andando al borde de un precipicio, que perfectamente podría ser Frodo al borde del precipicio del Monte del destino.
Y más interesante aún es que la carta que precede a El loco, es decir El mundo, se represente mediante un personaje dentro de un anillo. Esta carta significa la realización, la consumación del viaje y la integración al absoluto para dar comienzo a una nueva etapa, y de este modo se pasa de nuevo a El loco, la carta "0", siendo el principio de un nuevo viaje...
La semejanza de los personajes de Tolkien con los Arcanos del Tarot llega incluso a su apariencia:
Tal es el caso de Gandalf con El ermitaño o El sumo sacerdote, en ambos casos viejos barbiluengos y con un bastón en la mano.
O los enanos con El emperador, un hombre barbudo sentado en un trono, sobre la dura roca, esencia de la tierra.
O Frodo con El loco, un joven ingenuo que va seguido en todo caso por un perro que trata de protegerle del peligro, al igual que Sam hace con su amigo y señor.
O como ya dije antes Merry y Pippin como la carta de El sol, en la que se ve a dos niños pequeños y el sol de fondo pues todos estos son personajes que se parecen a sus Arcanos correspondientes no sólo en su significado y atributos, también en apariencia.
Los números de ESDLA
Otro apartado importante en ESDLA son los números y su significado. El Tarot está íntimamente ligado con la numerología, y encontramos en ESDLA varias cifras interesantes.
Me llamó la atención especialmente que el comienzo de la historia sea durante el cumpleaños de Bilbo, que cumple 111 años, coincidiendo justo con el cumpleaños de su sobrino Frodo, que cumple 33.
Si restamos estas dos cifras, es decir, 111-33=78.
78 es exactamente el número total de cartas que tiene el Tarot, los Arcanos Mayores más los Arcanos Menores.
Pero hay más, puesto que el cumpleaños de ambos es el 22 de septiembre, y 22 es el número de los Arcanos Mayores. ¿Casualidad? No lo sé...
El 9 es una cifra que aparece mucho en ESDLA. A la edad de 99 años Bilbo adoptó a Frodo, que entra a la mayoría de edad a los 33 (3x3=9) en el mes 9 (septiembre). Y 9 eran los anillos entregados a los hombres, 9 eran los espectros, 9 eran la Compañía del anillo, 9 eran las edades de Barbol en la tierra...
... el 9 se corresponde con la carta de El ermitaño, es el viaje interior, el retiro, la soledad, la introspección. Es un viejo con un farol observando su pasado. Y en numerologia el 9 supone el final de algo. Y ya sabemos que donde está el final de algo está el principio de otra cosa.
Por otra parte todos conocemos la famosa frase:
- Tres para los elfos. El 3 es la carta de La emperatriz, que significa la manifestación de las energías para el conocimiento de la naturaleza, la benevolencia y la generosidad. Es por tanto un número generoso y muy afín a la condición de estos seres, los elfos.
- Siete para los enanos. El 7 es El carro, el conquistador, el triunfo y el éxito, como un guerrero satisfecho que vuelve de una cruzada. Tampoco falta aquí cierta consonancia con el espíritu luchador y orgulloso de los enanos.
- Nueve para los hombres. El 9 es El ermitaño, que indica análisis interior, retiro, soledad. Puede que se refiera a la soledad del hombre, que hereda la tierra que es abandonada por el resto de las criaturas, abandonándolo a él también.
- Uno para el señor oscuro. El 1 se corresponde con El Mago, también llamado el cubiletero o el mate. Esta carta en cierta medida es la representación del que domina la baraja, es el que maneja los hilos, y puede hacerlo para bien o para mal, puesto que aún no ha hecho el recorrido por el resto de las cartas y le falta la experiencia para obrar con rectitud. Del mismo modo Sauron domina el resto de los anillos, manipulando a sus portadores a su entender.
Puede que sea todo fruto de la casualidad... o puede que Tolkien no fuera ajeno a la carga significativa de estos números, y en esto tal vez no fue del todo inconsciente su utilización. O tal vez es pura coincidencia...