Introducción al Tarot
La "naturaleza" ha dotado al ser humano de un cuerpo físico, (finito) y de unos sentidos, como la capacidad de ver, de oír, de hablar, de oler, ... para percibir la realidad de su entorno, y una mente para recibir, organizar y almacenar estos datos que le proporcionan los sentidos, para comprender la naturaleza de las cosas. Y esto el ser humano lo puede utilizar libremente.
Además, de manera innata, en nuestro interior nos ha sido colocado todo lo básico que necesitamos.
Tenemos conciencia, tenemos respiración, tenemos sentimientos, tenemos emociones... y tenemos anhelos de disfrutar y satisfacer todas las necesidades básicas de la vida. Tenemos los anhelos de saber, de comprender la realidad de nuestro entorno y, además, tenemos "algo", no importa el nombre, perdurable después de nuestra vida, que debemos satisfacer, que es el origen de estos anhelos e instintos que nos guían durante el espacio de tiempo finito de nuestra vida.
Por lo tanto, de la nada nace algo. Este algo es, durante un período de tiempo finito, para después, nada. Y es en este algo cuando el ser humano vive, piensa, siente. Y en esta vida debe satisfacer, además, el anhelo de saber, de comprender la naturaleza. Este saber y esta comprensión va evolucionando de generación en generación para acercarnos a la vida plena.
Si existimos es porque un día nacimos. Lo infinito se unió a lo finito, y en cada uno de nosotros como seres individuales, están todas las capacidades que necesitamos durante la vida. Todo lo que necesitamos esta dentro de nosotros mismos.
Pero también un día nos iremos. La pregunta es: ¿Qué nos llevaremos de esta vida?
El Tarot es el sendero o el camino hacia nuestro destino final. El ser humano es el encargado de transitar por este sendero acompañado por todas sus experiencias y capacidades.
En el verdadero camino de la Vida se van adquiriendo conocimientos y potenciales para no estancarse y perecer. Sólo estando en posesión de todas nuestras capacidades iremos reconociendo nuestro camino. Diferenciando lo real de lo ilusorio.
Las láminas de los distintos Tarots han ido evolucionando a través de los tiempos mostrándonos la evolución del ser humano a lo largo de su historia. Con sus imágenes describen la realidad y por lo tanto, nos han ido mostrando el verdadero conocimiento.
En cada una de las láminas aparecen símbolos que aluden a cuestiones universales del ser humano como especie en evolución; es precisamente dicha evolución la que plantea el sucesivo enriquecimiento ideológico o conceptual del Tarot.
En un tiempo de estancamiento se puede buscar salir del mismo mediante el discernimiento que nos puede ofrecer un buen cartomántico.
En la meditación en las láminas de un Tarot podemos reconocer una señal correcta y oportuna que nos guié en la salida para continuar por nuestra senda. Consultar a un buen cartomántico nos lleva al presente, es decir al ahora, lugar en el cual se toma las verdaderas decisiones para proseguir en nuestro camino de búsqueda hacia nuestro destino final.
El Tarot no te redime de tu responsabilidad seleccionando cual o cuales deberán ser tus decisiones para pasar a la acción, muy al contrario, sólo dirige tu atención a aquellas cuestiones para que tu mismo determines tu futuro...