Cómo escoger una baraja
La baraja de tarot es uno de los elementos más importantes para todos aquellos que quieren aprender a interpretar el tarot. La baraja es una pieza clave de las herramientas con las que cuenta un tarotista. Por este motivo es muy importante que la baraja se adapte a nosotros para que nos sintamos cómodos con ella. Debemos encontrar una cubierta en la caja que nos hable. Su cubierta debe sentirse familiar, y una debe estar muy intuitiva y entender el simbolismo. Si no tenemos ninguna experiencia en el mundo del tarot y estamos en una fase de iniciación lo mejor es elegir una baraja sencilla, donde los naipes sean claros y fácilmente identificables con las figuras del tarot tradicional
Saber cómo escoger una baraja de Tarot exige una conexión sensible, profunda, a veces magnética, emocional. Si te estás iniciando en el estudio del tarot, no dejes que te impresione la gran variedad de barajas que verás en el mercado.
Piensa que, al menos, hay un tarot para ti. Es aconsejable que te des tu tiempo para elegir. Observa todas las barajas que puedas antes de decidir: observa las de tus amigos y relacionados, visita librerías y tiendas esotéricas, busca en Internet. Necesitas sentirte intuitivamente conectado con tu Tarot.
A veces el tarot con su energía te facilita las cosas y llega a ti, como sucede con los cuarzos y otras gemas: alguien te las obsequia, te las encuentras o te atrapan con un magnetismo poderoso como un "flechazo", desde la vitrina de una tienda.
En este último caso puede suceder que, con solo un vistazo, sintamos una fuerte afinidad hacia determinada baraja. Otras veces necesitamos más tiempo para observar las imágenes una y otra vez hasta tomar la decisión. Indaga en Internet, busca en varios comercios, solicita catálogos, pregúntale a quienes ya manejan cartas de tarot. Dale tiempo a la búsqueda. No hay prisa y verás como escoger una baraja de Tarot deja de ser un problema.
Recomendaciones para saber cómo escoger una baraja de Tarot
No todas las barajas son iguales, lo mismo que las personas, por eso debemos escoger las que nos sea más cómoda, por ejemplo para algunas personas suelen ser más cómodas las barajas de papel más fino, y para otros las más gruesas y satinadas.
Es muy útil tomar esta clase de consejos en cuenta, ya que suele resultar ser decepcionante el invertir mucho dinero y entusiasmo en una baraja que termina siendo un completo fracaso.
Algunas barajas contienen imágenes cuyo color es demasiado intenso. Y esto puede ser incomodo para algunas personas. Otros han sido impresos originalmente mediante bloques de madera tallada, lo que produce un trazo más bien tosco, con rasgos faciales demasiado duros.
Y en otros casos también se encuentran algunas versiones muy poco coloridas, debido a la calidad de los métodos de impresión presentes en una determinada época.
Y en el caso contrario, a veces no se respetan las condiciones iniciales y las reediciones terminan incluyendo tonos metalizados, o colores sicodélicos que pueden parecer un poco inapropiados si la finalidad es darle un uso. Hago esta apreciación ya que cada vez son más las personas que adquieren una baraja como material de colección, lo que ha resultado ser una afición mas de tantas conocidas hoy en día.
Por todo lo anterior para escoger una baraja tienes que atender a tus necesidades internas estéticas, éticas y espirituales
Busca un mazo que te resulte práctico de manipular. Por ejemplo quienes tienen manos pequeñas no manejan con comodidad una baraja muy grande.
Si eres principiante evita los diseños demasiado complejos o intrincados. La sencillez es amiga de la claridad.
A veces hay barajas muy económicas debido a la mala calidad de los materiales de fabricación, o se trata de mazos en remate por estar incompletos o dañados.
- Tiene que tener buena calidad, ya que se utilizará mucho, y se barajará una y otra vez, no es aconsejable plastificarlas, porque pierden su tacto especial.
- La temática de la baraja, para no comprar una que sea diferente a lo que nos interesa, antes de comprar una baraja hay que saber de qué temática es.
- La carga simbólica de la baraja, para entender a que va referida, y que antecedentes o en que están inspiradas las cartas del mazo en cuestión que se quiera comprar.
- El dibujo, porque es lo más sencillo, pero a la vez lo que más puede echar para atrás, trata de conseguir una baraja de la que se gusten sus dibujos, vas a tener que verlos muchos, así que no es aconsejable comprarse una baraja que no le guste personalmente.
Después de encontrar tu cubierta, tendrás que realizar un ritual de limpieza para centrar tus energías con sus cartas. Este ritual elimina cualquier energía negativa que las cartas pudieron haber absorbido con la fabricación, el embalaje, la dirección, y procesos de comercialización. También bañarás las cartas en tu energía, y las adaptará a tus intenciones.
Cuando estés en tu lugar reservado para usar las cartas y trabajar con ellas, piensa en tus propósitos hasta que te sientas en unidad con tu tarot. Toma cada tarjeta, una a la vez, y las sostienes entre tus palmas. Frota suavemente la tarjeta con tus manos y contra tu pecho y dí “Toda la energía negativa de esta carta se disipa. Esta carta ahora se adapta a mí y será utilizada solamente para el bien de todo.” Después que hayas limpiado las 78 tarjetas, las envuelves en un paño. El color del paño no es importante.
Escoge un color que se adapte a tus metas espirituales, por ejemplo rojo para la energía o el amor físico, amarillo para la amistad, azul para la cura y la serenidad espiritual. Púrpura para el reconocimiento y alabanza de la energía más alta. Blanco para la pureza. Negro para la energía espiritual. Aunque haya enumerado el negro del color, advierto contra su uso.
Este color tiene su propia energía y puedes encontrarte exhausta en situaciones innecesarias. Asegúrate que el paño sea bastante grande para poder envolver las cartas totalmente, hay que mantener siempre envueltas las cartas. Esto previene la influencia de vibraciones circundantes. Guarda tu mazo envuelto y en una caja de madera. Nunca permitas que cualquier persona maneje tus cartas excepto la persona para quien estés haciendo una lectura.