El Loco
Aparece como un hombre joven, barbudo, que lleva su sombrero adornado con cinco cascabeles; el cinco es la cifra alquímica del Hombre. Su traje rojo, azul y amarillo lleva los colores de la inteligencia, el saber y la acción creadora mal encaminados. El bastón sobre el cual no se apoya representa la imprudencia de no saber aprovechar las experiencias pasadas para tantear el camino, mientras el gato o el perro que le desgarra las nalgas representa los instintos vitales mal utilizados por el hombre. De hecho, el Loco desempeña el papel de un comodín. Simboliza la irrupción de lo irracional, pero sólo adquiere su valor colocado junto a otra carta. La locura está en él. Como el Loco puede adoptar cualquier forma, hay que considerarlo en relación con las otras cartas. Con:
- El Mago: es fuente de inspiración pero también de alucinaciones.
- La Papisa: un secreto que no se sabe guardar o revelado demasiado pronto.
- La Emperatriz: descubrimiento que trastorna la razón.
- El Emperador: poder en manos incapaces.
- El Papa: trastorna los conformismos; simboliza igualmente a los falsos profetas.
- Los Enamorados: un mal camino elegido.
- El Carro: ambición desmedida y poco realista.
- La Justicia: complicaciones judiciales, peligros para la libertad.
- El Ermitaño: cambiar la dirección de los enfoques.
- La Rueda de la Fortuna: cambios o viajes con riesgo o irresponsables.
- La Fuerza: acciones imprevisibles.
- El Ahorcado: prueba sentimental o afectiva.
- La Muerte: oposición o un peligro que amenaza.
- La Templanza: talentos sin sentido práctico.
- El Diablo: huída ante la realidad.
- La Torre: error muy grave, cuidado con la salud.
- La Estrella: pereza, inspiración sin voluntad de ponerla en práctica, gusto por el juego.
- La Luna: problemas psicológicos, imaginación desbocada.
- El Sol: desprecio por lo material que provoca problemas.
- El Juicio: indiferencia ante los problemas o necesidades de los demás, soledad.
- El Mundo: búsquedas externas ambiciosas, uso de la gente, incumplimientos.
Generalmente, si el Loco sale al derecho refuerza los malos aspectos de la carta vecina; si sale invertido, anula esa carta. Las correspondencias cabalísticas del Loco son la menta, la calcedonia, el amarillo pálido, el vencejo, el álamo y las regiones montañosas.
Éste no lleva número pues se le considera fuera de las tres series de cartas que conforman las otras 21. Es un vagabundo que con su atado al hombro recorre distraídamente un camino del cual no conoce el rumbo, dirigiéndose hacia un precipicio que no ve pues va mirando hacia arriba, perdido en sueños, lo que conlleva el riesgo de su propia destrucción. Indica caída y caos, abandono y una inestabilidad en todos los planos. Depresión, decepción, defraudación, estafa y adulterio en el plano sentimental. En el plano afectivo: sentimientos que no ofrecen duración ni estabilidad, engaño (a menudo recíproco). Abandono voluntario de las cosas, pérdida financiera. El Loco al derecho tiene el valor del Ermitaño invertido, y viceversa.