Sueños que fomentan la creatividad
En la primavera del 1940 el ejército de la Alemania nazi avanzaba ominosamente hacia Bélgica y Francia haciendo, de paso, que el ejército británico que a la sazón se encontraba en Dunquerque se encontrara de repente en un estado de aislamiento e incomunicación. Mientras tanto, al otro lado del Océano Atlántico en Nueva York un joven ingeniero llamado D.B. Parkinson que conocía muy poco sobre armamentos trabajaba en el diseño de un aparato regulador de voltaje para uso telefónico.
Una noche Parkinson soñó que estaba en Europa con el sitiado ejército británico y que a su lado había un cañón antiaéreo que al disparar nunca fallaba en derribar un avión enemigo.
Luego de un rato uno de los operadores del cañón le sonrió y le pidió que fuera a ver éste. Cuando se acercó vio que montado en el cañon estaba el mismo regulador de voltaje en el que había estado trabajando.
Parkinson contó este sueño a otros ingenieros y científicos de la compañía Bell en la cual trabajaba. Estos pronto comprendieron la importancia de dicho sueño. El resultado fue el desarrollo del M9 un control computarizado para los cañones antiaéreos que dio magníficos resultados en la tarea de repeler los ataques aéreos enemigos. Su principal éxito ocurrió en agosto de 1944 cuando en una sola semana logró derribar 89 de 91 cohetes V-1 alemanes que habían sido lanzados desde Antwerp. En ese mismo mes nueve de diez cohetes V-1 que se dirigían hacia Londres cargados con bombas también fueron derribados por los M9.
Las historias en las que los sueños juegan un prominente papel en la solución de problemas, en la génesis de nuevos descubrimientos científicos o en la creación artística son abundantes. Un caso prominente fue el del gran químico alemán del siglo 19 Friedrich A. Von Kekule, quien declaró que un sueño le proveyó la clave para lo que fuera su más importante descubrimiento y un gran avance en el campo de la química orgánica. Tras largo tiempo frustrado por su incapacidad para resolver el problema de la estructura molecular del benceno Kekule tuvo un sueño en el que vio a una serpiente que mordía su propio rabo formando así un anillo. Al despertarse Kekule cayó en cuenta que, al igual que la serpiente de su sueño, la molécula de benceno también debía formar una especie de anillo.
Igualmente, durante la década de 1860 el químico ruso Dimitri Mendeleev llevaba varios años trabajando en la búsqueda de un sistema para clasificar los elementos de acuerdo a su peso atómico y patrones de reacción, tarea que se le había hecho sumamente difícil. Según el mismo narra, una noche del año 1869 vio en un sueño una tabla en la que todos los elementos caían en su lugar correspondiente. Al despertar dibujó esta tabla que vino a conocerse en el campo de la química como la tabla periódica de los elementos, que posteriormente sólo tuvo necesidad de un pequeño cambio.
Srinavasa Ramajunan fue un matemático hindú que llevó a cabo una de las más grandes proezas matemáticas de la historia. Prácticamente solo y sin la ayuda de entrenamiento formal avanzado redescubrió muchos de los procesos matemáticos que habían requerido muchos siglos y muchos pensadores para descubrirse. Su hazaña fue de tal magnitud que un comentador dijo “dudo que una hazaña tan prodigiosa se hubiese hecho antes en la historia del pensamiento”. En 1948 la prestigiosa revista Scientific American reportó como Ramajunan recibía en sus sueños la ayuda de la diosa hindú Namakkal quien se le aparecía mientras dormía y le ofrecía fórmulas matemáticas que el verificaba al despertar. Esta tutoría nocturna duró toda la vida de Ramajunan.
La creatividad, al igual que los sueños, depende en gran medida de procesos inconscientes. Es común la experiencia de comenzar a trabajar en una idea o en la solución de un problema de cualquier tipo hasta que llega el momento en el cual ya sentimos que estamos verdaderamente atascados/as y lo dejamos a un lado sólo para encontrar que unas horas, días, o tal vez semanas la solución al problema o la idea creativa que nos eludía nos llegan a la mente como por arte de magia. Al parecer lo que tenemos aquí es un caso de nuestra mente inconsciente trabajando continuadamente en un problema sin que nosotros nos demos cuenta a nivel consciente. Los psicólogos llaman a este fenómeno “incubación”. Nuestro inconsciente trabaja en diversas soluciones hasta que encuentra una que aparenta ser de utilidad y procede a enviarla hacia los niveles conscientes para allí ser evaluada.
Existen grandes paralelos y lazos entre los sueños y la actividad creativa. Del mismo modo que nuestro inconsciente trabaja en la solución de problemas sin que nos demos cuenta, este mismo inconsciente crea nuestros sueños sin nuestra activa y consciente cooperación. En el mundo de la noche somos actores y a la vez espectadores en un drama cuyo guión ha sido escrito sin nuestra participación consciente (aunque como veremos posteriormente es posible aprender a ejercer influencia consciente sobre el contenido de nuestros sueños).
Por otra parte, una característica de nuestros sueños que los convierte, si sabemos utilizarlos, en fuente creadora es el acceso que ellos tienen a regiones de nuestra mente que normalmente nos resultan inaccesibles mientras estamos despiertos/as. Si nos preguntamos a qué cosas, a qué fuentes de conocimiento tiene acceso nuestra mente mientras estamos despiertos la respuesta es que tenemos acceso a información explícita. Cómo nos llamamos, dónde vivimos, lo que hemos leído en el periódico o visto en la televisión, etc. Sin embargo, cuando soñamos podemos tener acceso a cosas que no sabíamos que conocíamos. Bajo ciertas circunstancias, podemos construir en nuestros sueños imágenes altamente exactas y detalladas de personas o lugares que solamente hemos visto una vez en nuestra vida y que a nivel consciente ni siquiera las recordábamos.
Además de tener acceso a conocimientos que nuestra mente consciente ignora, nuestros sueños tienen la capacidad de establecer conexiones y hallar relaciones entre ideas, conceptos y objetos que durante nuestra vida despierta se nos escapan. Esta es otra manera en que los sueños nos pueden ayudar en la tarea creadora y en la solución de problemas. Según Jan Born, profesor de la Universidad de Lubeck en Alemania, quien ha llevado a cabo importantes estudios sobre el sueño y la creatividad, al dormir nuestro cerebro reprocesa la información que hemos adquirido durante el día de modo que la despertar podemos ver las cosas desde nuevas perspectivas.
Elias Howe, inventor de la máquina de coser escribió que obtuvo de un sueño la idea principal que lo llevó a dicha invención. Howe soñó que había sido capturado por unos caníbales. Mientras estos ejecutaban una danza ritual en preparación para cocinarlo el notó que las lanzas de los caníbales, que estos movían hacia arriba y hacia abajo continuamente, tenían un pequeño agujero cerca de la punta. Cuando despertó, la imagen del agujero en las lanzas y el movimiento de éstas permaneció extremadamente vívido en su memoria. De este sueño Howe derivó la idea principal que hizo posible una máquina de coser eficiente. El agujero para el hilo debía estar cercano a la punta de la aguja y no en la base como se había estado tratando de hacer hasta entonces.
Dos de los ejemplos que ofrecí al comienzo de este capítulo se relacionan con un sueño creativo en un área tecnológica y otro se relaciona con el campo de las matemáticas. Esto lo hice adrede. Cuando se habla de sueños creativos muchos piensan que esto sólo sucede en el caso de los artistas y de hecho, este tipo de sueño es muy común en los pintores, fotógrafos, escultores y otros artistas plásticos. Artistas como el gran pintor español Salvador Dalí, el famoso pintor y poeta inglés William Blake, músicos de la estatura de Mozart y Beethoven, y el famoso director de cine sueco Ingmar Bergman hallaron en sus sueños inspiración para sus obras. Sin embargo, no debemos pensar que la creatividad se limita a estos campos ni tampoco a genios o superdotados como los que hemos mencionado. Todos tenemos nuestra dosis de creatividad y podemos reclutar la ayuda de nuestros sueños para mejorarla y enriquecerla.
Muchas veces el mensaje principal del sueño no está en el contenido sino más bien en el tipo de sueño y el momento de nuestra vida en que éste ocurre. El novelista norteamericano Robert Olen Butler, ganador del premio Pulitzer en 1992 señala que nunca ha escrito un libro directamente inspirado por un sueño, sino que su relación con los sueños es más indirecta. Cuando recientemente tuvo un sueño extremadamente vívido, real y placentero el supo que era el momento de comenzar a escribir una nueva novela. Por el contrario, el mismo autor señala que cuando ya está inmerso en el proceso de escribir, sus sueños se tornan poco vívidos, literales y muy poco placenteros. Butler atribuye este fenómeno a que mientras escribe está sacando elementos del inconsciente y plasmándolos en la página lo cual deja muy poco para elaborar en los sueños.
Es incontable el número de personas que han hallado en los sueños una fuente de nuevas ideas, planes y soluciones creadoras. Nuestra mente soñadora es un extraordinario archivo de información, una excepcional fuente de revelaciones, y un maravilloso instrumento de síntesis de ideas y conceptos que impulsa nuestra creatividad mas allá de los límites que el hábito y las limitaciones de la vida consciente tratan de imponernos.
Si usted desea explorar el poder creativo de los sueños una forma sencilla de hacerlo es el método de la incubación. Este método se basa en el hecho de que por lo general lo que soñamos guarda relación con los asuntos acerca de los cuales hemos pensado o estado ocupados durante el día. Con el método de la incubación creamos intencionalmente una preocupación acerca de un tema de nuestra elección. Sencillamente, durante el día y antes de acostarse, enfoque su mente en una situación o problema que desee solucionar. Luego piense en el sueño como la respuesta al problema. Repítase mentalmente varias veces durante el día, y cuando se acueste, que desea soñar sobre ese tema o problema. No se decepcione si al principio sus sueños no parecen guardar ninguna relación con el problema que usted desea resolver, o si al despertar la respuesta que se deriva de sus sueños parece ser una ilógica o irracional. A medida que vaya practicando este método encontrará que sus sueños estarán cada vez más relacionados con su problema y eventualmente logrará nuevas perspectivas sobre el mismo.