El simbolismo de los sueños
En muchas partes del mundo el simbolismo de los sueños se trata con mucho respeto. Los grandes sabios interpretan las imágenes soñadas, que muchas veces se consideran mensajes de los dioses, y la gente actúa de acuerdo con estas interpretaciones. No obstante, en el mundo occidental actual no se les presta mucha importancia a los sueños y la gente ignora gran parte de las inquietudes de su subconsciente. Sigmund Freud se dedicó al estudio del simbolismo de los sueño s y descubrió su importante relación con el anhelo del hombre por ver cumplidos sus deseos. Freud creía que los sueños reflejaban nuestros deseos más los gatos aparecen como personajes importantes en numerosos cuentos infantiles. Tanto el gato Cheshire de Alicia en el país de las maravillas como el de la obra de Kipling El gatito que se fue solo, emanan ambigüedad y astucia.
En el antiguo Egipto se adoraba a los gatos y el culto a Bast se centraba en torno a una diosa representa da por un gato. Las imágenes de estos animales se reverenciaban y los gatos domésticos se momificaban después de su muerte, como las personas, para que pudiesen pasar a la vida ultraterrenal.
Símbolos universales de los sueños
Después de analiza r los sueños de muchos pacientes, Jung llegó a la conclusión de que ciertas imágenes aparecen en todas las culturas como símbolos, por lo que forman parte de lo que él denominaba el subconsciente colectivo, basado en las experiencias y recuerdos de nuestros ancestros. Imágenes como la de verse perseguido por un enorme monstruo, el ansia por la seguridad, o los peligros que acechan en la oscuridad, los experimenta en sueños gente de todo el mundo, de modo que se trata de imágenes universales.
A estas imágenes universales Jung las denominó «arquetipos» que aparecen en el subconsciente de millones de personas. Existe el ánima o principio femenino, que se puede manifestarr como diosa, reina, princesa o bruja: y el animus o principio masculino, que podría ser dios, rey, príncipe, hechicero o el mismo demonio. Estas figuras simbolizan nuestra imagen de lo masculino y lo femenino, y podrían ser representativas de un aspecto de nosotros mismos, de nuestro padre o nuestra madre, o de una persona amada.
Otros arquetipos incluyen la sombra, la personificación de sentimientos de culpa o temor, en particular de nuestros deseos inconsciente s u ocultos.
Signos y símbolos en los sueños
La obra de Goya El sueño de la razón produce monstruos, muestra cómo los temores que sentimos durante el día pueden provocar terror en la noche más profunda, que muchas veces tenían sus raíces en la infancia, y les adjudicaba un matiz sexual o erótico. Su discípulo Carl Jung llegó a la conclusión de que el simbolismo iba aún más allá de lo puramente sexual hasta alcanzar una dimensión espiritual.
Jung quedó fascinado por la forma en que los objetos o las persones comunes aparecen en nuestros sueños inmersos en un contexto extraño, muchas veces angustioso, e intentó encontrar una explicación. Según él, muchas imágenes aparecen en nuestros sueños como producto directo de nuestro subconsciente, amalgama de recuerdos y emociones que yacen en nuestro yo más profundo. Con frecuencia no somos conscientes de estos impulsos que sólo en nuestro sueño surgen a la superficie.
Por ejemplo, un cepillo para el pelo puede traer recuerdos de la infancia cuando nuestra madre nos cepillaba el cabello, con lo que simboliza la imagen de una madre cariñosa; sin embargo, otra persona tal vez haya sido golpeada con el cepillo cuando aún era niño, de forma que sus asociaciones resultarán muy diferentes. En el cuadro de Magritte El soñador atrevido, un hombre sueña con una serie de objetos mundanos carentes de aparente relación entre sí, pero que en cierta forma se relacionan de un modo significativo en su subconsciente.