Soñar con la muerte
Ha de parecer terrible que alguien sueñe con la muerte, pues siempre la asociamos a grandes pérdidas, desgracias y fallecimientos dolorosos. Aún así la muerte, desde tiempos lejanos también se ha interpretado y entendido como un cambio de vida; tal vez de una vida difícil, de prueba e intenso trabajo a otra de paz y tranquilidad.
Sea cierto o no, ése es precisamente uno de los símbolos de la muerte en los sueños: el cambio de vida. Cuando sentimos que nuestro trabajo ya no nos satisface, cuando entendemos que nuestra pareja ya no nos hace feliz, cuando ansiamos llenar de color nuestros días grises, entonces, puede que soñemos con la muerte, que nos hablará de arrasar con lo conocido para instalar nuevas esperanzas, o de que esos cambios, en caso de que ya nos hayan llegado, nos harán ver las cosas de un modo totalmente distinto.
También puede ser la Muerte en sueños una vía de escape para épocas de cansancio excesivo, esas en la que nos hemos planteado metas muy altas que nos cuesta cumplir y nos sentimos frustrados por no ser capaces.
Aparece entonces la Muerte como necesidad de descanso, de recogimiento, de deseos de parar el tiempo y aislarnos de todo. Si la persona que está soñando es extremadamente sensible, puede llegar a percibir el fallecimiento de alguien en ese momento.
Esto puede llegar a ocurrir si la persona sueña con una muerte y se despierta de improviso teniendo la horrible sensación de que ha ocurrido realmente. Para las personas de edad avanzada, este tipo de sueño sí que puede significar preparación y aceptación de la propia muerte.
Puede que al sentir que está próxima, les cueste reconocer que se acerca y el subconsciente intente prepararles para ello. O puede, en caso de personas enfermas, que la anhelen como medio para acabar con su sufrimiento.
Naturalmente la interpretación y el significado de soñar con morirnos es el miedo que tenemos a perder la vida. Este sueño denota inseguridad y miedos que realmente no tienen nada que ver con nuestra muerte ni con la de nadie conocido. Por ejemplo, la desaparición de las ambiciones y egoísmos terrenales para encausarse hacia lo espiritual nos haría soñar con la muerte.
Soñar a la muerte puede ser también consecuencia de extremo cansancio y agotamiento físico, que entre otros efectos produce melancolía y decepción por nimiedades en la vida cotidiana.
Este sueño también suele ocurrir después de haber vivido con gran entusiasmo por falso optimismo y grandes esperanzas, pero todo ello fracasado; en consecuencia, la muerte sólo simboliza pesimismo y depresión pasajera que dará lugar a nuevas ilusiones y esperanzas.
Soñarse en agonía insinúa que el sufrimiento y el esfuerzo realizado en su vida le permitirán disfrutar de una vida mejor en el futuro. Soñar que alguien está muriendo insinúa que por el momento algunos familiares o amigos están pasando por una racha de mala suerte, lo que puede afectar al soñante.
Si soñamos que es otro el que muere puede significar, o bien que sentimos que esa persona necesita cambios importantes y le deseamos que lo consiga, o que dicho sujeto ha dejado de ser lo que era para nosotros, es decir, que ya no lo consideramos amigo, pareja, amante, etc. Y que ya no nos relacionaremos con él o ella de la misma manera.
Depende la interpretación, por supuesto, de quien sea esa persona en nuestra vida y de lo que nos haya ocurrido con ella últimamente.
Por ejemplo, si tu hermano, o un amigo, está sufriendo algún tipo de tensión de la que no sabe cómo salir, su muerte en tu sueño expresa tu deseo de que encuentre la salida que tanto necesita. Pero si, tras una época de tensiones matrimoniales, sueñas que muere tu pareja, evidentemente, te habla de tu deseo de que desaparezca sin más, de que haya una separación rápida y radical. Otros dicen que la muerte anuncia viaje, pobreza, casamiento, triunfo sobre el enemigo, si el féretro es conducido a hombros.
La muerte de una mujer desconocida presagia sequía; si vuelve a la vida después de muerta: lluvia bienhechora. La muerte de mujeres predice la de los niños varones y viceversa. Cargarse con un muerto vaticina pagar deudas de un ateo. Ver un muerto postrado en la cama, predice que el soñador se hará responsable de los actos del difunto.
Ver a los muertos salir de sus tumbas y comer el alimento de los vivos y beber su agua, presagia miseria, hambre, peste. La muerte de un conocido, acompañada de lágrimas y gemidos, predice la muerte de uno de los deudos del finado. Si no hay duelo ni, pesares, señala casamiento y una boda alegre.