Rituales navideños
A lo largo de los siglos la humanidad ha aprovechado el poder de la naturaleza para celebrar rituales invocadores de salud, amor y fortuna. Te proponemos algunos de los más populares y antiguos para que recibas el año con magia.
La mayoría de las tradiciones navideñas, como adornar un abeto, hacer regalos o comer con los seres queridos tienen su origen en antiguas costumbres paganas, practicadas durante el solsticio de invierno, para celebrar el retorno del Sol Invicto. Fue en el siglo IV cuando el papa Liberio trasladó la Natividad de Jesús, del 6 de enero, al 25 de diciembre, que estas celebraciones paganas comenzaron a enmarcarse dentro de un escenario religioso. De hecho, los cristianos sólo celebraban hasta entonces la Resurrección de Jesús, es decir, la Semana Santa.
Pero es tal la fuerza que emana de la naturaleza durante esta época del año, en que la luz solar comienza a brillar un poco más cada día, que todas las culturas han inventado rituales cargados de poder destinados a invocar salud, prosperidad y protección para el nuevo ciclo que comienza. Incluso en la actualidad, cuando la superstición es denostada como señal de ignorancia, surgen nuevas costumbres aceptadas por la sociedad.
Es el caso de las doce uvas que la gran mayoría de los españoles comemos al toque de las doce campanadas. Este hábito fue lanzado en los años 20 por algunos vinateros catalanes que necesitaban desprenderse de un excedente de uvas, pero se practica como si se tratara de un ritual mágico que asegura un año nuevo próspero y abundante.
Te proponemos que te unas a las celebraciones solares con otros ritos, de origen es mucho más antiguo. Su eficacia no ha sido probada por ninguna ley científica, pero por probar tampoco se pierde nada y al menos convertirás estas Navidades en unas fiestas mágicas. La llegada del 2009 no es para menos.
Alejar vibraciones negativas. Purificar la casa.
Era la primera acción que nuestros ancestros llevaban a cabo en el solsticio de invierno. El día 21 o 24 por la mañana hacían la colada de toda la ropa que había en el hogar y fregaban esta de arriba a abajo. El agua que se utilizaba en estos menesteres llevaba incorporada una infusión de alguna de las hierbas consideradas mágicas y protectoras, como el laurel, eneldo o romero.
También los habitantes de la casa se daban un baño purificador a cuya agua añadían las citadas hierbas y nieve. Si practicas este ritual visualiza, mientras te bañas, que el agua absorbe la fatiga y los problemas que el último año ha depositado en tu mente y tu cuerpo. Mantener una luz encendida en la ventana durante toda la noche también ahuyenta las malas vibraciones.
Colocar acebo o muérdago sobre la puerta
De tu casa si deseas alejar males y accidentes de tu hogar y los tuyos. Al acebo se han atribuido tradicionalmente propiedades mágicas y curativas, y es ornamento muy querido al cristianismo, que hizo de él símbolo de Cristo, por la blancura de su flor, el rojo de sus bayas, lo aguzado de sus espinas y la amargura de su corteza.
Mientras que el muérdago, parásito de robles y encinas, era sagrado para los druidas que lo consideraban símbolo de regeneración, por su verdor y lozanía en pleno invierno, y le llamaban; y le llamaban, por sus múltiples virtudes terapéuticas, "el que lo cura todo". Pensaban incluso que cuando sus ramas se ponen amarillas pueden servir, por magia simpática, para hallar oro.
Consigue unas hojas de muérdago, ponlas en un recipiente con agua y bendícelas con esta sencilla frase: "muérdago del año nuevo, bendice y purifica este agua". Después rocía todas las habitaciones de tu casa, empezando de izquierda a derecha, como las manecillas del reloj. así atraerás también prosperidad y salud.