Ritual para invocar éxito en Navidad
La Navidad es un día especial en que se cierra un ciclo en el año y nos predisponemos para la iniciación en unos dias muy especiales, que al igual que en la llegada de Año Nuevo, pediremos Paz y espiritualidad en nuestras vidas
Debemos poner todo nuestro esfuerzo, pensar en un objetivo claro y dar por hecho que el resultado va a ser el que deseamos. El objetivo principal en este ritual es que el año entrante sea mejor que el saliente. Es por tanto un ritual propiciatorio, de afirmación, con el que queremos potenciar y avanzar hacia algo mejor en todos los sentidos.
Muchas personas que con ansias esperan este día preparan esencias a base de limón, menta, mastranto, hierbabuena y mandarina para refrescar y remover cargas y energías negativas para acercar y activar las positivas en los hogares y rincones íntimos.
Con un incienso encendido preferiblemente con aroma de limón se comienza el recorrido por toda la casa, simultáneamente se coloca música, preferiblemente relajante para atraer la concentración que amerita el momento.
La idea del recorrido con el incienso encendido, es para que el humo elimine todas las energías negativas o paralizadas. Purificando lentamente, se espera hasta el término del incienso.
Paso siguiente, se barre en sentido hacia la puerta principal toda la casa para simular que se expulsa todo lo que no se quiere en casa (basura, negatividad, etc...).
Cuando se acabe el incienso llegó la hora de escoger la esencia preferida con otro aroma para pasar el un paño húmedo por todo el suelo de la casa de esta forma: uno hacia fuera y dos hacia adentro refrescando ese espacio con inciensos de miel, girasol, o mandarina.
Ingredientes para el ritual : Cuatro velas (blanca, dorada, plateada y roja) y el altar (soporte donde vamos a colocarlas).
El color de las velas es importante porque encierra toda una simbología que hay que conocer. La vela blanca simboliza la limpieza y la purificación. Con ella eliminamos todo lo negativo que nos rodea y ayudamos a que el Año Nuevo sea un período limpio y esté libre de los malos augurios.
Las velas plateada y dorada nos indican la transición de un metal precioso (la plata) a otro metal precioso (el oro) mucho más valorado. Simboliza el paso hacia algo mejor. La vela roja la utilizamos para potenciar esa transición.
Algo mágico ocurre
Lentamente vamos distribuyendo cada vela en su lugar correcto. La vela blanca en el centro de la parte superior del altar, la plateada en el lado izquierdo, la dorada a la derecha y la roja en la parte de abajo. Nos reunimos alrededor del altar con nuestra familia o con nuestros amigos, si es nuestro deseo, o permanecemos en soledad si no nos apetece compañía o no la tenemos.
Procedemos al encendido de las velas en el sentido de las agujas del reloj, primero la plateada, luego la blanca, después la dorada y por último la roja.
Dirige tu pensamiento hacia el objetivo que quieres conseguir procurando no distraerte en otras reflexiones, expresá verbalmente tus aspiraciones para el Año Nuevo o pronunciá un texto que tu escribas antes de empezar el ritual. Luego imaginate que ya lo has conseguido, visualizá sin temor que tus deseos se han cumplido.
Se respira una atmósfera de paz. Algo mágico está ocurriendo, tu fuerza mental, ayudada por el fuego, camina hacia un desenlace favorable, lo estás viendo, lo estás sintiendo, lo estás descubriendo.
Oración:
Doy la bienvenida al Espíritu de la Navidad, quien baja a este planeta con la misión de DAR; te saludo, te amo, te reconozco y te bendigo Maestro Natividad. Te doy las gracias por la maravillosa labor de Amor, Alegría y paz que realizas. Abro las puertas de mi corazón, de mi hogar a tu radiación y te reconozco como huésped privilegiado a quien deseo agasajar. Solicito, acepto, recibo y realizo la abundante provisión para la humanidad, para mi familia, para mis amigos y para mí. Invoco la Ley del Perdón y del Olvido y la Llama Violeta Transmutadora para que consuma, transmute, disuelva y libere con Amor todo lo inarmonioso en mi hogar y en todo el planeta Tierra, para que la Paz, el Amor, la Armonía, el Equilibrio, la Alegría y el Orden Divino, regalos del Amado Natividad llenen mi vida y la de toda la humanidad.
Paso siguiente, se hará una breve meditación invocando desde el espacio del Amor al Espíritu d la Navidad, luego cada quien leerá para sí mismo con mucha FE su lista de peticiones.
Esto se hará antes de la cena y sin haber ingerido licor de ningún tipo en todo el día, pues se trata de un acto espiritual muy íntimo, donde cada quien procurará conservar la mayor pureza y el mayor recogimiento, para alcanzar al Maestro Natividad y a los ángeles.
Ahora se procede a quemar la hoja de peticiones, dirigiéndote mentalmente a los ángeles de la Navidad:
Ángeles Integradores de la Abundancia, transmitan estas peticiones a mi Amado Maestro Natividad para que me sean conferidas sólo para el Bien, Amor y Perfección en mí y en toda la Humanidad.
Puedes irradiar las cenizas al viento si estás en un lugar abierto, o guardarlas en un sobre si te encuentras en un lugar cerrado. Si se desea, en este momento se puede decir la oración de gratitud y despedida de la llama, la cual dice:
Gracias a la Presencia de Dios Universal, a sus Ángeles y muy especialmente al Espíritu de la Navidad, quienes nos han asistido este día.
Bendita llama, expresión de la esencia luz de Dios, gracias por tu servicio obediente a la humanidad, regresa ahora al centro corazón de la creación para que seas atraída de nuevo a la acción a través de la invocación de la humanidad para expandir los bordes del reino del padre por todo el infinito. En la unidad de toda vida nos inclinamos y damos gracias por la oportunidad de haber participado en este servicio (se apaga la llama).
Con la música navideña como fondo, al terminar el ritual se reparten abrazos a cada invitado, y sentiremos la luz dorada que se irradia desde el centro del Universo que nos bañará de bendiciones, hay una sensación de Unidad y de Paz.
Dejar consumir las velas hasta el final. Los restos no tirarlos a la basura, se pueden enterrar en una maceta que tengamos en casa o guardar en el fondo de un cajón.