Ritual para congelar las malas influencias
Si conocemos a alguien que tiene malas intenciones con nosotros, nos desea el mal o tiene envidias, energías negativas o malos pensamientos hacia nosotros, podemos hacer el siguiente ritual.
El ritual para congelar las malas influencias se requiere una preparación previa. Esto supone escoger un sitio tranquilo e íntimo de la caza con luz natural que debe mantener limpieza rigurosa. Durante la preparación y ejecución del ritual debes concentrarte en lo que estás haciendo y reflexionar sobre los objetivos del ritual.
El ritual para congelar las malas influencias está indicado especialmente para aquellas personas que presentan signos de irritabilidad, cambios de actitud y carácter, mal humor, cansancio, falta de energía, insomnio o pesadillas, lo que probablemente, puede tener origen en unas influencias negativas.
Materiales para el ritual:
- - manzana roja
- - tres cabellos de la persona a tratar
- - un pedazo de ropa interior sin lavar de la persona a tratar
- - una cucharada de sal
- - tres gotas de amoníaco
- - tres clavos de especia
- - cordel de algodón blanco para atar
- - bolsa de plástico negra
- - cinta aislante de color negro
- - disponer del congelador (de nuestra nevera)
Procedimiento:
El ritual para congelar las malas influencias se puede realizar en cualquier hora y día de la semana. Tenemos que estar solos y preferiblemente utilizaremos la cocina.
Limpiar escrupulosamente todo el ambiente, especialmente el congelador. Lavaremos la manzana con agua y sal y una vez seca, esribimos con un objeto punzante las iniciales de la persona a tratar. Con la ayuda de un cuchillo hacer un corte circular en la parte superior de la manzana de manera que se desprenda en forma de tapa.
Reservar esta tapa y con una cuchara hacer un hueco en el corazón de la manzana. Aquí ponemos los tres cabellos, el trocito de la ropa interior, la sal, el amoníaco y los clavos de especia. Lo tapamos con la tapa de la misma manzana. Atemos la manzana con el cordel de algodón terminando con nueve nudos apretados. Ahora tenemos que introducir la manzana en el interior de la bolsa de plástico negra y sellarla con la cinta aislante negra envolviéndola completamente. Ahora introducimos este paquete en el congelador.
Pasados cuarenta días, sacar el paquete y tirarlo a aguas de curso rápido. Dentro del congelador podemos seguir guardando los alimentos ya que el ritual no afecta a sus propiedades.