Escudo protector de su casa contra envidia
Con este ritual se puede impedir que los deseos malintencionados de la gente que a menudo tienen relación con nosotros, afecten nuestra propia armonía y la armonía de nuestro hogar.
En general nuestra vida se ve constantemente afectada por la envidia y por determinadas agresiones de personas que pueden pertenecer a nuestro entorno o ser ajenas a él. Todas estas acciones negativas pueden provocar alteraciones en la vida de nuestro hogar y de nuestra vida personal, sobre todo si nuestras energías se encuentran demasiado débiles.
Elementos a usar:
- 7 velas espada S. Jorge.
- una bandeja redornda de plástico.
- 3 manzanas rojas frescas.
- 3 naranjas
- 7 monedas.
- Miel.
- Una espada de bronce de 20 cms, aprox.
- Un cuchillo de cocina sin uso.
- Un fluído de San Jorge.
- Un jabón de San Jorge.
- Un sahumerio de varilla o conos San Jorge.
Antes de iniciar este trabajo de defensa, usted deberá bañarse durante 7 días con el jabón de San Jorge.
Prepare la bandeja de plástico, las frutas cortadas en cuatro partes, con el cuchillo ritual. Distribuya las monedas en círculo y rocié todo con miel.
Coloque la espada y el cuchillo en forma de cruz, sobre las frutas.
Salpique todo esto con el fluido de San Jorge, santiguando. Coloque las siete velas espada alrededor de la bandeja y enciéndalas de izquierda a derecha, rezando la oración del santo.
Intercale 7 sahumerios o conos.
Entierre la bandeja en el jardín, o bien dentro de una maceta, de la siguiente manera: forme un colchón con ruda fresca dentro del pozo, y coloque la bandeja encima de éste. Clave la espada en la fruta y haga lo mismo con el cuchillo, teniendo en cuenta que el filo de ambos apunte hacia la puerta de entrada.
Rocíe con el fluido y cubra todo con tierra. Si este escudo protector ha sido enterrado en el jardín, plante una ruda fresca sobre él. Si lo enterró en una maceta, coloque una planta Sansevieria (más conocida como vara de San Jorge o Sasiveria).
Oración:
OH, San Jorge, siervo de nuestro Señor Jesucristo, tú que defendiste a los cristianos y a todo hombre de buena fe, invoco tu defensa en éste día y en ésta hora, para que cortes y recortes ligaduras, amarraduras, saladuras y todo lo que pueda perturbarme. Protege mi casa, mis seres queridos, hoy y siempre por los siglos de los siglos. Amén.