Propiedades espirituales del cuarzo 2ª parte
En contacto con nuestro cuerpo, los cuarzos nos ayudan a equilibrar el flujo de nuestras células. Éstas transmiten pulsos eléctricos entre ellas, que aumentan cuando nuestras emociones están alteradas, incrementándose la corriente de nuestro cuerpo y afectando a nuestro sistema nervioso. Es entonces cuando los cuarzos intervienen de forma positiva ayudando a las células a recuperar el flujo eléctrico, normalizándolo y permitiendo que se recobre el equilibrio.
Además de trabajar con los ritmos de nuestro cuerpo desde la parte eléctrica, también nos aportan sílice, uno de sus principales componentes. Al poner el cuarzo en contacto con nuestra piel, que es el órgano respiratorio mayor de nuestro cuerpo, la piel absorbe el sílice y lo transmite a nuestro organismo. Durante una sintonización con cristales de cuarzo, se propicia la liberación emocional y el reequilibrio energético. Su uso continuado a lo largo de un tratamiento armoniza al organismo, permitiendo la transformación de estados emocionales.
Los cuarzos por sí solos son capaces de transmitir serenidad, aliviar dolores, promover la clarividencia, transformar la energía, liberar iones negativos y captar iones positivos, ayudar a activar la parte intuitiva del cerebro y conectar con la información de los sueños.
Es importante sentir al cuarzo y tenerlo en consideración porque sus propiedades principales son: absorber, amplificar, generar, equilibrar, transformar, memorizar y proyectar energía. Todos son capaces de efectuar las mismas funciones pero, dependiendo de la forma, el color y la posición en que los coloquemos obtendremos un resultado u otro.
El cristal de cuarzo transparente o "blanco" es muy conocido por sus propiedades para estimular el psiquismo. Por ello, gran parte de las bolas de cristal o piedras para vislumbrar el futuro han sido siempre confeccionadas de cuarzo. Durante el siglo XIX, en Europa, las esferas pequeñas de cristal se colocaban debajo de la almohada para crear una armonía con el adivino y aumentar su eficacia. Para fortalecer los poderes de la bola de cristal de cuarzo, se recomienda exponerla a la Luna llena.
Antes de comenzar a leer el designio del cristal, a veces se debe tomar una infusión de Artemisa y luego frotar una Artemisa en el cristal. Los péndulos hechos de cristal de cuarzo y una cadena de plata son muy eficaces para obtener respuestas a través de su balanceo. La juntura de las partes del cuarzo vibra intensamente y al mismo tiempo sintoniza con una armonía cósmica. Tales armonías sirven para terapias de sanación y elevación espiritual.
Su frecuencia ultrasónica y capacidad energética es ideal para sanación. Calma relaja y seda. Representa el inconsciente, la intuición. Purifica y estabiliza en casos de depresión, miedo, pánico, insomnio y fatiga. Promueve cambios positivos en las personas y disuelve patrones conductuales negativos. Excelente para meditar y encontrar lo que busca. Apoya todos los buenos impulsos de la persona para su superación espiritual y material. En curación, excelente para tratar afecciones del estómago, del colon y recto. El cuarzo ahumado es afín a todos los chakras.
Se ha empleado el cristal de cuarzo, también, como un amuleto para obtener protección. A continuación, algunas de las formas tradicionales para lograrlo: Colocar en las esquinas del cuarto principal de una casa varios cuarzos para obtener protección. Grabar en este cristal la imagen de un hombre con armadura que sostenga un arco y una flecha. Colgar la piedra al cuello, mediante un collar, para protegerse.