Piedras y Gemas
Todas las piedras preciosas son minerales, con algunas excepciones, y estos pueden originarse de diversos modos. Algunos se forman a partir de líquidos fundidos y de gases en el interior de la Tierra, o bien a partir de la lava volcánica que llega a la superficie. Otros resultan de la precipitación de soluciones acuosas o crecen con la ayuda de organismos en la superficie de la Tierra o cerca de ella (minerales sedimentarios). Por último se forman nuevos minerales por recristalización de minerales ya existentes como consecuencia de grandes presiones y elevadas temperaturas en lugares profundos de la corteza terrestre.
Casi todos los minerales presentan formas cristalinas determinadas, esto significa cuerpos homogéneos como una red estructural regular de átomos, iones o moléculas. El estado cristalino es sinónimo de estadio sólido, definido no como algo que comporta la posesión de una forma o volumen propios, sino como la posesión de una disposición regular de átomos que se suceden de manera idéntica hasta unos 100 millones de veces en la distancia de 1 cm. Esta rigurosa repetición no se cumple por ejemplo en los vidrios. Casi todos los minerales necesitan muchos milenios para formarse, así como alta temperatura, elevada presión y su posterior enfriamiento. La mayoría de las personas, desconoce la posible influencia que puede ejercer un cristal sobre el espíritu, el ánimo, y la mente.
Los cristales emiten una energía natural comparable a la electricidad o el magnetismo, que aún no ha sido totalmente descifrada por el hombre. Existen otras fuerzas invisibles, radiaciones, y rayos cósmicos que no vemos pero su presencia en muchos casos puede ser demostrada por métodos directos o indirectos. Más recientemente se están estudiando los rayos cósmicos
ultra-energéticos que se propagan por el universo a una velocidad cercana
a la de la luz y que también llegan a nuestro planeta, Poseen cientos de
millones de veces más energía que las partículas producidas por cualquier
acelerador del mundo. Es un misterio su origen, se desconoce la fuente que
los produce ya que ni siquiera las más violentas explosiones de estrellas
podrían generar partículas con estas energías, que permanentemente llegan
a la Tierra, la atraviesan y por ende nos atraviesan. En la diversidad de energías podemos distinguir aquellas que producen un efecto directo como la electricidad, la radiofrecuencia o el electromagnetismo, o indirecto como los rayos cósmicos o las líneas Hartman propias del Planeta Tierra y detectadas por métodos radiestésicos.
Si a un cristal de cuarzo se lo comprime ejerciendo una fuerte presión por un instante produce un haz luminoso y hasta una chispa que sirve para encender una llama de gas. Si se frotan las caras de dos cristales de cuarzo el halo de luz sirve para iluminarlo por un instante o por el tiempo que dure la fricción. La compresión posibilita una modificación en la estructura atómica del cuarzo cambiando su vibración y por ese motivo surge la chispa y la luminiscencia. El avance de la electrónica ha sido posible gracias al conocimiento de la alta frecuencia de vibración del cristal de cuarzo. La precisión de un simple reloj electrónico está dada entre otras cosas por la alta frecuencia en que oscila su pequeño cristal de cuarzo, que sobrepasa los treinta y dos mil ciclos por segundo. Innumerables son las aplicaciones del cuarzo en la electrónica: El silicio se halla presente en los circuítos integrados, en los osciladores, en los ordenadores y en todo aquel aparato que requiera alta frecuencia de vibración.
A estas energías podemos sumar las energías del pensamiento, de los sentimientos y de las emociones que volcadas en un cristal pueden ser amplificadas y uniendo la energía mental a la energía de alta frecuencia vibracional del cuarzo se amplifica y se armoniza la onda produciéndose una estabilización en la frecuencia del pensamiento, serenando el ritmo psíquico. Dentro de las llamadas piedras preciosas se debe considerar a la familia de los cuarzos como gemas de una importancia fundamental. El cristal de roca, las ágatas, amatista, cuarzo ahumado, citrino, prasiolita, cuarzo rozado, aventurina , cuarzo ojo de gato, ojo de halcón, ojo de tigre, calcedonia, carneola, Sardo, crisoprasa, Heliotropo, Agata musgosa, dendrita, Jaspe, Xilópalo, y el Opalo representan un extenso grupo distinguiéndose por su enorme belleza. El cristal de Roca, el cuarzo rosado, la amatista, las ágatas y citrinos poseen un amplio poder vibratorio, que puede emplearse como equilibrador del sistema nervioso. Como Aprovechar el Poder de los Cristales Una esfera de cristal de roca puede ser un instrumento sumamente
favorable para meditar: El cuarzo es un amplificador poderoso y al establecer un contacto periódico con él, al cabo de cierto tiempo iremos obteniendo resultados. No se debe esperar que inmediatamente la comprensión y el entendimiento se incremente. Alcanzar madurez es producto de un proceso de introspección y de salida del pensamiento puro sin alteraciones subjetivas.
Esa quizás sea la virtud máxima que se consigue con la esfera de cuarzo. Lo importante es que se podrá ir evaluando el avance y en la perseverancia se podrá percibir que la conciencia de sí va incrementando su presencia, permitiendo la observación interior y los elementos externos, de una forma distinta, con mayor sintonía al considerar las formas. Paulatinamente se podrá comprobar que comienzan a saberse cosas que costaban mucho incorporar en el pasado. El discernimiento y el poder deductivo se incrementan y producen un sentimiento de seguridad y de afianzamiento. La contemplación es capaz de producir en lo interno una elevación espiritual, en forma natural pero progresiva.
La premisa es dejarse llevar, mirando sin ver la piedra sostenida en la mano, hasta no ver su contorno, y penetrar en su espacio cristalino quizás alcanzando a vislumbrar el misterio de lo infinito. Ese momento es el indicador de transitar el buen camino. Existen innumerables ejercicios descriptos por infinidad de autores de
diversos países que emplean las piedras preciosas para mejorar el
organismo. Técnicas simples o complicadas que intentan disciplinar y
atrapar las energías de las gemas con una serie de instrucciones que sólo
conducen a la intelectualización de un proceso que justamente debe
producirse en forma natural, con una explicación sencilla, ya que al
tratar de emprender un camino complejo, el contacto fundamental con la
piedra se pierde y la atención se vuelca en seguir los pasos del
recetario. Quizás aumente la percepción rápidamente y surjan estados nuevos de plenitud o de éxtasis. Instantes sumamente intensos capaces de provocar la comprensión de la existencia de otros componentes hasta allí desaprovechados. Un descubrimiento interno al estar conectados con la profundidad de la esencia empleando como vehículo una esfera de
cuarzo. Pudiendo desdoblar el nosotros y el ello al mismo tiempo. Para lograr este estado, que es un estado de elevación, se debe realizar el experimento sin resistencias ni prejuicios, tratando de desterrar todos los pensamientos negativos y sólo permitiendo sentir la libertad interior. Al alcanzar el estado de contemplación se realiza un intercambio entre las percepciones que espontáneamente surgen y el estado de conciencia profundo, que contribuyen a la conexión con al espíritu o el alma radicada en el espacio, fuera de toda concretud. Allí es cuando mirando sin ver el cuarzo sentimos su influencia, su emanación y hasta podemos percibir el movimiento de sus miles de millones de átomos, y también vemos sin ver el universo sostenido en nuestra mano, en esa esfera que parece infinita. Se sueltan las amarras en ese estado y el espíritu liberado de la materia puede viajar a través del espacio sin fronteras. Es como un nacimiento y a medida que se continúe con esta práctica cada vez será un nacimiento pero con el anterior incorporado.
Encada regreso la comprensión se incrementa, y la vida cotidiana comienza a tener un sentido distinto. Las circunstancias se relativizan, lo importante deja paso a lo verdaderamente importante. El encuentro con el Cosmos demuestra la insignificancia de las cosas terrenas. Es penetrar en los albores de una nueva dimensión que permite ver otra realidad, más cierta. Allí esta el nacimiento del contacto con lo trascendente que comienza a integrarse desde el espíritu hacia la conciencia profunda, después de haber vivenciado la plenitud y de haberse acercado a los portales del infinito. En ese nivel de estado de contemplación y de tránsito hacia la conciencia profunda, incluye un grado de sabiduría superior y la inmensa luz de la paz aleja las sombras de la incertidumbre, permitiendo absorber las circunstancias y desgajando los velos del obrar incorrecto. Más allá de estas soberbias perspectivas existen otras posibilidades , para lograr en la vida , ya con un sentido superior, la verdadera felicidad.
El encuentro del Ser gracias a la piedra y a todo el proceso logra momentos en donde el amor, la conciencia, la paz y el saber alineados permiten que la llama de luz se encienda por un instante surgiendo el destello de la iluminación. Es en ese momento que la vida cambia de sentido, y las valoraciones pasadas comienzan a ser historia, dejando paso a un nuevo sentir puro, único y verdadero que permite el enlace entre lo temporal y lo atemporal, entre la frontera y el infinito. El tiempo no transcurre, es la materia que se desplaza por él en un movimiento espiralado pero cuando se alcanza el instante de iluminación todo queda suspendido en un pasaje a otra dimensión. Si es la esfera y el hombre y la Tierra y el Espacio y el Tiempo. Aquellos que intenten la aventura de transformarse, dejándose guiar por su Yo interno y se internen en el estado de contemplación asiduamente, notarán desde su realización un cambio suave al comienzo pero más intenso con la práctica constante que servirá para demostrar que la experiencia es valedera. Irán desapareciendo nerviosismos, miedos, alteraciones, estrés, dolores físicos, angustias, ansiedades y cualquier otro síntoma de perturbación emocional. El desarrollo de la vida contendrá mayores posibilidades debido al reencuentro del cuerpo con el espíritu y el alma.
En alguna medida es el alma la que se contacta con el cristal en forma
directa. La vibración del alma inmaterial a millones de ciclos por
segundo, al sintonizarse con el cristal es capaz de producir en el cuerpo
una aceleración de alta frecuencia logrando una armonización en los
niveles espiritual, mental, celular y atómico. La fe es el arma contra el miedo. Si se tiene fe en la estampa de un santo o en una imagen venerada a través de ellas es probable que el ruego sea concedido. Asimismo se ha comprobado que la oración es poderosa y ese acto de fe es capaz de lograr el milagro de elevar el espíritu. La fe en cada acto de la vida es primordial, al poseerla sin fanatismos, ni dogmas ayuda en el transcurso de la vida. También si se deposita fe en un cristal este actúa por un mecanismo de interacción. En la estampa, en la imagen y en la oración se genera devoción y esa emoción actúa en una forma maravillosa permitiendo la elevación espiritual. Miles de personas han experimentado este proceso, hasta sin darse cuenta y han obtenido resultados extraordinarios.
La relación con el cristal va más allá de la emoción, implica el reencuentro con la belleza de la naturaleza en su más alta expresión, elaborada en el transcurso de millones de años, pudiendo apreciarse el fulgor de la esencia con sólo disponer en la mano y ante los ojos una amatista, un cristal de roca, un ágata o cualquier otra piedra preciosa. Sabemos por el gusto, el tacto, el olfato, el oído, la vista y la
intuición, pero existe un séptimo sentido que se podría llamar trance o
éxtasis, al que puede llegarse con el contacto vibracional entre el alma,
el cristal, la mente y el cuerpo. Es como liberarse de la ley de gravedad, de los impulsos y de cualquier otra atadura que afectara la libertad, quedando expuesta la claridad tan diáfana como el cristal que se contempla. La conciencia se abre como un portal dimensional y permite abarcar lo interno y externo del ser logra el equilibrio entre la realidad concreta y la realidad trascendente. Pareciera increíble que todo esto pudiera obtenerse con un cristal, pero este es un vehículo, un transmisor que opera por interacción. Cuando más se avance en la evolución, menos se requerirá de los cristales, sólo disfrutaremos de su pureza y hermosura.
Cuando se alcanza un contacto profundo con la esencia se puede
prescindir de ellos dado que el ser ha cristalizado. La demostración que señala el avance evolutivo es el aumento del grado de humildad, de piedad, de gratitud, de tolerancia y de comprensión. La ciencia hoy dice que hace quince mil millones de años surgió este Universo. En ese principio todo estaba condensado en el tamaño de una cabeza de alfiler y lo llamó Big Ban. Dentro de esa cabeza de alfiler estaba contenido la materia, la antimateria, las galaxias, los agujeros negros, las estrellas, los planetas, los satélites lo inorgánico y lo orgánico la esencia de los cristales y la esencia del hombre y de la vida, representada en todas sus formas conocidas y desconocidas. Evidentemente existe un origen común y absoluto de todo. Pensar en el origen común ayuda a pulir las aristas más filosas de la personalidad logrando que la indulgencia habite en el ser. Esa es otra señal demostrativa de la dirección correcta, y aquellos que les interesa lo expuesto se están demostrando que se hallan preparados para abordar la tarea. El contacto mental y espiritual con el cosmos es fundamental
para desprender la gran carga que impide alzar el vuelo |