La Magnetita
Es el símbolo de la virilidad. Los griegos consideraban que, convertida en amuleto, dotaba de fuerza y valor a los luchadores que ofrecían su espectáculo al publico. Los emperadores romanos solían regalar anillos o colgantes de magnetita a sus gladiadores favoritos para que vencieran en las contiendas. Incluso los bárbaros que invadieron Europa llevaban colgantes de esta piedra para que no les faltara el valor durante la batalla. En los países Arabes, sin embargo, este amuleto se utilizaba para dotar de benevolencia a quien lo llevara. Asirios y sumerios poseían una fórmula mágica en la que sumergían la magnetita y luego empleaban el aceite para untarse el cuerpo antes de participar en orgías u otras situaciones amorosas en las que fuese preciso demostrar una virilidad inextinguible. En la Edad Media, sin embargo, se consideraba que un puñal tallado en magnetita siempre resultaba mortal, pues la piedra envenenaba la sangre humana.
Desde el punto de vista curativo, se le atribuyen poderes contra las afecciones internas del aparato reproductor masculino.
Sus propiedades magnéticas las reconocieron los chinos en el siglo XI a. C.
El naturalista Plinio el Viejo habló de su existencia al sugerir que el nombre se deriva de Magnes, un pastor cuyos zapatos con clavos de hierro se fijaron en piedras que contenían dicho mineral.
Durante, al menos 4 milenios, los humanos han usado cristales magnéticos de magnetita a manera de brújulas para orientarse.
Abre el chakra de la cabeza
Los signos afines a la piedra son: Piscis, Aries, Tauro y Géminis.
- Colocar una magnetita engarzada colgando del cuello, para desarrollar un carácter equilibrado, eliminando los complejos y la timidez.
- Colocar una magnetita durante diez minutos diarios en el centro de la frente (entre las cejas), acostados y en estado de relajación, para prevenir o curar las enfermedades relacionadas con los ojos.
- Colocar una magnetita durante diez minutos diarios en el centro de la garganta, acostados y en estado de relajación, para protegerse de las enfermedades contagiosas.
- Colocar una magnetita en la coronilla sujeta con un pañuelo, durante diez minutos diarios, acostados en estado de relajación, para lograr que nuestros pensamientos sean positivos, y puros y para prevenir o curar la depresión y los estados anímicos enfermizos. Colocar una magnetita durante diez minutos diarios, acostados y en estado de relajación, sobre el ombligo para prevenir o combatir los problemas en el aparato digestivo.