Larimar o Pectolita Azul
Esta rara piedra preciosa es conocida también como la piedra delfín. De origen volcánico, se presenta en color azul, azul verdoso, gris, rojo o blanco y se encuentra exclusivamente en las islas de la República Dominicana.
Su descubrimiento es muy reciente y su nombre se debe a Miguel Méndez, un voluntario del cuerpo de Paz que la bautizó con la unión del nombre de su hija Larissa a la palabra «mar» por los colores del agua del Caribe, donde fue encontrado, quedando denominado como larimar.
Los habitantes de la zona la llamaron «roca azul» porque pensaban que procedía del mar, más tarde, se descubrió el origen real de este mineral, dando lugar a la creación de la mina de Los Chupaderos. El Larimar es una variedad de la pectolita, compuesto por hidrato de silicato ácido de calcio y por sodio; el color azul del larimar es la sustitución de Cobalto por Calcio.
La energía del Larimar nos aporta las cualidades del mar y del aire, trayendo la paz del corazón e integrándolo con la paz de la mente y el pensamiento positivo.
Conecta con la comunicación más pura, aportando paz interior y compasión hacia uno mismo y los demás, muy ligada a la energía de los delfines, nos refleja su sabiduría intuitiva, su inocencia, y sus sentimientos puros, también este cristal está conectado con la sabiduría y con la historia de la Atlántida, también favorece la comunicación con otros reinos espirituales y el contacto Angélico.
Sintoniza con el quinto chakra, (garganta), pero también armoniza con el cuarto (corazón) y con el sexto (tercer ojo).
Ofrece una hermosa energía de sanación y amor incondicional, alegría de espíritu, belleza, fluidez, conexión energética, y armonía con el ser humano y con la naturaleza.
Nos aporta la energía de la Diosa, sobre todo en su conexión con el mar y el cielo.
Facilita la autocuración, es utilizado en el tratamiento de alteraciones en los cartílagos, la garganta, articulaciones, y arterias, disuelve bloqueos energéticos en el pecho, la cabeza, y el cuello.
En reflexología ubica la enfermedad y desbloquea los meridianos.
Templa las emociones y las tensiones desbordadas, aportando que estas sean expresadas de forma serena y eficiente a los demás, atrae alegría y bienestar, despertando sentimientos puros, es muy recomendable utilizarlo cuando se necesite aplacar emociones intensas como la ira, o simplemente en ocasiones en las que se requiera pureza interior, o si se manifiestan sentimientos negativos.
Equilibra la energía femenina tanto en el hombre como en la mujer, contribuyendo al control de las emociones sin reprimirlas, y aporta mejoría en los desórdenes bipolares.
Adecuado para aquellas personas que buscan al compañero de su alma, y la energía alegre de la niñez.
Ayuda a vencer la apatía, y ver las necesidades de cambio interior o exterior, ofrece la consciencia de reconocer las ataduras que hemos de soltar para continuar con nuestro crecimiento.
Recomendada especialmente para personas que sufren estrés, y para eliminar aquellos bloqueos y conductas autodestructivas como la tendencia al martirio, la culpabilidad y el miedo, ayudando a tomar el control de la propia vida, y a enfrentar los cambios y desafíos de forma positiva.
Aporta claridad, pensamiento constructivo y mentalidad creativa.
Favorece la evolución desde los chakras cuarto, quinto y sexto, al de la corona, ayudando a que se manifieste la sabiduría interior.
Favorece sin esfuerzo la inducción a estados meditativos, ayudando a elevar de forma natural la conciencia de manera fluida armonizando el alma y el cuerpo a las nuevas vibraciones, aporta fortaleza espiritual, disgregando los limites que impiden la evolución espiritual del alma, orientando esta al verdadero camino.
Situada en la tierra contrarresta desequilibrios telúricos y tensiones geopáticas.
Contribuye a la sanación de vidas pasadas, con el contacto directo sobre el cuerpo retira entidades adosadas.