La dieta desintoxicante de la gemoterapia
Como en otras disciplinas afines a la terapia con gemas, la dieta alimentaria correcta es fundamental para que el tratamiento funcione, ya que únicamente liberándonos de las toxinas lograremos que las vibraciones positivas del cristal activen nuestros centros vitales.
Esta dieta no se inicia un lunes como sucede generalmente, sino un sábado, ya que el primer paso es efectuar un ayuno de uno o dos días y conviene efectuarlo cuando no se trabaja, ya que de ese modo existe menor desgaste de energías.
Sábado
El día de ayuno únicamente se tomará agua mineral sin gas y será preciso dormir mucho, no hacer esfuerzo alguno y a los sumo efectuar una breve caminata. Otra opción para quienes no resisten un ayuno total es consumir solamente fruta, siempre y cuando sea de un solo tipo y no supere el kilo y medio. Las uvas son altamente recomendables, ya que por su alto nivel de glucosa dan sensación de saciedad y también porque en su composición existe un ácido que elimina toxinas.
Domingo
Únicamente se ingerirán frutas y verduras crudas. Uno de los secretos consiste en masticar lentamente los alimentos para que las enzimas de la saliva los degraden mejor y favorezcan su digestión. Conviene desayunar una pera, almorzar una ensalada compuesta por alguna verdura de hoja y otra roja o anaranjada (por ejemplo zanahoria o remolacha) condimentada con aceite de oliva, jugo de limón y muy poca sal, y repetir los mismos platos para merienda y cena. Además beber dos litros de agua mineral como mínimo.
De Lunes a Viernes
El resto de la semana será preciso consumir mucha fruta y verduras crudas. Dos frutas frescas en el desayuno (es mejor evitar la banana) o una mezcla de avena, semillas de girasol, pasas de uva y trozos de fruta mezcladas con un yogur natural. Al mediodía una ensalada mixta y una papa pequeña bien cocida. Ea cena consistirá en un minestrón de verduras o un plato de legumbres y cereales (por ejemplo arvejas o chauchas con arroz integral, calabaza con trigo, choclo, etc.) Únicamente dos veces en la semana se ingerirá un cuarto de pollo sin piel y tres, un trozo de queso fresco o de soja.