Curiosidades sobre las gemas
Las piedras o cristales siempre han sido símbolo de poder, luz, armonía, belleza y sabiduría. Se les atribuyen propiedades curativas y son utilizadas en el tratamiento de ciertas dolencias. Desde diamantes, esmeraldas y rubíes hasta cuarzos más humildes absorben y emiten energía. Las personas sentimos una atracción muy fuerte por los cristales. Esto es así porque el orden natural de la estructura del cristal de cuarzo representa un grado de coherencia, orden y perfección que buscamos en nuestras vidas
Desde tiempos remotos, pueblos de distintas culturas y continentes han utilizado los poderes espirituales y curativos de las gemas y cristales. Los cristales y piedras emiten vibraciones curativas que pueden aliviar trastornos físicos, emocionales y mentales.
Se dice en las Escrituras que, después de entregarle los Diez Mandamientos, el Señor le pidió a Moisés que el pueblo no fabricara dioses de plata ni de oro, sino altares de piedra. De ahí que, deban ser naturales y sencillos. De una manera u otra, las piedras han estado relacionadas con la divinidad y son un símbolo universal de permanencia, de la eternidad del “ser”, además de tener gran poder mágico.
Los druidas, sacerdotes celtas, aseguraban que en todas las piedras se podía encontrar la realidad de la existencia porque eran casi inalterables al paso de los siglos. Las consideraban como parte de la vida, de una vida lenta, pausada y armónica. A ellas acudían para curar el alma, sanar el espíritu y aliviar el cuerpo.
Los cristales pueden llegar a canalizar determinadas fuerzas de la psique. Una persona que esté bien relajada y en disposición de proyectar una idea o sueño puede ver que el cristal se muestra receptivo. Los cristales o gemas nos proporcionan vibraciones en el aura que sanan, equilibran y limpian, nivelando con ello nuestros Chacras, que son los puntos energéticos que tenemos las personas, haciendo que estén en perfecta armonía nuestro cuerpo físico, mental, emocional y espiritual.
También son transmutadores, haciendo por ello que la energía que reciben sea transmutada en su interior soltando una energía totalmente diferente, de ahí su poder curativo y de sanación, esto es debido a que están rodeados de un campo vibracional parecido al nuestro, produciendo también nuestros cambios hacia la sanación y equilibrio de energía al entrar en contactos con ellos. También en la Astrología, las piedras preciosas desempeñan un papel muy importante.
Estas pueden intensificar o debilitar las cualidades características de cada signo zodiacal. Asimismo los planetas ejercen su propia influencia y a ellos se les asocian diversas gemas.
Las piedras pueden mejorar nuestra salud física y espiritual. Su aplicación como terapia puede ayudarnos como complemento de cualquier tratamiento. Cuando un organismo se desequilibra, es decir, cuando no es capaz de asimilar una o varias radiaciones, comienza la enfermedad. Entonces, la clave para regresar a la salud está dada por una restauración del equilibrio, a través, del restablecimiento de la energía vital que ha sido desarmonizada.
Todos los minerales y todas las piedras preciosas están armonizadas con las constelaciones y proclaman su afinidad mediante sus colores. Es por ello que cada piedra equivale a un centro corporal, o chakra. Uno de los puntos importantes a la hora de comenzar el trabajo con las gemas es tener claro que son un alto potencial energético, y que tenemos que ser cuidadosos trabajando con ellas, puesto que son canalizadoras de energía, y su uso no ha de ser indebido.