La celestita
La celestita es una bonita piedra semipreciosa de un tono azul pálido, esta compuesta de sulfato de estroncio. Este mineral es un cristal translúcido pero en lugar de ser débil como el cuarzo es mucho más duro. Su tonalidad varía según la región de la que proceda, por ejemplo en Estados Unidos su color suele ser azul nieve. Pero su tonalidad en ocasiones suele mezclar los tonos azules con otra tonalidad amarillenta, esta combinación es la más codiciada de todas.
Se encuentra sobre todo en: México, España, Perú, Madagascar, Libia, etc
Contribuye a la sanación del aura, equilibrando y alineando la energía, (sobre todo el chakra de la garganta) mantiene armonía, facilita la resolución de conflictos y las negociaciones, sobre todo en tiempos difíciles. Atrae amor.
Utilizada en alteraciones del aparato locomotor (sobre todo músculos y articulaciones), relaja tensiones y dolores de cabeza, ojos, oídos y órganos internos como el bazo y el corazón.
Favorece la autoestima y la autoconfianza, calmando las emociones más impetuosas.
Contribuye en la toma de decisiones, facilita la creatividad artística, y aporta paz interior lo que ayuda a abrirse a nuevas experiencias.
Contribuye a manifestar la fuerza de expresión y convicción, fomenta la claridad mental y el análisis de pensamientos complejos y abstractos, fomenta el equilibrio mental e instintivo.
Proporciona clama, paz espiritual y facilita la conexión con el reino Angélico, ayuda a comenzar el camino espiritual, y a continuar en él.
Estimula la compasión por todos los seres vivos y el planeta en el que habitamos.
Una celestina de gran tamaño eleva la vibración del lugar en el que se encuentra.
Expuesta al sol pierde color.
Estimula la clarividencia, los viajes extracorporales y ayuda a recordar los sueños.