Ágata Fuego
El Ágata de Fuego tiene una profunda conexión con la tierra aportando seguridad. Tienen un gran poder para solucionar problemas y da apoyo en tiempos difíciles.
Realiza una intensa función protectora, especialmente contra las malas intenciones. Construyendo un escudo protector alrededor del cuerpo, devuelve la agresión a su fuente para que pueda entender el daño que está haciendo.
Como su nombre sugiere, físicamente el Ágata de Fuego está vinculada con el elemento fuego y favorece las relaciones sexuales, enciende el chakra base y estimula la vitalidad a todos los niveles. El Ágata de Fuego disipa el miedo e infunde una profunda seguridad.
Es una piedra indicada para la meditacion ya que favorece la introspeccion. Tiene una gran fuerza vibratoria y es buena para atraer la suerte en los amores.
Chakras: Abre los chakras de la garganta, bazo, y plexo solar
Como su nombre lo dice, a la luz parece color fuego.
Por su capacidad energética, al hacer pasar su energía por la columna y llegar hasta la cabeza, energiza el centro del entrecejo.
Es afín al chakra sexual.
Acentúa el espíritu de lucha y provee energía sexual.
Se la relaciona con Kundalini, (palabra hindú que significa "serpiente roja", configuración de la energía que pasa a través de la columna y que está representada por una serpiente roja, enroscándose en la misma hasta llegar a la cabeza.)
Signos: Geminis, Tauro, Leo, Cancer, Libra, Virgo, Escorpio, Capricornio, Piscis
Sostener un Ágata de Fuego favorece la introspección, extrayendo sin esfuerzo los problemas internos para su resolución. Ayuda a eliminar los deseos ansiosos y destructivos y puede ser útil para tratar adicciones.
Espiritualmente, esta piedra protectora favorece la relajación para que el cuerpo se “suavice”, potenciando la meditación. Se dice que representa la perfección absoluta, instila fortaleza espiritual y favorece la evolución de la conciencia.
Ésta piedra cura el estómago, el sistema nervioso y el sistema endocrino, así como los desordenes circulatorios. El Ágata de Fuego aporta vitalidad al cuerpo, impidiendo el agotamiento de la energía. Situada sobre un chakra desalineado, lo devuelve al alineamiento. A nivel sutil, el Ágata de Fuego limpia los bloqueos etéricos y energetiza el aura.