Fantasmas

Si hay algún tipo de historia que cause temor entre las personas, es sin dudas la de fantasmas. El desconocimiento de su naturaleza, pero la realidadde sus manifestaciones, es lo que hace a este fenómeno uno de los más conocidos. El término que describe el fenómeno en inglés es "haunt" ("encantado") y tiene la misma raíz que "honre" ("hogar"), refiriéndose a la ocupación de los hogares por los espíritus de personas y de animales muertos que una vez habitaron el lugar. Otros sitios encantados parecen ser los lugares que habían sido frecuentados o que atraían a los muertos cuando aún vivían, o en sitios donde ocurrieron hechos de muertes violentas. La mayoría de estos fenómenos no parecen tener una razón o propósito evidente.

Algunos son continuos y otros aparecen en fechas específicas que corresponden a las muertes o eventos notables en la vida de los fallecidos. Por ejemplo, en la Corte de Hampton, Inglaterra, se dice que el fantasma de Sir Christopher Wren es escuchado cada 26 de febrero (la fecha de su muerte en 1723), como si caminara apresuradamente subiendo y bajando las escaleras. Algunas de las apariciones son breves, durando solamente unas semanas, meses o años, mientras que otras duran siglos. Los sitios donde suceden a menudo presentan una atmósfera opresiva. No todo el que va a un lugar encantado experimenta fenómenos anormales. Existe la teoría de que sólo aquellos individuos con ciertas habilidades receptivas psíquicas o emocionales pueden percibirlos.

Pocos de estos fenómenos corresponden a la visión de apariciones. En dichos casos, el fantasma puede ser visto por un sólo individuo o colectivamente percibido por muchas personas presentes al mismo tiempo. Los fantasmas varían en su apariencia, algunos parecen personas o animales reales mientras que otros aparecen como figuras confusas, casi transparentes o mayormente blancas. Típicamente, algunos aparecen vestidos como era su costumbre cuando estaban vivos. La mayoría de los fantasmas que son vistos por muchos reiteradamente se muestran siempre vistiendo la misma ropa. Algunos cambian su apariencia y aún sus edades. Algunos son horribles, faltándoles la cabeza u otras partes del cuerpo. Los fantasmas más impresionantes son aquellos que recrean dramas tales como un asesinato o una batalla.

Teorías

Miles de apariciones han sido investigadas desde el siglo XIX por investigadores psíquicos y parapsicólogos. Numerosas teorías se han presentado, aunque ninguna parece explicar definitivamente el hecho.

Frederic W. H. Myers, uno de los fundadores de la Society for Psychical Research (SPR), definió un fantasma como "la manifestación de una persistente energía personal, o como una indicación de que alguna clase de fuerza es ejercida después de la muerte, la cual está de alguna forma conectada con la persona previamente conocida en vida" (Human Personality ami Its Survival of Bodily Death, 1903). Myers creía que los fantasmas no tenían inteligencia o conciencia propia y que son fragmentos de energía sin significado alguno que persisten después de la muerte.

Eleanor Sidgwick, antigua secretaria de la SPR, explicó que este tipo de fenómenos son una forma de psicometría, es decir, que las vibraciones correspondientes a determinados sucesos y emociones quedan imbuidas en una casa, sitio u objeto. Variaciones acerca de esta teoría proponen que estos fenómenos están impresos en el "éter psíquico" o sobre un campo de fuerza psíquico al cual cierta gente puede acceder bajo condiciones apropiadas. Una popular teoría espiritualista sostiene que los encantamientos ocurren cuando el espíritu de la persona o animal muerto es atrapado en el plano terrenal por razones varias, por ejemplo porque no sabe que está muerto o porque se resiste a abandonar la Tierra. Exorcismos suaves pueden hacer que el espíritu abandone finalmente el lugar y se encamine hacia el más allá.

Investigaciones sobre fantasmas

Los investigadores emplean tres técnicas básicas para investigar un encantamiento: descripción, experimentación y detección. La descripción toma los relatos de los testigos.

La experimentación involucra el llevar a un psíquico al sitio para corroborar los relatos del testigo o proveer nueva información. Las lecturas psíquicas son inciertas, puesto que la telepatía y la PES no pueden ser descontadas y a veces la información dada no puede verificarse históricamente. La detección involucra la observación o el registro del fenómeno. El investigador psíquico Harry Price fue uno de los primeros en usar tecnología moderna en las investigaciones de fantasmas.

Esta fotografía de 1956, fue obtenida en la iglesia de Eastry, cerca del pueblo de Sándwich, en Inglaterra. El señor Botman, quién la tomó, afirmó que al tomarla, solo se encontraba una mujer y la empleada de la limpieza. Sin embargo, al revelar la película apareció claramente, la fantasmagórica figura del clérigo perfectamente visible en la fila de bancos. Al día de hoy es una de la fotografías de la que no se puede dudar de su autenticidad.

Su caso más aclamado fue el de Borley Rectory, el cual investigó entre los años 1929 y 1938. Price armó un "equipo para cazar fantasmas' que incluía zapatos de fieltro, cintas métricas de acero, un termómetro, una cámara fija, una cámara de cine a control remoto, un equipo de huellas digitales, un telescopio y un teléfono portátil. Price creyó que estaba ante un caso de poltergeist, pero las averiguaciones fueron controversiales y las alegaciones de fraude fueron presentadas después de su muerte en 1948. El caso permanece sin resolver. Las investigaciones más recientes incluyen testigos y psíquicos que marcan sobre un plano de la casa o edificio los sitios donde ellos creen que el encantamiento ha ocurrido. Se toman fotos con películas regulares e infrarrojas para tratar de captar imágenes de fantasmas y se usan grabadoras para captar ruidos y murmullos. Varios aparatos electrónicos, tales como sensores de calor y contadores Geiger, pueden usarse para medir los cambios en la atmósfera. Estos métodos son muy imprecisos y la interpretación de los resultados es a menudo subjetiva. Los críticos dicen que la investigación de fantasmas es imprecisa y no una ciencia verídica porque depende demasiado de los testimonios de testigos.

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