Psicofonías 1ª Parte
En Parapsicología, se conocen como psicofonías a las "voces o sonidos paranormales grabadas en cinta magnética", aunque los estudiosos coinciden en que este fenómeno es mucho más amplio y abarca otras formas de recepción y también en otros soportes (teléfono, grabaciones digitales, etc.).
Desde su descubrimiento, la mayoría de los investigadores que se ocuparon del fenómeno aseguraban que las psicofonías recogidas en los magnetófonos eran una manifestación de los difuntos. Sin embargo, esta hipótesis no es la única y desde sus comienzos ha enfrentado a diferentes investigadores y parapsicólogos, entre quienes defienden el origen trascendente del fenómeno, contra quienes defienden que se trata de un fenómeno provocado por el experimentador y que no tendría nada que ver con elementos ajenos a su propia mente.
Las primeras voces grabadas en cinta magnética, quizá sean las que se obtuvieron en el laboratorio de física de la Universidad del Sagrado Corazón de Milán por los padres Gemelli y Ernetti el 17 de septiembre de 1952. Ambos sacerdotes estaban grabando cantos gregorianos en un antiguo aparato, que utilizaba un alambre a modo de cinta magnética.
En una de sus sesiones, grabaron una voz que no debería estar allí. A este primer registro le sucedieron otros y las investigaciones de ambos sacerdotes sobre este fenómeno se prolongó durante toda la década, haciendo diversas pruebas de laboratorio sobre la obtención de voces. Años más tarde, en 1986, el padre Pellegrino Ernetti concedió una entrevista a la revista italiana Oggi, donde pormenorizó sobre los resultados e investigaciones realizados desde 1952.
Pocos años más tarde, concretamente en 1956, el investigador norteamericano Raymon Bayless también captó voces de origen paranormal. Durante los trabajos de investigación que estaba llevando a cabo con el psíquico Attila von Slazay, quedaron grabadas en la cinta magnetofónica voces que no se habían escuchado durante la sesión mediumnica. Bayless intentó dar a conocer sus descubrimientos a la comunidad parapsicológica, pero sufrió la indiferencia de sus colegas que no dieron importancia al fenómeno.
Otras personas habían logrado por aquellas fechas voces paranormales en cintas de audio. Un estudioso de la vida de los insectos, el médico inglés Dr. Thomas E. New, habría conseguido registrar algunas voces que semejaban a las humanas durante sus trabajos de campo. Luego de una paciente investigación, presentó su informe a otros colegas, pero acabó renunciando a la investigación y divulgación de este fenómeno para no perder su prestigio profesional.
Algo muy parecido le ocurrió al alemán Karl Hintzman, quien había captado voces ininteligibles en el campo. Al igual que New, decidió interrumpir drásticamente cualquier investigación al respecto.
Y aunque las psicofonías son un fenómeno presente desde la aparición de los primeros magnetófonos, lo cierto es que popularmente se le atribuye al pintor, músico y cineasta sueco Friedrich Jürgenson el descubrimiento del fenómeno.
Según su propio relato, el hallazgo de las voces paranormales se produjo de forma totalmente casual: Fue en el año 1959, cuando Jürgenson se dirigió a un bosque cercano a su casa en Mölnbo, a pocos kilómetros de Estocolmo, con la intención de grabar los trinos de los pinzones para la banda sonora para un documental sobre la vida de los pájaros. Allí dejó su magnetófono cerca de un árbol y se alejó lo suficiente para que la cinta pudiera registrar con naturalidad los trinos de los pájaros.
Algo más que trinos
Cuando regresó a su casa dispuesto a escuchar el material grabado, notó que entre los sonidos propios de las aves, se escuchaban voces humanas, que el investigador identificó como palabras en sueco y noruego, junto con algo de música. Volvió días después al bosque para grabar nuevamente el canto de los pinzones, esperando que esta vez ninguna voz "ensuciara" su registro.
Habiendo tomado todas las precauciones para que allí no estuviera nadie, realizó una nueva grabación. Nuevamente aparecía una voz, que le llamaba por su nombre de pila. En un principio, Jürgenson pensó que aquellas voces pertenecían a alguna emisora de radio que había entrado accidentalmente por el magnetofón. Luego de algunas pruebas, desechó la idea de una emisora de radio y pensó que estaba utilizando una cinta reciclada y que aquellas voces pertenecían a un registro anterior. Luego de repetir la experiencia varias veces y con la certeza de utilizar cintas nuevas, comprobó que las voces se repetían en algunas grabaciones.
Un mes después, y mientras estaba trabajando para una radio, creyó sentir una voz en alemán que lo llamó por su nombre y que le contaba cosas sobre Rusia. En otras ocasiones, sentía voces en otros idiomas como por ejemplo el italiano o húngaro, aunque es preciso señalar que Jürgenson -tal como otros de los más importantes investigadores del tema- era un experto poliglota.
Como las voces normalmente eran inaudibles durante la grabación y solo se convertían en un leve susurro al escuchar la cinta, Jürgenson había afinado su oído hasta el punto en que cayó en una especie de proceso de alucinaciones auditivas, donde interpretaba como voces casi cualquier sonido: el ruido de la lluvia, chasquidos, etc. Ante esta situación, decidió parar sus experimentos durante algunos meses.
Luego de reanudar las pruebas, había un "mensaje" que siempre se repetía y que lo invitaba a seguir escuchando. Ya dispuesto a abandonar por el cansancio, Jürgenson creyó escuchar en su magnetófono una voz que le decía -... espera, espera, escúchanos. A partir de este momento, se dedicó totalmente a la investigación de este fenómeno.
Después de varios meses de pruebas, y con la convicción de que las voces de las cintas pertenecían a seres ya fallecidos, presentó sus grabaciones con las voces a los miembros de la Sociedad de Parapsicología de Estocolmo, aunque, como era de esperar, no le dieron demasiada importancia al fenómeno.
Presentación en sociedad de las voces
El desinterés de los parapsicólogos suecos por las "voces" no fue motivo de desaliento para Jürgenson, quien publicó en 1964 su primer libro bajo el título de Rosterna frän Rymden (Voces del Universo), donde además de describir detalladamente la metodología necesaria para obtener las "voces", manifestaba su opinión sobre el origen del fenómeno. Para el cineasta sueco, las voces no provenían de ningún elemento físico sino del "Más Allá".
Algún tiempo después, Jürgenson publicó su segundo libro bajo el arriesgado título de Comunicaciones por radio con los muertos donde afirmaba -sin ningún tipo de reservas- que era posible mantener comunicaciones relativamente fluidas no solo con personas allegadas ya fallecidas, sino que también su método servía para comunicarse con personajes históricos de todas las épocas.
Los científicos de entonces no refutaron ni debatieron en ningún momento las tesis de Jürgenson, sino simplemente lo ignoraron a él y a sus libros. Otro tanto de lo mismo hicieron los parapsicólogos, a excepción del letón Konstantin Raudive, antiguo profesor de psicología quien en aquellos años residía en Suecia. Este hombre de ciencia llevaba años investigando fenómenos relacionados con la Parapsicología, en especial en todo lo relacionado con la supuesta vida después de la muerte, habiendo publicado el libro sobre el tema "El hombre del caos y su superación".
Raudive conoció a Jürgenson en 1964, y le pidió que reprodujera ante él el fenómeno de las voces. Así lo hizo Jürgenson , quien hizo escuchar a Raudive y un grupo de amigos una selección de sus mejores registros. Raudive quedó impresionado con el fenómeno de las voces y vio en él una oportunidad para demostrar, con métodos empíricos la supervivencia de algún tipo de vida después de la muerte física.
Desde ese momento, ambos investigadores comenzaron a trabajar juntos en la obtención de "voces". Fue una de estas voces obtenidas en cinta magnetofónica, la que impresionó sobremanera a Raudive. En ella, el investigador asoció la voz a la reciente muerte de su secretaria Margaret, con quien parecen "conversar" aquellas voces.
En el curso de sus investigaciones, ambos investigadores tomaron nota no solo de los contenidos de los "mensajes", sino también de las condiciones en que fueron obtenidas. Tras haber obtenido una ingente cantidad de registros psicofónicos, llegaron a la conclusión de que las grabaciones de mejor calidad habían sido obtenidas en verano, después de la puesta de sol y cuando el tiempo estaba frío y seco. En cambio las erupciones solares o la aurora boreal afectaban seriamente a la calidad de las voces obtenidas. Esto hizo pensar a muchas investigadores, y no sin razón, que las que el fenómeno de las voces podían deberse a fenómenos de interferencia electromagnética, y más concretamente a emisiones radioeléctricas que muy fácilmente podían "colarse" -y de hecho lo hacen en algunas ocasiones- en el magnetofón. Este argumento se apoya en el hecho de que las ondas de radio, al igual que las "voces", se ven seriamente afectadas por las tormentas solares y la aurora boreal.
Posteriores investigaciones descartaron de que el fenómeno se deba exclusivamente a emisoras de radio, ya que en diferentes laboratorios de todo el mundo se obtuvieron psicofonías bajo el más estricto control, utilizando micrófonos en cámaras insonorizadas , Jaulas de Faraday, etc.
El propio Jürgenson asegura haber realizado grabaciones en presencia de técnicos de renombre, como T.Laurent, profesor en el politécnico de Estocolmo o el Ingeniero electrónico Lemke de Münich; siendo imposible cualquier recepción de señales externas debido al fuerte blindaje de los aparatos electrónicos.
Pero antes de seguir avanzando en las primeras investigaciones, conviene detenerse un poco en la figura de Jürgenson.
El polifacético Jürgenson
La vida profesional de este personaje estuvo siempre ligada al arte en sus diferentes facetas. Desde sus primeros años, estudió canto y pintura. Con la revolución rusa, su familia tuvo que emigrar a Inglaterra, y en 1932 se trasladó a Palestina para continuar con sus estudios de canto y pintura. Su carrera como cantante de opera la desarrolló en Milán entre 1935 y 1938, pero tuvo que abandonarla debido a problemas de salud.
A partir de 1949, Jürgenson comenzó su carrera como pintor. Trabajó en la Catedral de San Pedro, donde pintó para la posteridad "La ciudad de los muertos" debajo de la cripta. Completó sus trabajos como pintor para las autoridades eclesiásticas realizando cuatro cuadros del Papa Pío XII, los cuales se encuentran expuestos en el Vaticano.
Tras realizar excavaciones en Pompeya entre 1967 y 1969, asumió una nueva etapa artística produciendo películas para televisión. Entre sus trabajos se encuentran "La decadencia de Pompeya", "La tumba de Pedro", o "El milagro de la sangre de San Genaro", este último premiado en Cannes en 1970.
El Papa prohibía cualquier filmación de su persona, sin embargo permitió que Jürgenson rodara "Todos quieren ver al Papa", por el cual le fue concedida la condecoración de "Commendatore di San Gregorio Magno", a pesar de no ser católico.
A partir de 1970, y hasta su muerte en 1987, Jürgenson se dedicó exclusivamente a la investigación y divulgación de las voces paranormales en cinta magnética.
Su vinculación con la Iglesia Católica ha provocado ciertas suspicacias entre algunos investigadores que dudan del descubrimiento casual de las voces, ya que Jürgenson bien podía haber conocido las investigaciones de Gemelli y Erneti. Jürgenson falleció en 1987, habiendo publicado tres libros y docenas de artículos, muy pocos traducidos al castellano.
Las investigaciones de Hans Bender
El alemán Hans Bender es quizá uno de los más famosos parapsicólogos europeos. Fue director del Instituto de Zonas Limítrofes de la Psicología y la Psicohigiene, dependiente de la Universidad de Friburgo de Brisgovia. Entre sus investigaciones, figuran los más importantes casos de la parapsicología mundial, incluyendo el fenómeno psicofónico.
Bender había realizado numerosas pruebas junto a Friedrich Jürgenson -que se extendieron a lo largo de varios años- donde se constató empíricamente la realidad del fenómeno psicofónico, aunque Bender difería en la interpretación del origen de las voces.
La primera de las investigaciones de Bender, luego de algunos contactos previos con Jürgenson, tuvo lugar en el verano de 1964, en el Instituto Alemán de Física de campo, ubicado en Northeim. Allí estuvieron presentes miembros de este instituto, técnicos de sonido, doctorados en física y varios miembros del Instituto de Friburgo. En la experiencia se utilizaron varios magnetófonos de la mejor calidad en aquel entonces.
Durante la experimentación destinada a la captación de voces paranormales, surgieron -según el informe de Bender- numerosas voces muy débiles, que solo pudieron ser interpretadas por Jürgenson, pero se grabaron otras que fueron percibidas por la mayoría de los presentes y parcialmente comprendidas. En el transcurso de otra grabación, en la que se utilizaron dos magnetofones Uher Report simultáneamente, se grabó una disertación de Jürgenson sobre el fenómeno de las voces. Una de las copias aparecieron algunas inclusiones psicofónicas. En una copia destinada al Instituto que regentaba Bender, surgieron nuevas voces en la cinta magnética. Posteriores análisis sobre el espectro de frecuencias, confirmaron la presencia de estas voces en la nueva grabación.
Esta primera fase de la experimentación realizada por Bender y su equipo, se limitó a analizar exclusivamente las voces registradas directamente en cinta magnética, excluyéndose las recogidas a través de la radio por existir mezclas de voces de emisiones normales con las presuntamente paranormales, pudiendo ocasionar confusiones. Las primeras conclusiones de este estudio apuntaban a la objetividad de los fenómenos, descartándose cualquier manipulación de las cintas o los equipos; o posibles confusiones o errores de interpretación.