Psicofonías 2 ª Parte
Continúan los experimentos
Las investigaciones del Instituto de Friburgo sobre el fenómeno de las voces, se vieron interrumpidas durante algún tiempo. Por aquel entonces, el fenómeno psicofónico cobró un protagonismo especial, generando gran expectación en todo el mundo.
Los experimentos con Friedrich Jürgenson y las voces se retomaron durante los primeros meses de 1970. Esta nueva fase se desarrolló en Nysund durante los días 3 y 8 de mayo de 1970, con la total y desinteresada colaboración de Jürgenson. Participaron en el experimento, las siguientes personas: el Dr. J.Keil, del Departamento de Psicología de la Universidad de Tasmania, El ing N. Lemke y su esposa, L Belanger y el propio Hans Bender. Los participantes se dispusieron alrededor de una mesa redonda, excepto Jürgenson que se quedó junto a su magnetofón (un Uher Report 4000).
Delante de cada uno de los participantes de la mesa, se dispuso un micrófono al que posteriormente se le agregó un pequeño tubo de cartón de 30 cm de longitud para orientar el sonido. Suspendido del techo, sobre la mesa, se colocó otro micrófono conectado al magnetófono de Jürgenson. El resto de los sensores estaban conectados a cada uno de los canales de otros dos magnetófonos; y todos ellos estaban unidos a través de cables de corta extensión (máximo 2,5 metros), de modo que no interfiriera ninguna señal de radio. Un último micrófono estaba conectado a un osciloscopio, de modo que se pudiese monitorear gráficamente cualquier sonido captado.
Como medida de precaución, las cintas magnetofónicas a utilizar -nuevas todas ellas- se rebobinaron sobre carretes metálicos, con el fin de eliminar cualquier carga de electricidad estática. El ingeniero Lemke rastreo toda la habitación con un receptor de radio especialmente acondicionado, con el fin de detectar emisiones de alta potencia que pudieran interferir en la experiencia. Las pruebas realizadas presentaron a esta posibilidad como excluida.
Resultados de las experiencias
Una vez creadas y verificadas todas las condiciones, se realizaron docenas de grabaciones con esta disposición. Al escuchar las cintas, se pudieron percibir inclusiones psicofónicas comprensibles para los presentes en 17 ocasiones.
El primer experimento realizado dio resultados positivos. Intercalada entre una conversación entre Lemke y Jürgenson, en la que estaban hablando sobre una antena, se podía oír una voz que decía "SO HO HO". La psicofonía era claramente audible en uno de los magnetófonos, mientras que en los otros la voz era mucho más débil. Una vez visualizado el contenido de estas sílabas se presentaba como una "S" sonora, seguida de la repetición de la vocal "O" en tres ocasiones. Según Bender, "La formación fonética de esta manera objetiva daba la impresión de un infantil intento de simular que se habla en chino y podía tener relación con una conversación anterior mantenida con Jürgenson".
Para la doceava experiencia, realizada el día 4, ya se habían colocado los tubos de cartón en los micrófonos. En el transcurso de la conversación, donde Bender había tomado la palabra, se pudo oír -en un hueco entre vocablo y vocablo- una voz que decía "CHAPPA". La inclusión fue observada en el osciloscopio, y captada con especial intensidad en el magnetófono que estaba unido al mismo y en el de Jürgenson. El resto de los equipos captaron la voz con una intensidad casi imperceptible.
Durante esa misma sesión, también intercalada en la conversación, apareció la palabra "RASMUS", pronunciada rápidamente. Aunque en un principio hubo diferencias de criterios sobre el contenido de la expresión, la reescucha y los análisis posteriores apuntan a esa interpretación.
Esta palabra fue captada con la mayor intensidad en el magnetófono de Jürgenson, no así en el resto de los equipos donde se registró débilmente. Paradójicamente, según relata Hans Bender en su libro "La parapsicología y sus problemas", Jürgenson era la única persona, de entre los presentes, para quien RASMUS no tenía ningún sentido. Bender interpreta estos hechos como la inclusión con mayores visos de paranormalidad de cuantas se realizaron con Jürgenson.
Las experiencias realizadas por Bender, así como otras realizadas en condiciones de control, nos van situando en la forma de manifestarse que poseen las voces, así como de sus características técnicas. Además de las que ya hemos señalado, Bender y sus colaboradores realizaron otras experiencias igualmente esclarecedoras.
El mismo día que se realizaron las anteriores experiencias, se acordó entre todos los participantes, guardar un minuto de silencio, para intentar captar sin ninguna interferencia sonora cualquier sonido paranormal. Esta pausa fue mantenida a rajatabla con el fin de evitar cualquier tipo de error.
La atención de los presentes se centró en la pantalla del osciloscopio, la cual acusó una inclusión cuando restaban 22 segundos para acabar el silencio acordado.
Al escuchar las cintas, todos coincidieron en afirmar que la voz se expresaba en inglés y que decía algo así como "Stop - as you like..." La voz continuaba expresando algunas palabras más, pero les resultó en un principio ininteligible. Luego de varias escuchas, se identificaron las siguientes palabras como "One pause". Según señaló Bender, a través de la comprobación gráfica se verificó que la palabra Stop fue pronunciada con acento americano, es decir con una "a" en lugar de la "o". Asimismo, la palabra "pause" se podía oír sin la "e" final y con las vocales "a-u".
Todas las cintas tenían las mismas características fonéticas, pero era bastante débil en el magnetofón situado junto al osciloscopio. Bender también otorga a esta inclusión un alto grado de paranormalidad por varias razones: Por una parte, considera improbable que alguno de los presentes, dado el estricto control de la situación y de las acciones de cada uno de los allí reunidos, y por el tipo de pronunciación de las vocales "a-u" en lugar de una "o".
Tampoco considera probable la captación de una emisión de radio fortuita, en buena medida por las comprobaciones previas realizadas en la sala de experimentación, y por la relación del contenido de la frase con la situación creada por los investigadores.
Por otra parte, ninguno de los presentes, ni siquiera Jürgenson, hablaba el ingles con el característico acento americano.
Las experiencias de los días subsiguientes dieron como resultado nuevas voces cuyo origen no fue explicado con tesis convencionales. Una de ellas se grabó el día 6 mientras se debatía sobre las sugestiones. En medio de la frase "Toda sugestión, como Uds. comprenderán -nein meine Freunde (no mis amigos)- es..." . Bender considera esta inclusión como presuntamente paranormal, al descartar cualquiera de las explicaciones convencionales.
En la sesión de grabación realizada el día cinco, Jürgenson identificó un total de 17 voces que se manifestaban en la misma cinta, pero el resto de sus compañeros de experiencia no se pusieron de acuerdo sobre ellas. En el resto de los días también se consiguieron nuevas voces, presuntamente paranormales, en las que Bender apuntaba la posibilidad de que las voces estuvieran relacionadas con la figura de Friedrich Jürgenson.
El trabajo de Raudive
Konstantin Raudive es sin duda alguna uno de los referentes más importantes en la divulgación de las voces paranormales en cinta magnética.
Al igual que Jürgenson, la vida Raudive fue un constante peregrinar por varios países de Europa. Estudió filosofía e historia de la Literatura en París y España, donde fue nombrado "Embajador del espíritu español" por su traducción al letón del emblemático "Don Quijote".
Sus estancias en Alemania y Suecia ampliaron su condición de políglota, lo cual se vería reflejado también en sus trabajos con las psicofonías, donde al igual que a Jürgenson- las "voces" le hablaban en varias lenguas.
Luego de sus trabajos en común, y por discrepancias de criterios, Raudive y Jürgenson continuaron sus trabajos cada uno por separado a partir del año 1969.
Por su parte, el investigador letón siguió realizando experimentos con las voces, utilizando una sencilla grabadora con la que realizó más de 100.000 registros. A veces, acoplaba a su magnetofón una radio, al igual que realizaba Jürgenson por indicación de las voces. Él estaba convencido que entre la banda de frecuencias que separa dos emisoras, resultaba más fácil el manifestarse a sus pretendidos interlocutores. Entre ellos, Raudive aseguraba identificar las voces de personajes como Carl Jung, Adolf Hitler o Wolfgang von Goethe.
Un disco con las voces
En el año 1969, se publicó una completa recopilación de los trabajos de Raudive, con el título de "Lo inaudible se hace audible", donde se ofrecía además una grabación con una selección de algunas de las mejores "voces" obtenidas durante su experimentación. Su libro puso en alerta a un buen número de escépticos, argumentando que las "Voces de Raudive" eran solo falsas interpretaciones de electricidad estática, el propio ruido de la cinta y le acusaron de confundir emisoras de radio con voces de espíritus.
Dos años más tarde, en 1971, una importante editorial inglesa se interesó por lanzar una traducción al inglés del libro de Raudive. Con el fin de realizar algunas pruebas científicas que ofrecieran credibilidad al fenómeno de las voces, se realizaron algunos experimentos promovidos por la editorial Colin Smithe, celosa de guardar su prestigio antes de arriesgarse a divulgar un fenómeno tan extraño.
Para el primero de estos experimentos, se convocó el 24 de marzo de 1974 a un grupo de profesionales del sonido en Gerrard’s Cross (Buckinghanshire). La supervisión de las pruebas estaba a cargo de las Pye Records Ltd, con el asesoramiento de los técnicos de sonido Ray Prickett y Keith Attwood. La compañía discográfica instaló una serie de dispositivos donde se intentaría captar emisiones radiofónicas, ruidos, etc.; a través de un gran despliegue técnico. Cuatro magnetofones captarían diferentes sonidos y se utilizaron diversos equipos protegidos contra emisiones espúreas. Como observadores se encontraban Colin Smithe, Peter Bander, Sir Robert Mayer y el propio Raudive. Los magnetofones grabaron durante 18 minutos, durante los cuales un medidor especial indicaba que algo estaba registrándose en las cintas, aunque los auriculares de monitoreo no indicaban nada.
Durante la reproducción del material grabado, los presentes no salieron de su asombro. Se habían registrado más de 200 voces, 27 de las cuales eran perfectamente comprensibles. Incluso Sir Robert Mayer creyó reconocer en una de ellas la voz de su amigo Arthur Schanabel, concertista de piano ya fallecido.
Aislados de las radiofrecuencias
El segundo de los experimentos se realizó tan solo tres días después del anterior. Esta vez fue en los estudios de la Belling & Lee, ubicado en Enfield. Este laboratorio estaba equipado con una pantalla de radiofrecuencia que impedía que cualquier tipo de onda electromagnética penetre en su interior. Supervisando la experiencia estaban Peter Hale, experto en este tipo de pantallas; y Ralph Lowelock. Ingeniero en física y electrónica. A pesar de las fuertes medidas de control, nuevamente se registraron voces claras. Tras estas pruebas, la editorial accedió a publicar el libro de Raudive.
Sin que la avalancha de críticas de los escépticos le hiciesen mella, Konstantin Raudive continuó desarrollando sus experiencias de obtención de voces, a la vez que trabajaba en su tesis del "mundo opuesto", que estaría unido al nuestro de modo que entre ambos se complementan.
Raudive aventuró además la hipótesis de que las almas de los difuntos que se encontraban en aquel "mundo", podían buscar una comunicación con el mundo de los vivos, y que las "voces" registradas en las cintas eran el resultado de esa comunicación. Raudive continuó con sus investigaciones hasta que falleció en 1974.
Además de sus libros, Raudive dejó un buen número de grabaciones en cinta magnética. Buena parte de este material se guardó en un gimnasio en Münster-Vestfalia-Alemania, donde se habilitó una sala dedicada a la memoria de Konstantin Raudive y su mujer Marina, encontrándose expuesto tanto el material documental como los equipos técnicos utilizados en sus investigaciones.