La percepción extrasensorial
La percepción extrasensorial es la relación no intencional de la conciencia y el subcontinente con el mundo, que permite adquirir información de la realidad exterior por medios diferentes a los sentidos conocidos, como la vista, tacto, olfato, gusto, oído, equilibriocepción y propiocepción, es una habilidad que capta diversas fuentes de información desconocidas por la ciencia.
Las percepciones extrasensoriales parecen generarse en el propio cerebro, todo parece indicar que la materia gris destinada al sentido de la vista o del oído, por ejemplo, ve y escucha por su cuenta las señales que le llegan de otras zonas del cerebro. De esta forma cada sentido puede percibir señales que no le llegan a través de su órgano correspondiente sino de la propia mente. Y con esto no quiero decir que estas percepciones se produzcan exclusivamente en el individuo y no le lleguen también de fuera de él. Si decimos que somos capaces de sentir, de ver y de escuchar a nuestra propia mente, también estamos diciendo que podremos ver, sentir y escuchar también señales del inconsciente colectivo, dimensión psicológica apenas explorada y de la que no conocemos sus límites.
De hecho, todas las personas tenemos algún tipo de percepción extrasensorial y no le damos apenas importancia. Pero, cuando no sólo se le da importancia, sino que se les presta especial atención, se pueden producir cambios importantes en la personalidad de los individuos. Una pequeña percepción extrasensorial puede cambiar toda una vida si el interés de la persona así lo propicia. Recordemos que el interés mantenido sobre algo puede cambiar el programa de selección de preferencias de nuestros cerebros, y algo muy insignificante puede cobrar prioridad absoluta si así lo queremos.
Ejercicios que ayudan a desarrollar la Percepción Extrasensorial
1. Primera Sesión:
Se comienza con un sencillo ejercicio de imaginación visual. En un estado profundo de meditación, te proyectas enfrente de tu hogar e imaginas que estás allí. Tomas nota de todo lo que ves antes de entrar por la puerta principal, para ubicarte en la sala. Ves esta habitación por la noche, con las luces encendidas y a la luz del día, con los rayos del sol que entran por las ventanas, estudiando todos los detalles que puedas recordar.
Luego tocas la pared y entras en ella. Examinas su interior, la luz, los olores, la temperatura y la solidez de los materiales. Cuando estás nuevamente fuera de la pared y frente a ella, cambias su color a negro, rojo, verde, azul, violeta y después le devuelves su color original. Levantas una silla, que carece de peso en esta dimensión y la estudias contra la pared, mientras cambias nuevamente su color.
Haces lo mismo con una sandía, un limón, una naranja, tres plátanos, tres zanahorias y una cabeza de lechuga.
¿Cuál es el sentido de esta sesión?
Simplemente dejar que la mente lógica ceda su lugar a la mente imaginativa. La mente imaginativa, fortalecida por esta serie de ejercicios de visualización, estará capacitada para más y al mismo tiempo se desarrollarán los poderes psíquicos, contenidos en ella.
2. Segunda Sesión:
A lo largo de la siguiente sesión, te proyectarás mentalmente dentro de cubos o cilindros de metal en los que examinarás la luz, el olor, el color, la temperatura y la solidez, todo a un ritmo lo suficientemente acelerado para evitar que interfiera la lógica.
Luego, examinarás un árbol frutal en tu pantalla mental, a través de las cuatro estaciones y después te proyectarás dentro de las hojas y los frutos.
El siguiente paso es la proyección dentro de una mascota. Examinarás a una mascota desde afuera sobre tu pantalla mental, cambiando los colores; luego entrarás mentalmente en su cerebro. Después de unos cuantos minutos de reconocimiento dentro de la cabeza de la mascota, emergerás para continuar examinándola desde afuera, concentrándote esta vez en el pecho. Penetrarás al pecho para examinar la caja torácica, la espina, el corazón, los pulmones, el hígado y volverás a salir.