Enigmas del Ectoplasma 2ª parte
En numerosas sesiones organizadas por los médiums rara era aquella en la que faltaba la manifestación fantasmal a través de lo que se denomina ECTOPLASMA. Esta sustancia es en principio aquella de la que se forman los fantasmas en sus materializaciones y que dejan como rastro de su paso "real" por nuestro mundo. Es una sustancia blanda y viscosa, maleable, desagradable al tacto y que proviene del más allá... Una definición más técnica la tomamos del libro referido de Oscar González Quevedo y en el cual se define el ectoplasma "un fenómeno de condensación de la telergía". Podríamos defender el término "telergía" como una fuerza psicofísica exteriorizada-, en el amplio sentido en que consideramos la telergía. En un primer estado de condensación la telergía no pasa de ser un fluido o pequeñísima radiación humana. En tal estado inicial de condensación, sólo es perceptible mediante técnicas y aparatos delicadísimos, siendo capaz de realizar muy poco trabajo. El ectoplasma se presenta prácticamente siempre con alguna finalidad: para realizar telekinesias o moldearse en distintas formas (a esto se le llama: ecto-colo-plasmia) de donde vino el sufijo "plasma".
Entonces a la condensación y exteriorización de telergía, más o menos moldeada o moldeable, se llama "ECTOPLASMIA". El ectoplasma puede exteriorizarse en cualquier parte del cuerpo del ectoplasta, al que está vinculado estrechamente. Dirigido por la psicobulia, el ectoplasma puede causar telekinesias (desplazamiento de objetos). Ectoplasmia o, concretamente, ectoplasma, deriva del griego "ectos" = fuera y "plasma" = cosa formada o modelada.
La Mirada Del Espectro
El gabinete en el que transcurrían las experiencias estaba iluminado por una débil lámpara roja. Surgían en primer lugar, alrededor de la cabeza de Kluski, unos vapores semejantes a una neblina. Al mismo tiempo, se observaban resplandores luminosos, similares, según Geley, a focos de condensación, dando la impresión de órganos invisibles. Aparecían puntas de dedos y trozos de caras. Una vez que todos estos vapores se habían condensado lo suficiente y organizado, se veían manos y caras del tamaño natural, bien formadas, que se situaban al lado del médium o sobre la cabeza de los asistentes. No sólo quedaron las materializaciones en caras, sino que también, en algunas ocasiones, pudieron observarse fantasmas visibles hasta las extremidades superiores. Geley describe estos rostros como poseyendo vida, y nos dice a este respecto que se fijaban intensamente en los experimentadores. Como la visibilidad que proporcionaba la luz roja era escasa, aproximaban unas pantallas luminiscentes de sulfuro de zinc a los rostros para examinarlos mejor. Otras veces, esto resultaba innecesario, ya que la propia aparición poseía luminosidad propia, resultando fácil observar sus rasgos y contornos.
Para Geley no cupo la posibilidad de fraude con este médium y argumentó que sólo eran posibles tres mecanismos para poner en marcha el trucaje de las caras:
- 1° «El uso de un colaborador». Posibilidad que quedaría descartada, ya que los asistentes eran experimentadores formados, previamente escogidos por él.
- 2° Ilusión producida en los asistentes por el propio rostro del médium más o menos transformado. Opinión improbable, ya que Kuskli permanecía en inmovilidad absoluta, y los controles establecidos no le permitían ningún desplazamiento.
- 3° Quedando como tercera hipótesis «el uso de máscaras». A este respecto nos argumenta el investigador: «Un engaño así requiere un artefacto que el médium, sujeto por ambas manos, no habría podido manejar. Aun sugiriendo que hubiese podido dejar libre alguna de sus manos, habría resultado insuficiente. Con toda probabilidad habrían sido necesarias ambas manos: una, para sostener la máscara; y la otra, para levantar y acercar la lámpara a la máscara.»
¿«Esculturas» Del Más Allá?
Descartadas todas las hipótesis, el fraude parece muy difícil con este dotado. Todavía más si se tienen en cuenta los vaciados de parafina que realizaron sus ectoplasmas, en condiciones de control muy rigurosas, y que según notables expertos en esta materia fueron calificados de irreprochables. El experimento consistía en lo siguiente: se colocaba una cubeta de agua caliente sobre la que se vertía una capa de parafina fundida de color azulado. Una vez que se producía una materialización, esta se sumergía en la cubeta y depositaba el molde obtenido en las manos de los investigadores.
Geley describe así los movimientos de estos fantasmas: «Aquellas manos estaban iluminadas por puntos luminosos en las extremidades digitales. Se paseaban lentamente ante nuestros ojos; se sumergían en la cubeta de parafina; chapoteaban una fracción de minuto y volvían a salir sin perder su luminosidad; por último, dejaban, el molde aún caliente en una de mis manos.»
También en experiencias posteriores se le añadió a la parafina azulada otra sustancia incolora, el colesterol, que sometida a la prueba del ácido sulfúrico toma el color rojo. Este control se estableció para eliminar la hipotética probabilidad de que Kluski trajese los moldes preparados de antemano, ya que conocía a lo largo de las sesiones que la parafina utilizada era azulada. Con todos estos controles, los moldes obtenidos contenían colesterol. Se obtuvieron vaciados de siete manos y uno de un pie, así como el vaciado de la parte inferior de un rostro. Los vaciados poseen las características anatómicas de manos de adultos; aunque por su pequeño tamaño, recuerdan a las manos infantiles. El dictamen emitido por vaciadores profesionales, tales como Gabrielli, Barettini y Guido Marchelli artistas modeladores, han demostrado que dichos vaciados son de primera operación, tomados de órganos vivos y no de segundos vaciados, lo cual excluye la posibilidad de obtención de los mismos por medio de sustancias solubles, preparadas para tal efecto. Los mencionados modeladores realizaron numerosos intentos, por medios artificiales, tales como guantes de cuero, etc., para obtener moldes similares a los que realizó Kluski, resultándoles imposible encontrar un mecanismo artificial que pudiese explicar la obtención de los vaciados.
Les asombraba, sobre todo en algunos moldes de manos, la posición tan difícil en que aparecían colocados los dedos. Fueron incapaces de explicar este fenómeno y declararon que les resultaba imposible comprender cómo habían sido conseguidos los moldes.
Los Procesos Del Fantasma
En el mundo de la parapsicología, aun hoy en día, no se ha superado el terreno de la hipótesis, y no se ha encontrado ninguna que sirva para explicar las materializaciones. Lo único que podemos apuntar como características que se repiten en el campo de las materializaciones, a lo largo de la historia de esta fenomenología, es lo siguiente:
- 1° El ectoplasma surge del cuerpo del médium, permaneciendo unido a él mediante una especie de cordón umbilical.
- 2° En un principio no es visible. Poco a poco surgen unas nubes vaporosas, que a veces se acompañan de fenómenos de luminiscencia y telequinesia.
- 3° La masa vaporosa es de color blanquecino; lentamente se organiza, pudiendo observarse formaciones de miembros en la mayoría de los casos; si bien, en médiums muy potentes, la organización se realiza muy rápidamente, y surge la materialización completa, sin haberse llegado a observar los apartados 1, 2, 4 (caso de Katie-King).
- 4° Al igual que se organizan los miembros corporales, se conforman los vestidos y demás ropajes que constituyen la indumentaria del fantasma.
- 5° En muchas ocasiones, la materialización posee autoiluminación.
- 6° El espectro es reabsorbido por el cuerpo del médium en trance, desapareciendo por consiguiente la materialización, ¿Por qué se produce? ¿Qué mecanismos pone en marcha el dotado? ¿Poseemos todos la capacidad de producir fantasmas? Son preguntas que hoy, todavía, no tienen respuesta.