Engaños sensoriales: Las alucinaciones 2ª parte
Las alucinaciones en la vida diaria
Las alucinaciones han sido consideradas normalmente como uno de los síntomas más comunes y significativos de los trastornos mentales, y más en concreto de la esquizofrenia. Sólo desde hace algún tiempo se ha empezado a investigar su asociación con otro tipo de trastornos, ya sean de origen psicótico como los trastornos maniacos y afectivos, ya sean de origen biológico como, por ejemplo, los fallos sensoriales que dan lugar a una privación sensorial (diversos daños auditivos o visuales), las variaciones fisiológicas (fiebre, falta de comida o de agua y las variaciones en los niveles extremos de estimulación) y las alteraciones producidas por tratamientos médicos (alteraciones endocrinas, vasculares), así como problemas en el sistema nervioso central (daños en estructuras de los lóbulos frontales o temporales, deterioro del córtex temporal, etc.). Por otra parte, también se ha comenzado a investigar su incidencia en poblaciones normales, retomando las ideas surgidas de los estudios de Galton sobre la ausencia de asociación con los trastornos mentales. De manera que los fenómenos alucinatorios están relacionados con una amplia gama de situaciones y de poblaciones.
Alucinaciones y edad
Estas se dan desde la más temprana edad hasta la vejez, pasando por la adolescencia y madurez de los individuos.
En la adolescencia y la madurez, las referencias a fenómenos alucinatorios es constante. Los principales cuadros patológicos se desarrollan durante estos periodos de la vida (esquizofrenia, depresiones. Etc.) Y en muchos de ellos, así como en los de mayor incidencia en la población, uno de sus síntomas son las alucinaciones en sus distintas modalidades.
Variaciones fisiológicas.
Entre otras causas que pueden causar las alucinaciones, se encuentran las alteraciones fisiológicas producidas por falta de alimento líquido o sólido, junto con la insuficiencia de descanso. A todo ello hay que añadir los niveles extremos de estimulación sensorial externa (por ejemplo una gran cantidad de imágenes o sonidos, o la ausencia de estos). Ante una reducción de la estimulación (sensorial o social), se produce un incremento de la frecuencia de percepciones aberrantes, incluyendo alucinaciones.
Diversas investigaciones señalan que las alucinaciones vienen emparejadas con una gran diversidad de tratamientos y condiciones médicas (accidentes cardiovasculares, enfermedad del legionario, hemodiálisis, operaciones a corazón abierto, síndrome alcohólico, etc.).
Incidencia de las alucinaciones en las poblaciones
La incidencia de las alucinaciones en poblaciones normales parece ser mayor de la esperada. Así West en 1.948 encontró, sobre una muestra de 1.519 personas, que un 14,3% de los mismos habían experimentado alguna vez alucinaciones. En un estudio similar McKellar (1.968) con 500 personas señaló que 125 de ellas afirmaban haber sufrido alguna vez experiencias alucinatorias.
Como resumen de lo dicho podemos decir: que las alucinaciones se asocian a una gran diversidad de trastornos orgánicos, de conducta y sociales y por otro lado, la influencia que en este fenómeno tienen toda una serie de variables que podríamos llamar ambientales y que, en muchos casos, pueden ser causa del mismo.
¿Como explica la Parapsicología estos fenómenos?
¿Qué ocurre en nuestra mente para interpretar que un objeto imaginado por nosotros no es imaginado sino que, por el contrario, lo estamos viendo o escuchando?.
Existen distintas teorías científicas que han intentado explicar, con mayor o menor éxito, por qué llega a ocurrir este tipo de problemas de atribución. Entre ellas cabe destacar la teoría de la monitorización de las fuentes.
Según sus planteamientos, en nuestra mente existe un mecanismo psicológico encargado de establecer la procedencia de lo que somos conscientes. Este mecanismo psicológico está formado por una serie de procesos que actúan normalmente sin que nosotros tengamos conciencia de ello.
La información que recibimos del mundo exterior a través de nuestros sentidos, bien sea visual o auditiva, tiene una serie de propiedades que las hace distinta entre si. Cuando escuchamos las noticias en nuestra emisora de radio favorita, la información que llega a nuestra ente a través de nuestros oídos nos permite saber, por ejemplo, si es una mujer o un hombre quien comenta la noticia; en cambio, cuando vemos las noticias de TV no solo sabemos si es un hombre o una mujer quien nos esta narrando la crónica sino que además conocemos su atuendo y si ha tomado el Sol o no. Igualmente, lo que pensamos o lo que imaginamos tiene unas propiedades, es decir, nosotros nos imaginamos nuestra casa ideal de una determinada forma. Todas estas propiedades específicas de lo que vemos, oímos, imaginamos o pensamos nos permite caracterizar nuestras percepciones y establecer, mediante un proceso psicológico de juicio, su procedencia al comparar sus características.
Parece ser que las personas que sufren fenómenos alucinatorios tendrían alterado el mecanismo psicológico encargado de establecer el origen de nuestras percepciones. Investigaciones recientes, realizadas por el autor, con pacientes que sufren este fenómeno, han revelado que esta clase de pacientes tienen mayores dificultades que otras personas para establecer la procedencia de sus percepciones imaginadas o pensadas. En concreto, estas personas tendrían a interpretar sus propios pensamientos y objetos imaginados como percibidos por sus sentidos, normalmente como algo visto u oído. El origen de esta tendencia se encontraría en una incapacidad para extraer las características que conducen, mediante un proceso psicológico de juicio, a atribuir una representación mental como procedente de nuestra imaginación o pensamiento
Las alucinaciones en los estados alterados de conciencia
Solemos creer que el mundo en que vivimos está compuesto de cuerpos físicos individuales-animados e inanimados- cuyos límites están netamente definidos. Nuestros sentidos -la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto- parecen confirmar que, por lo menos a nivel físico, nos hallamos separados de todo lo que podemos observar. Por otra parte, esta diferencia entre nosotros y el resto del universo parece ratificar nuestra soberanía, autonomía y singularidad.
No obstante, los datos que nos proporciona la investigación sobre la consciencia realizada en los últimos años parecen señalar por el contrario, que las fronteras físicas son más que ilusorias, deberíamos empezar a considerar que quizás se trate de una construcción de nuestra mente en nada diferente a la ilusión refrescante y burbujeante del oasis que aparece ante la atónita mirada del sediento viajero que atraviesa el desierto.
Según decía Einstein: "El ser humano forma parte de una totalidad, llamada por nosotros "Universo",una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Cada ser humano experimenta a si mismo, a sus pensamientos y a sus sentimientos como algo separado del reto en una especie de ilusión óptica de la conciencia".
Es decir, cuando entramos accidentalmente o de forma buscada, en lo que denominamos Estado alterado de conciencia, parece ser que los límites entre la realidad y lo físico no están tan claros, siendo este un espacio de tiempo en donde dicen conectar con el mundo arquetípico, mitológico, astral, inconsciente colectivo,; siendo este también quizás, donde al parecer parecen estar almacenadas nuestras fobias, anhelos más profundos, creencias, etc…
Durante este espacio de tiempo donde el consciente es rebasado por el inconsciente o subconsciente, (no necesariamente hay que estar dormidos), se suelen dar "alucinaciones", que el testigo cree a pies juntillas que son reales, sobre todo debido a que este no se ha dado cuenta del paso del consciente al inconsciente, bajando las ondas cerebrales hasta los 7 u 8 hertzios en su frecuencia.
Las alucinaciones más corrientes son: Personas fallecidas o aún en vida, figuras de Dioses o Demonios, seres vestidos de forma parecida a monjes, animales demoniacos, sombras o entidades que parecen transmitir algún mensaje y ser inteligentes, personajes del comic, sillas danzantes, objetos volantes circulares (posible imagen arquetípica que indica la perfección el "rotumdum"), vacío supracósmico (algunas personas que han podido tener la visión de este tipo de vacío indican que intuyen que es de este lugar en donde se origina toda la vida), visiones del futuro o el pasado o de otros posibles mundos, humanoides de diferentes tipos, etc….
Y todos nos preguntamos ¿se trata realmente de alucinaciones? ¿si se trata de alucinaciones, qué las origina o cual es el mecanismo que nos hace ver unas imágenes determinadas y no otras?.......
A pesar de los adelantos técnicos que ha conseguido nuestra civilización, no ha podido ser capaz de contestar dichas cuestiones, esto demuestra el estado real en donde realmente estamos, ya que hemos dejado atrás nuestro conocimiento interior (físico, moral, etc.) Para preocuparnos solo de los logros materiales.
Estamos de acuerdo que pueden ser alucinaciones, pero ¿no puede tratarse de un mecanismo para contactar con otros mundos y sus posibles ocupantes, o quizás alguna forma de abrir nuestra conciencia a otros conocimientos, que todos buscamos fuera y que quizás pudiéramos encontrar más fácilmente buscando en el interior de nuestra mente?..........
¿Está en el subconsciente grabado el mecanismo para el cambio, material, espiritual, moral y vibracional de nuestra mente, sociedad, cuerpo y espíritu? ¿no serían entonces esas imágenes que llamamos alucinaciones los fonemas de un lenguaje que se activaría según el recorrido de nuestra mente o civilización, para llevarnos por un mejor camino?...........