Lista de herramientas mágicas
Tierra:
Disco, bloque de madera tallado (denominado a veces pentáculo o utilizado como base para su símbolo), martillo, piedras, arcilla, cuenco de barro, sal, arena, hacha de doble cabeza, escudo, rueda, collar, maza, raíces, tambor, bronce, arco, pieles o pellejos de animales, mazo.
Agua:
Taza, cáliz, caldero, cuerno vaciado, cuenco, jarra, copa, anillo, barril, tridente, cualquier líquido frío, tonel de vino, plata, escudo convexo, tetero, conchas, hoz.
Fuego:
Vela, hogar de chimenea u horno, athams/espadas (o cualquier hoja de metal forjada con fuego), vara, hierro, piedras rojas o naranjas, pica, claymor, cerillas, pedernal, cenizas, antorcha, pulsera, disco solar (cruz equilátera dentro de un círculo), escoba, oro, lanza, lazo, látigo, fusta.
Aire:
Palo, tridente, estaca, athams/espadas, vara, pluma, incienso, onda, claymor, pica, hacha de doble cabeza, daga/puñal, lanza, jabalina, pendientes, escoba, instrumentos de viento, látigo, fusta, pincho, cuerno de carnero, quemador de incienso, abrecartas, lápiz/bolígrafo, lazo, abanico, pipa, cobre, flecha.
Los nombres de algunas herramientas, incluso las que se usan habitualmente, pueden generar cierta confusión entre los nuevos brujos. Es muy importante comprender sus funciones y su simbolismo. Hay cinco en particular que necesitan ser explicadas más ampliamente: el atham, la escoba, la hoz, el cáliz y la vara.
ATHAM:
El atham es una hoja de doble filo que nunca se usa para cortar superficies físicas. Tradicionalmente tiene un mango de madera pintado de negro, aunque muchos brujos prefieren decorar la madera natural a su gusto con pinturas, tallas o marcas de fuego. Son fáciles de conseguir, ya que el mercado está inundado por todo tipo de athams decorativos, algunos con finos trabajos de artesanía realizadas por paganos en épocas astrológicas favorables. Para conseguirlos puede remitirse a algunas publicaciones Wicca/paganas.
El atham ha sido tradicionalmente considerado una herramiento de aire, pero en algunas tradiciones está asociado al fuego. Su función es la de dirigir la energía, especialmente la del elemento con el que está vinculado. También simboliza el principio masculino de la creación durante la celebración ceremonial del Gran Rito, que conmemora el enlace sagrado entre el Dios y la Diosa.
Para algunas brujas, el atham es su herramienta más valiosa, por lo que la utilizan para realizar una gran variedad de acciones ceremoniales y mágicas, como la bendición de los vinos rituales, atraer las energías divinas para los ritos de evocación/invocación, dirigir todas las energías mágicas de la persona o trazar el círculo sagrado.
El atham puede cargarse con energías mágicas que serán utilizadas cuando sean necesarias. Los mitos y leyendas de los héroes y deidades del Oeste europeo ilustran con frecuencia el uso de esta herramienta mágica. Uno de los ejemplos más conocidos puede encontrarse en las leyendas del ciclo artúrico. La célebre espada Excalibur está cargada con el poder que permitirá a Arturo gobernar su reino. Este sólo llega a ser rey cuando consigue extraer la espada mágica de su amplia base de piedra, que representa el principio creativo femenino (esto es, la Madre Tierra).
ESCOBA:
Es la conocida habitualmente como "escoba de las brujas", que combina los aspectos creativos masculino y femenino. El palo de este instrumento simboliza el falo, mientras que las cerdas representan el monte de Venus, que guarda en su interior la abertura de los órganos reproductores femeninos.
La escoba tiene una dilatada historia como herramienta mágica, especialmente en los conjuros de fertilidad. Eran utilizadas por las mujeres que, subidas a ellas como a caballos de madera, invocaban el crecimiento sobre los campos recién plantados; de ahí procede la típica imagen de las brujas de Halloween volando en sus escobas. Asimismo, mientras se marcaba a los animales con el fuego ritual, eran golpeados con escobas para favorecer la reproducción del ganado. Su simbolismo sexual también las convierte en un instrumento natural para sellar los ritos matrimoniales. La imagen de los miembros de una pareja pagana "saltando sobre una escoba" tras intercambiar sus votos conyugales es muy conocido incluso en las culturas más convencionales.
Tradicionalmente, las escobas se han colocado debajo de las camas con fines mágicos para pedir tanto protección como fertilidad, y han permanecido cerca de los hogares y las puertas como medida de amparo y salvaguardia. Asimismo, dos escobas cruzadas impiden a los espíritus y personas no deseados penetrar en el área que protegen.
Las escobas también se han utilizado para alejar las energías negativas o terrenales de una zona sagrada, así como para, una vez creado el círculo protector, atraer las energías positivas hacia el interior de la casa. En la Irlanda del siglo XVII, una mujer llamada Alice Kyteler fué condenada por bruja porque un vecino la vió de noche barriendo la puerta de su casa mientras entonaba un hechizo para atraer la prosperidad a su hogar.
Si quiere utilizar una escoba para sus rituales mágicos, consiga una que sea de su agrado y úsela sólo para ese cometido. No escoja la de barrer la casa; una escoba ritual no debe usarse en ese mundanal sentido, ya que correría el riesgo de perder todos los poderes mágicos que haya acumulado en ella. Si alguna vez la utiliza para barrer el suelo de su cocina, debe ser como parte de sus actividades mágicas.
HOZ:
La hoz ha sido una herramienta muy popular en las tradiciones mágicas gardneriana e inglesa, pero es poco conocido en muchas culturas del norte de América. Consta de un mango blanco y una hoja curvada que le dá la apariencia de las hoces convencionales pero en formato pequeño. Se emplea básicamente para recolectar hierbas y plantas mágicas, pero en ocasiones se utiliza en rituales lunares.
Su hoja curvada es un símbolo de las fases creciente y menguante de la Luna, por lo que está considerada como un instrumento de energía femenina. Se suelen utilizar en una ceremonia conocida como "Invocación de la Luna", en la cual se invoca a la Diosa lunar para manifestarse en el cuerpo físico de una bruja, por lo general una sacerdotisa. Con menos frecuencia se emplean para dirigir las energías en otros rituales lunares.
CALIZ:
El cáliz es una copa o vaso con pie, con frecuencia de plata, que está estrechamente asociado con las energías del agua y de la Diosa. Simboliza arquetípicamente el útero de la Gran Madre del que hemos nacido todos y al que debemos regresar para esperar nuestro renacimiento. Excavaciones arqueológicas en la India, han hallado evidencias de que estos cálices ya eran usados en cultos a la Diosa que datan del 7000 a. de C.
En las leyendas del ciclo artúrico se puede leer como el rey Arturo y sus caballeros partieron en busca del santo Grial, el cáliz utilizado por Jesús durante la Ultima Cena (que era, en realidad, el seder o comida ceremonial que celebraba la pascua Judía). El cáliz ha sido una de las muchas herramientas-imágenes-ritos del paganismo adoptados por la religión cristiana en la época en que los Padres de la Iglesia no lograron erradicar su uso entre la gente del pueblo. El Grial todavía es considerado un símbolo de la Diosa, y la obsesión por encontrarlo puede proceder de una antigua creencia celta según la cual un rey necesita una reina, una representante de la Madre Tierra, para legitimar su función.
En muchas tradiciones celtas, se han utilizado calderos como sustitutos o complementos de los cálices, con idéntico simbolismo.
VARA:
Las varas son herramientas a modo de palo que pueden estar hechas con una gran variedad de materiales. Algunas están realizadas con ramas de árbol, otras son de plata o cobre, con una piedra o cristal en su extremo, mientras que otras están elaboradas con piezas de madera o de desguace y decoradas a gusto del usuario. Son instrumentos de energía masculina, y han sido considerados tanto de aire como de fuego. Se utilizan para dirigir las energías y, como el atham, se emplean con un gran número de funciones mágicas, entre ellas el trazado del círculo.
Las varas son símbolos del poder de las brujas para mediar entre los mundos visible e invisible. Reinas y reyes medievales solían ser retratados portando un cetro, otra especie de vara, como símbolo de su poder y soberanía.
Muchas brujas tienen varias varas. Unas pueden ser de sauce para los rituales lunares, otras de roble para los de fuego, y otras de manzano para los hechizos amorosos. Los adeptos a una tradición celta pueden poseer hasta trece varas diferentes, una para cada mes lunar en su calendario arbóreo.
Una variante de las varas es el báculo, una ancestral versión que desempeña las mismas funciones simbólicas y de la relación con los elementos.