Limpieza y consagración de herramientas Wicca
Cuando queremos utilizar una piedra o una vela para un ritual o un hechizo en particular o cuando vamos a utilizar por primera vez nuestras herramientas mágicas, lo primero que debemos hacer es una limpieza y una consagración del objeto que utilizaremos. Consagrar una herramienta no significa que ya está dedicada a la brujería, además las herramientas deben ser utilizadas con el conocimiento que merecen, la gratitud de los Dioses y el respeto que debemos a todo lo aprendido para usarlas. Antes de consagrar un material debemos limpiarlo de energías.
Pero aún antes de eso debemos hacer una limpieza física del objeto, cuidando de corregir cualquier defecto de manufactura que encontremos, así como suciedad o polvo que pudiera tener acumulado. Mientras hacemos esto, debemos visualizar toda la energía negativa que pudiera poseer el objeto. Otra cosa que debemos hacer, en una noche de luna llena, es la limpieza con los 4 elementos: fuego (una vela), aire (el humo de una vara o cono de incienso), tierra (sal consagrada) y agua (también consagrada).
Lo más importante en cualquier herramienta, es cargarla de energía positiva, ofrecerla a los Dioses, tocarla para transmitirle tu calor, tu energía, cargarla de ti misma, pasarla por los 4 elementos y decir en voz alta una oración.
Todo en la Wicca es personal, libre de cada uno, pero lo inmovible es siempre la ofrenda a los Dioses y trabajar los 4 elementos para una consagración completa.
Una vez que esté libre de energías negativas, podemos pasar al siguiente paso, que es la consagración ritual. Podemos consagrar las herramientas dentro del Círculo Mágico o frente a nuestro altar. También en un bosque, una playa, en un balcón a la luz de la Luna o cualquier lugar que nos haga sentir cómodos, y que mejor que en uno que nos haga sentir en contacto con la naturaleza.
El lugar y la fecha de consagración puede ser cualquiera que sea importante para nosotros: nuestro cumpleaños, nuestra festividad favorita, en la fase de Luna llena, etc. No es necesario consagrar todas las herramientas juntas, podemos hacerlo conforme las vamos consiguiendo. Una buena manera es colocar lo que vayamos a consagrar sobre el pentáculo, y tocándolo con nuestra mano hábil o proyectiva, y utilizando el nombre de la herramienta y su material de construcción, decimos, una oración como la que sigue:
"Te consagro, (el nombre de la herramienta a consagrar)
para limpiarte y purificarte,
para servirme dentro del círculo.
En el nombre de la Diosa Madre y el Dios Padre
estás consagrada/o.
Otra manera de consagrar nuestras herramientas es, después de una limpieza física, hacerles una, que son, como ya hemos comentado:
Fuego (una vela lo representa)
Aire (una varilla de incienso lo representa)
Tierra (sal consagrada la representa)
Agua (agua consagrada la representa)
Trazamos el círculo mágico para hacer nuestra limpieza en un espacio sagrado. Llamamos a los Guardianes de los Elementos. Llamamos a los Dioses. Tomamos la herramienta o la vela o lo que vayamos a consagrar y la pasamos primero por la llama de la vela y decimos:
"En el nombre del Dios y de la Diosa,
con el elemento fuego yo te voy a limpiar,
y así toda suciedad y nagatividad de tí voy a eliminar.
Pura y limpia por este elemento has quedado,
Por los Dioses así queda decretado."
Una vez hecho esto, pasamos a consagrar cada herramienta, ubicándola previamente sobre el pentáculo; la tocamos con nuestra mano hábil, mientras utilizamos el nombre de la herramienta y su material de construcción y decimos:
"Yo te consagro...(herramienta)
pues purificada/o y limpia/o estarás
porque dentro del círculo tú me servirás.
El Dios y la Diosa así lo han decretado,
por eso ahora quedas consagrado."
Luego cargamos la herramienta, la vela o el utensilio que consagramos de la siguiente forma:
“Por los Antiguos, la Diosa y el Dios, estás consagrado
con las virtudes y energías del sol, la luna y las estrellas, te baño.
por los poderes del fuego, el aire, el agua y la tierra, te cargo
y que a través tuyo obtenga todo lo que he deseado.
Dioses antiguos, carguen esta herramienta con sus poderes sagrados.”
Cerramos el círculo mágico despidiendo a los Dioses y a los Guardianes.
Otra manera de consagrar las herramientas es encendiendo una vela, después encender incienso. Formar el círculo. Colocar la herramienta a consagrar en el pentáculo o poner un plato de sal. Tocar con el dedo índice derecho la herramienta que se está consagrando y decir:
"Te consagro (nombre de la herramienta a consagrar) para que te limpies y purifiques, y de este modo me sirvas dentro del círculo de piedras. En nombre de la Diosa madre y del Dios padre estás consagrado".
Hay que transmitir energía proyectiva en la herramienta, limpiándola de oda negatividad y asociaciones pasadas, Después hay que levantarla y rociarla con sal, pasarla a través del humo del incienso, por la llama de la vela y rocíala con agua, llamando a los espíritus de los elementos para que la consagren. Luego levantar la herramienta hacia el cielo diciendo:
"Te consagro por los poderes antiguos; por la Diosa y el Dios omnipotentes; por las virtudes del Sol, la Luna y las estrellas; por los poderes de la tierra, el aire, el fuego y el agua, que obtendré todo lo que deseo a través tuyo".
Después hay que cargar las herramientas, frotándolas en un único sentido y visualizando cómo adquiere nuestra energía; asperjamos con sal, pasamos por sobre el humo del incienso, por la llama de las velas (o por sobre ellas), y luego asperjamos con agua, llamando cada vez a los espíritus de cada elemento para consagrarla. La herramienta debe ser utilizada de inmediato para fortalecer y ligar la consagración. Por ejemplo, el athame puede ser utilizado para consagrar otra herramienta; una varita para invocar a la Diosa, el pentáculo puede ser el lugar para colocar una herramienta durante su consagración.