Festividades Wicca: Mabon
Mabon es la fiesta wiccana que corresponde a una de las ocho festividades anuales celebradas por esas tradiciones espirituales, y que hace referencia al Equinoccio Otoñal, el cual tiene lugar el 23 de septiembre en el Hemisferio Norte. Astrológicamente el sol entra en el signo de libra, marcándose así el equinoccio de otoño, siendo el día y la noche de igual magnitud.
Esta fiesta también conocida como " Tiempo de Cosecha ", " El Banquete", " Día de Acción de Gracias", o simplemente Equinoccio Otoñal, es un ritual para dar gracias por los frutos que la tierra ha concedido y el reconocimiento de la necesidad de compartirlos para asegurar las bendiciones de la Diosa y el Dios durante los meses invernales. Los campesinos europeos, festejaban Mabon el 25 de septiembre, luego de la incursión de la iglesia católica, esta fiesta es cristianizada la celebración bajo el emblema del arcángel Gabriel (Michaelmas), iniciando su celebración la noche anterior.
Entre los Sabbats, es el segundo de los tres festivales de cosecha, precedido por Lammas y seguido por Samhain. Mabon no era un auténtico festival antiguo. Hay una pequeña evidencia de que el Equinoccio Otoñal era celebrado en las culturas celtas, mientras que en las culturas anglosajonas era conocido como "haleg-monath" o " mes sagrado". El Dios se prepara para morir y la Diosa pasa a ser la Anciana pero, en su interior, ya es la Doncella y lleva la semilla del Dios, que renacerá en Yule. Celebra la naturaleza dual de la vida y la muerte. Pasado y futuro están unidos.
Históricamente, en la Wicca Tradicional Gadneriana, esta festividad se llama sencillamente Equinocio de Otoño o Equinocio Otoñal, ya que en realidad el nombre de Mabon fue implantado en los años 70 por Aidan Kelly, miembro de la Golden Dawn. Este caso no es el único en cuanto al acuñamiento de nombres para los Sabbats, Iolo Morganwg (Edward Williams) acuñó para Mabon el nombre Alban Elfed que se usa dentro del Neodruidismo.
El día y la noche son de igual duración pero el equilibrio se inclinará hacia el invierno, la oscuridad, inactividad y la decadencia. Es el equinoccio de otoño, es la terminación de las cosechas iniciadas en Lughnasadh. Nos preparamos para la ausencia del Dios. Están igualadas las fuerzas masculinas y femeninas de la Naturaleza.
Mabon es considerado el día de gracias de los magos y las brujas, es el momento de compartir los frutos de la cosecha, símbolo del esfuerzo de todo un año. Pedir por los que ya se han ido y agradecer todas las bendiciones de la Diosa. Es un tiempo mágico en el que las hadas comienzan a acercarse a la tierra y los buenos vecinos comparten la cena con nosotros.
En la Rueda del Año, Mabon es un tiempo para descansar del trabajo duro, es un tiempo que nos obliga a reflexionar sobre lo que hemos hecho, también es un tiempo ideal para el aprendizaje, para la lectura y la preparación personal e interna, con todo lo que hemos aprendido en la primera parte del año. La lectura y el aprendizaje serán las prioridades para llenar nuestros corazones con verdades y palabras que digeriremos en estos días de calma y retraimiento obligado, debido al mismo clima.
Nunca deben iniciarse hechizos o trabajos en ésta época debido a que no cuentan con la luz para llegar a buen fin, solo se deben hacer rituales de agradecimiento por los frutos recibidos. Es también época de observar lo que nos dice la naturaleza, al soltar sus hojas al morir un poco cada vez, para renovar su vida. Recordándonos que, para volver a nacer, hay que morir. Debemos tirar lo viejo, analizar que queremos renovar, de que nos queremos deshacer, que nos estorba en nuestra vida para mejorar.
Hay diferentes versiones sobre el origen de Mabon
Para algunos el nombre de Mabon proviene del Dios Celta de la cosecha que se prepara para morir y en esta noche mágica se despide de su padre entregándole los últimos frutos a Madron, la gran madre de la tierra. Los Druidas le llamaron "Mean'n Fo'mhair" era una fiesta en la que se honrraba a los árboles, al Green Man (el espíritu del bosque) y a la Diosa de Avalon, Morgana. Se hacían ofrendas de sidra y vino a la trierra y se danzaba en el bosque para agradecer los frutos que nos alimentarían durante el invierno.
Otros dicen que a partir de Mabón, el Dios de la luz es vencido por su gemelo, el dios de la oscuridad; es el momento en que la noche conquista al día. Mientras se mueve la rueda del año, nos preparamos para un funeral. El Dios, quien nació de la diosa en Yule pasado, es ahora un hombre maduro, todavía fuerte en su intelecto pero atrapado en un cuerpo que se debilita.
Sabe que va a morir en Samhain y mira con nostalgia su vida pasada. Se prepara para dejar su cuerpo físico y comenzar la gran aventura en el mundo de lo no visto hacia la renovación y renacimiento. La diosa se compadece del sol que se debilita aunque el fuego de su propio ser quema dentro de su vientre, esperando renacer en Yule.