Ki de las 9 Estrellas
El conocimiento chino está pleno de sabiduría basada en el estudio de la naturaleza y su comportamiento acorde con los astros y los cambios manifestados por ellos; observaciones que los llevaron a desarrollar diversas pero efectivas escuelas o sistemas aplicados a obtener un óptimo desarrollo para el hombre en la Tierra.
Este sistema de astrología se desarrolló en China, donde se conocía como Chiu. Kung Ming Li, y es probablemente una de las más antiguas formas de predecir el futuro a través de los astros. En los últimos cuarenta años ha crecido su popularidad y su aplicación, sobre todo en Japón y actualmente en Occidente.
Este sistema se originó por la creencia de que la astrología surge de lo más profundo del cosmos por medio de nueve estrellas, denominadas Ki de las nueve estrellas. Los límites de este origen cósmico están en las estrellas Vega y Polaris. Vega representaba el final del espectro: frío, invierno y la energía pasiva de la luna, mientras que Polaris se asoció con el sol y la energía activa del fuego; ambas relacionadas con las energías yin y yang del universo, respectivamente.
Entre estas dos estrellas se encontraban las siete estrellas de la constelación de la Osa Mayor. Éstas, al girar entre Polaris y Vega, actuaban como un compás señalando una distinta estación durante el año. Este concepto es el punto de origen o partida para la astrología del Ki de las nueve estrellas; su estudio se basa en el movimiento de estas nueve estrellas y su influencia sobre cada ser humano con base en su año de nacimiento y el que está transcurriendo.