El Feng Shui en los Alimentos
En la tradición oriental, la energía chi es la energía universal, aquella que fluye en el aire, los planetas, animales, los alimentos, todos los objetos y los seres humanos. El milenario arte del Feng Shui se basa en que todo tiene energía de vida chi. El Feng Shui busca el balance entre el ser humano y su medio ambiente con el fin de lograr la abundancia y el bienestar en todos los niveles de la vida. Su objetivo es mantener el chi saludable y armónico.
Cada alimento tiene energía chi propia, determinada por su forma, textura, color, clima, suelo y la forma en que creció o se cultivó. Por ejemplo, la zanahoria que crece debajo de la tierra, tiene más energía chi que la calabaza que crece por encima. Este principio se aplica de igual manera al pescado y a la carne. En realidad, siempre que consuma un alimento véalo como una forma de energía ya que eso es lo que estará ingiriendo.
Los alimentos con mayor cantidad de energía son los llamados “vivos”; entre ellos, las verduras, frutas, los cereales integrales, frijoles y las semillas. Por el contrario, los alimentos procesados absorben el chi de la fábrica lo que provoca la pérdida del chi vital. Estos alimentos son llamados “alimentos muertos”.
Asimismo, algunas carnes y pescados conservan parte del chi negativo como consecuencia de haber vivido encerrados y luego matados. Por ello, lo recomendable, si desea consumir carnes y pescados, es que ingiera productos orgánicos, de crianza libre y aquellos que eviten todo tipo de trato cruel. Así también fomentará el chi positivo del entorno y mejorará la salud. Lo mismo para los productos derivados de los animales, como pueden ser lácteos, la mantequilla, huevos aunque no sean considerados muy ‘puros’. Lo ideal es que no abuse de ellos, con mesura todo.
El chi está compuesto de dos tipos de energía: el yin y el yang. El yin es la energía pasiva que estimula la reflexión, la creatividad y la relajación. El yang es la energía activa que promueve la actividad y el progreso. Así de opuestos son de independientes pero a la vez obran reciprocamente entre sí, y necesitan estar balanceados.
También existen otros factores que influencian y alteran la energía chi de los alimentos y su equilibrio yin/yang, como ser, su forma, color, textura y la manera en la que se preparan y cocinan.
Al cambiar la forma, cortando los alimentos en trozos pequeños, aumenta el yin, y si los licua, el yin aumentará aún más. Por otro lado, cuánto más cocine los alimentos, el yang es el que toma fuerza.
La fórmula es sencilla; cuánto más natural sea el producto, más ‘vivo’ y beneficioso será el chi. No se olvide del origen del alimento y del entorno donde creció.
La meta del Feng Shui es equilibrar estas energías, no sólo a través de las del entorno, sino también a través de las de los alimentos que consumimos.
Para dirigir su salud hacia un lugar más saludable y armónico, cree la combinación más balanceada de yin y yang de acuerdo a su tipo y necesidades. Por ejemplo, un exceso de yin puede llevarlo a la depresión sin razón aparente, mala circulación, retención de líquidos, poca energía, entre otros. Por otro lado, un exceso de yang, puede tornarlo más agresivo acarreándole dolores de cabeza, constipación e insomnio, entre otros malestares.
Como regla general recuerde que los alimentos yang son los que producen calor, y los que contienen mayor cantidad de grasas y proteínas (carne, huevos, pescado). Mientras que los alimentos yin son más refrescantes, contienen más líquido y son más dulces (frutas, yogur, verduras). Para lograr un balance, combine los alimentos equilibradamente. Sin embargo, si necesitara balancear ya sea el yin o el yang, incremente aquel que necesite más.
Los alimentos que consumimos producen actitudes y reacciones en nosotros, éstos se catalogan dentro del principio yin/yang del balance y la armonía perfectos.
En el caso de personas de temperamento demasiado relajado, tranquilo, pacífico, amable y sensible es importante consumir alimentos como vegetales de raíz, granos, frijoles, pescado, huevo, carne y alimentos salados, condimentados y picantes. También alimentos fritos o asados para balancear su energía personal y evitar la inseguridad y la depresión. Aquellas personas de temperamento confiado, alegre, entusiasta, ambicioso y competitivo se sugieren alimentos como vegetales verdes, tofu ( queso de soya ), ensaladas, frutas, líquidos, alimentos dulces y agridulces así como alimentos preparados al vapor o frescos para balancear su energía personal y evitar la irritabilidad, el enojo y el reaccionar agresiva y violentamente.
Aquellos alimentos que van a fortalecer nuestro corazón, el timo y nuestro intestino delgado son el trigo, centeno, avena, lentejas, chícharos, ejotes, vegetales verdes, pimientos verdes, brócoli, frutas cítricas, pollo y aquellos alimentos de color verde.
Los que van a fortalecer el hígado, el sistema nervioso, los músculos, los ligamentos y los tendones son los frijoles, algas marinas, cerezas negras, cerezas azules, uvas moradas, sandía, pescado y todos los alimentos de color oscuro.
Los que benefician al pancreas, bazo y estómago son maíz, endivias, mostaza, tomates, escalopas, fresas, cerezas, duraznos, barbacoa, borrego y camarones así como los alimentos de color rojo.
Para mejorar los pulmones, sistema nervioso autónomo, intestino grueso y la piel se recomiendan frutas dulces, nueces, atún, pez espada, aves y alimentos amarillos o de colores térreos.
Referente a los riñones, la sangre, la vejiga, el sistema inmunológico así como los órganos y hormonas sexuales son favorables el arroz, frijoles de soya, tofu ( queso de soya ), cebollas, nabos, rábanos, coliflor, col, peras, pavo, apio, carne de res y los alimentos de color blanco y tonos pastel.