Cristos y vírgenes negros
De origen desconocido y sumidas en un aura de leyenda, las imágenes de los cristos y las vírgenes de tez morena generan una devoción cada vez más extendida. conozca las extrañas historias que las rodean. Los Cristos Negros constituyen una antigua tradición presente, tanto en América, como en España.
De origen desconocido, todos tienen un aire de leyenda y su devoción crece día a día. El culto cristiano tiene una larga historia de concepciones, iconografías y formas diversas, entre las cuales sorprende ésta, en la que pervive aún el misterio: el culto a los Cristos Negros. Aquí nos ocuparemos de develarlo para ustedes. Cristos negros en América
En el “nuevo mundo” hay dos Cristos Negros muy populares.
El mítico Portobelo
La devoción religiosa del Cristo Negro de Portobelo es una de las más populares en la República de Panamá. Su origen se remonta a los tiempos de la colonia, hacia el siglo XVII; sin embargo, no está determinado con precisión. También se desconoce cómo llegó la imagen a la zona. No obstante, los habitantes del lugar relatan dos leyendas sobre su origen mítico.
La caja y la tormenta: algunos cuentan que, cada vez que un barco se dirigía a Cartagena de Indias e intentaba zarpar de Portobelo, se desataba una violenta tormenta. Entonces, se veía obligado a regresar. En el quinto intento, estuvo a punto de naufragar y la tripulación decidió aligerar la carga: tiró por la borda una enorme y pesada caja. De esa forma, el barco pudo zarpar sin inconvenientes. Se dice que en esa caja había un Cristo Negro y que desde entonces habita la ciudad.
La caja y la Epidemia: otra de las leyendas habla de la milagrosa cura de una epidemia de cólera. Unos pescadores encontraron en el mar una caja. En su interior, estaba el Cristo Negro. Decidieron colocarlo en la iglesia. Y fue, entonces, a partir de la ubicación del Cristo Negro en la parroquia que la epidemia acabó.
Pero, no todo acaba allí, la devoción por el Cristo Negro de Portobelo ha trascendido el país y, actualmente, existen diferentes réplicas de su imagen en muchos templos de América. Lo llaman “El Santo de los Cantantes de Salsa”, y son varios los artistas de este género que le han dedicado canciones.
Esquipulas, sede de la fe
El Cristo Negro de Esquipulas se encuentra en la Basílica de esa misma ciudad, en Guatemala. Se dice que es negro debido a que, a lo largo de más de 400 años de veneración, la madera en que fue tallado, de por sí oscura, ha adquirido una tonalidad semejante a la piel morena de los habitantes.
La fiesta patronal de Esquipulas se celebra el 15 de enero, fecha en que la ciudad se llena de fieles. Es también cuando llega la mayor cantidad de peregrinos provenientes de los países vecinos. Cuenta la historia que, tras la conquista, los misioneros católicos iniciaron el trabajo de evangelización de los pueblos originarios. Entonces, ya en el siglo XVI, encargaron una imagen de Jesús crucificado al escultor portugués Quirio Cataño, quien vivía Guatemala. Se dice éste esculpió la imagen en madera oscura para que el Cristo crucificado se pareciese a los habitantes de Esquipulas. Sin embargo, otras voces afirman que la estatua fue originalmente realizada en tonos claros, y que los años de exposición al humo de las velas y las manos de los fieles fue lo que le proporcionó ese tono oscuro.
Los Cristos negros en España
En uno de los países católicos por excelencia y, además, de menos densidad de población negra, también se da la presencia de Cristos Negros. Veamos cuál es el más popular y hermoso.
El Cristo Negro de Cáceres
En el norte de Extremadura, España, también se venera a un Cristo Negro. La estatua se encuentra en la parroquia Santa María La Mayor de Cáceres, donde habitualmente concurren gran cantidad de fieles. Sin embargo, el momento más importante de este Cristo Negro se da en Semana Santa, más precisamente, el Miércoles Santo. Entonces, la estatua recorre la ciudad para admiración de los fieles. El paso denominado “del Cristo Negro” es uno de los más esperados, destaca su austeridad y seriedad. Dicen los participantes que en ese momento se siente algo especial y muy poderoso, y que un aura de silencio y paz invade a los fieles. Es que la imagen es imponente: una hermosa talla en madera negra de perfectas dimensiones y preciso acabado.
Según los estudiosos, tan magnífica estatua fue realizada en el siglo XIV, por autor hasta ahora desconocido, pero de gran capacidad, dado que los detalles del Crucificado son perfectos. Además, es una obra con un notable conocimiento de anatomía. En lo referente a su lugar de origen, se barajan distintas posibilidades. Algunos afirman que pudo ser traída de distintos lugares de Europa, tales como Castilla, Alemania o, incluso, Italia.
Otros señalan a Pablo de Colonia como posible autor del Cristo Negro, un exquisito artista que realizó interesantes trabajos en el Monasterio de Guadalupe, entre otros lugares.
Según dicen varios autores, la imagen fue realizada en madera originaria de África, muy ligera. Además, podría contener en su interior objetos introducidos por su autor; pero nada de esto ha sido comprobado. Acerca del color negro del Cristo, se han esgrimido muchas teorías. La más popular lo atribuye al humo de las velas.
Ciertamente, esta teoría no tiene ningún asidero. Muchas imágenes similares sufrieron el mismo proceso y no quedaron igual. Por ejemplo, las vírgenes sometidas a un mismo trato sólo tienen las manos oscuras o parte del rostro; mientras que en este caso es toda la imagen. Por tanto, lo más probable es que haya sido esculpido en madera oscura.
Las vírgenes negras
Las llamadas “Vírgenes negras” son imágenes de la Virgen María cuya piel es, desde ligeramente morena, hasta, en algunos casos, de un negro oscuro como el ébano. Se les rinde culto en diferentes países de Europa y América. Muchas de las imágenes de Vírgenes negras surgieron en la época medieval. Se supone que su origen se remonta a la era precristiana, pues los antiguos celtas representaban a la Madre Tierra como una joven mujer morena.
Así también, en las grandes religiones americanas precolombinas y en numerosas mitologías africanas, aparece la imagen de la “Virgen negra” como símbolo de fertilidad, prosperidad y protección hacia mujeres y niños. Le decimos a qué advocaciones de María puede alzar sus ruegos, según las diferentes Vírgenes Negras conocidas en todo el mundo.
La devoción a las vírgenes negras
Si bien existían deidades de piel morena antes del cristianismo, el sincretismo religioso cristiano-pagano logró que, en el Viejo Mundo, las Vírgenes negras se elevaran a los altares como representación de María, madre de Jesús. Cuando la conquista española abarcó gran parte de América, las Vírgenes negras fueron muy veneradas, ya que los nativos la identificaban con la Pachamama o Madre Tierra. Tal vez, por esta fuerte mezcla de creencias o por tener la piel morena como los aborígenes, es que aún hoy son objeto de devociones especiales también en América.
La aparición de las imágenes
Uno de los grandes misterios que rodean a la Santísima Virgen es su inesperada aparición en forma de estatuilla o imagen grabada indeleble. Por lo general, esas figuras son encontradas por personas humildes y de corazón puro. Lo más curioso es que, en la mayoría de los casos, las imágenes permanecen en un sitio y, si se las cambia de lugar, vuelven a reaparecer adonde estaban originalmente, como señal que es allí a donde la Virgen desea que erijan su lugar de culto. Algunas de esas experiencias místicas las enumeramos aquí.
Nuestra Señora Aparecida
Es la Patrona de Brasil y se la venera en la ciudad de Aparecida, en el estado de San Paulo, al suroeste de Brasil. La basílica es imponente y puede albergar hasta 75.000 personas. La aparición de esta Virgen es considerada un hecho milagroso. Fue encontrada en las aguas por unos pescadores que estaban preocupados pues no había pesca. A partir del hallazgo, los peces abundaron en el lugar. La Virgen multiplicó sus milagros y, muy pronto, la pequeña capilla que se había erigido en su nombre fue reemplazada, primero, por una capilla más grande y, finalmente, por la basílica.
Nuestra Señora de los Ángeles
Aunque es la Patrona de Costa Rica, el Papa Juan Pablo II la declaró: “Protectora de los católicos de América”. Esta advocación de la Virgen se venera también en México, Estados Unidos, Nicaragua y otros países. En Argentina, es patrona de la ciudad de Clorinda, en la provincia de Formosa. La imagen de la Virgen con el niño fue hallada por una joven en el año 1636, sobre una roca. Se la llevó al párroco del lugar y éste la guardó en una caja. Al día siguiente, volvió a ser encontrada sobre la roca. Esto se repitió hasta que, finalmente, se erigió una ermita en el lugar adonde estaba la piedra. Su figura está compuesta por tres diferentes piedras: grafito, jade y roca volcánica. Los arqueólogos quedaron perplejos al analizarla, pues es casi imposible que esas tres piedras puedan encontrarse fusionadas entre sí.
La Santísima Virgen de la Cabeza
Esta Virgen, Patrona de Jaén (España) tiene un origen maravilloso. Un pastor, al cual lo aquejaban dolencias severas, se vio atraído por unas luces que observaba por las noches sobre un monte. En el año 1227, decidió escalar el cerro y en una gruta encontró una pequeña imagen de la Virgen, quien además le habló y le solicitó que se erigiera una ermita en ese sitio. El pastor se curó de su dolencia y, a partir de ese milagro, logró que le creyeran lo sucedido. Poco después, fue construido el santuario en el Cerro del Cabezo.
La Virgen de Montserrat
Conocida popularmente como “La Moreneta”, es la Patrona de Cataluña (España). Según cuenta la leyenda, fue encontrada alrededor del año 900 en una cueva de la montaña del mismo nombre. La hallaron unos pequeños pastores y la imagen tenía tal peso, que resultó imposible trasladarla. Debido a ello, el obispo decidió construir en ese lugar la ermita de Santa María. La imagen es una talla realizada en madera de álamo por lo que es realmente misterioso el peso que se le atribuye. Existen réplicas de la Virgen de Montserrat en: Perú, Guatemala, Colombia, El Salvador, Venezuela, Brasil y México. i