Corrientes esotéricas: Rosacruz
La Orden de la Rosacruz es una sociedad secreta de místicos que se supone fundada en la Edad Media por Christian Rosenkreutz. Algunas organizaciones esotéricas, denominadas órdenes, que usan rituales relacionados con la francmasonería, reivindican ser las herederas de la legendaria Orden Rosacruz, dada a conocer públicamente en el siglo XVII.
Los Rosacruces son hombres y mujeres que, a través de sus estudios, descubren la íntima armonía que existe en todo el Universo, del cual son parte, y manifiestan el poder que les confiere dicha armonía. Descubren que el Universo existe por un propósito bien definido y que cada uno de nosotros tiene un papel particular que desempeñar en el vasto escenario universal.
Los símbolos asociados a la Orden de la Rosacruz son combinaciones de una o más rosas decorando una cruz. Junto al símbolo puede aparecer un triángulo doble o una estrella. La rosa o la cruz pueden estar adornadas con símbolos cabalísticos o alquímicos, e incluso por símbolos egipcios. Esta cruz con una rosa representa al ser humano completamente evolucionado, al Maestro de la Existencia.
Según los propios rosacrucianos, la Orden Rosacruz perpetúa la sabiduría de los Rosacruces de todos los tiempos los cuales, durante siglos, han enseñado a quienes siguen sus enseñanzas a desarrollar sus facultades superiores, así como a comprender la relación que hay entre los Seres Humanos, el Cosmos, las Leyes que lo rigen, y Dios, cualquiera que sea el nombre que cada uno le dé, o como sea que cada cual lo conciba, para que, por medio de la sabiduría que vayan adquiriendo en nuestra Orden centenaria, sean conscientes de que todo ser humano puede llegar a ser aquello que debe ser, y obtener aquello que debe tener, sin ninguna clase de limitaciones, y todo ello por medio del estudio graduado de las enseñanzas Rosacruces.
Los rosacruces creen en una inteligencia cósmica que crea una sabiduría humana que puede llevar a los hombres y mujeres a las cumbres de la perfección personal. Todo esto implica un panteísmo decidido y claro, un dios impersonal que no es más que parte del universo. Para la Orden de la Rosacruz el mundo y todas las cosas son "emanaciones" de la inteligencia cósmica.
Esta corriente esotérica cree en la reencarnación "la reencarnación de las almas, escribe uno de sus doctores, como ley exacta de justicia es generalmente aceptada como una verdad, así como la salvación no es otra cosa que la liberación del alma de sucesivas encarnaciones"... En la filosofía rosacruz "nos encarnamos en mejores hombres, progresando siempre hasta nuestra total liberación, o salvación..."
Organización
Cada jurisdicción está bajo un "Imperator", que cuenta con el consejo de un Supremo Concilio y da cartas de constitución a las logias y los capítulos por el nombramiento de un alto oficial como miembro del Concilio Internacional Rosacruz: Este organismo constituye el supremo poder orientador de la organización mundial.
Historia
La Orden de la Rosacruz no es un movimiento filosófico de reciente creación, se cree que se remonta a las Escuelas de Misterios del antiguo Egipto. Como su nombre sugiere, estas Escuelas agrupaban a los místicos iluminados, que se reunían periódicamente para estudiar los misterios de la existencia. Estos místicos aspiraban a una comprensión mejor de las leyes naturales, universales y espirituales.
Las iniciaciones a los Misterios egipcios incluían una fase última en la que el candidato experimentaba una muerte simbólica. Tumbado en un sarcófago y mantenido por procedimientos místicos en un estado de consciencia intermedio, le era dado experimentar una separación momentánea entre su cuerpo y su alma. Esta separación tenía como objetivo mostrarle que era un ser doble. Al haberlo experimentado, ya no podía dudar de que el hombre posee una naturaleza espiritual que está destinada a reintegrarse en el Reino Divino. Una vez hecha la promesa de no revelar nada de esta iniciación y de haberse comprometido a seguir el sendero del misticismo, era gradualmente instruido en las enseñanzas más esotéricas que ningún mortal pueda recibir
Desde Egipto, la Orden se propagó a Grecia especialmente por intermedio de Pitágoras y luego a Roma. En la época de Carlomagno (742-814), gracias al filósofo Arnaud, se introdujo en Francia y después en Alemania, Inglaterra y en los Países Bajos. Durante los siglos siguientes, los alquimistas y los Templarios contribuyeron a su extensión en Occidente y en Oriente. La frecuente falta de libertad de conciencia, hizo que la Orden tuviera que ocultarse adoptando diversos nombres, y llevando a cabo sus actividades bajo secreto. Sin embargo, nunca cesó en sus actividades, perpetuando sus ideales y sus enseñanzas, participando en el progreso de las artes, y las ciencias.
En el siglo XVII es cuando la Orden sale de su anonimato a partir de la publicación de tres Manifiestos impresos en Alemania y en Francia. Estos tres Manifiestos, que mezclan relatos a la vez históricos y alegóricos, fueron redactados por un Colegio de Rosacruces eminentes: “el círculo de Tübingen”.
En 1693, bajo la dirección del Gran Maestro Johannes Kelpius, colonos Rosacruces embarcaron hacia el Nuevo Mundo. A principios de 1694, desembarcaron en Filadelfia y se establecieron allí. Bajo el impulso de estos Rosacruces europeos nacieron también numerosas instituciones americanas y el mundo de las artes y de las ciencias conoció un progreso sin precedentes en los Estados Unidos. Personajes eminentes como Benjamín Franklin (1706-1790) y Thomas Jefferson (1743-1826) estuvieron en estrecho contacto con la obra rosacruz de este país.
¿Qué enseñan los Rosacruces?
Si acudimos a la orden de la Rosacruz y preguntamos por sus enseñanzas, esto es lo que responden: “Los Rosacruces enseñan una filosofía de vida que tiene una aplicación práctica para la mejora de la vida de cada uno de nosotros, y también para poder ayudar a otros a vivir mejor.
Todos nosotros poseemos un caudal inmenso de energías y de potencias que habitualmente desconocemos, pero que, si sabemos sacarlo a flote y aplicarlo debidamente, nos permitirá llevar una vida plena y digna de ser vivida, queriendo decir con esto una vida llena de realizaciones.
En el plano físico, capacitándonos para encontrar nuestra verdadera vocación y nuestra misión en la vida.
En el mundo mental, aprovechando el inmenso potencial de la mente y liberándonos de tensiones, conceptos erróneos y enfermedades mentales que, de una forma sutil o violenta, envenenan nuestro vivir y nos privan de la paz interior.
Esta filosofía de vida enseña, sobre todo, la fusión con los principios espirituales cósmicos, que capacitan a la persona para comprender el propósito de la Creación y poder sentir, así, la presencia permanente del Creador de todas las cosas, el Supremo Arquitecto del Universo, el Dios de nuestro corazón, que cada uno sentimos y comprendemos según nuestra capacidad.”
Temas que se investigan
- - Nuestra misión en la vida.
- - El Cosmos y su relación con nosotros.
- - El cuerpo, cómo dominarlo y mejorarlo.
- - La Mente Humana y sus procesos de raciocinio.
- - Mejora de nuestros poderes mentales.
- - Enfermedades psicosomáticas, cómo vencerlas.
- - Programación positiva de la mente.
- - Alquimia mental.
- - Las Leyes Kármicas.
- - Principios de curación metafísica.
- - Cómo concentrar y utilizar la energía interior.
- - Proyección de la consciencia a lugares y tiempos lejanos.
- - Principios espirituales elevados.
- - Los Maestros Cósmicos, Guías de la Humanidad.
- - Capacidades creativas de la mente.
- - Principios de transmutación interna.
- - La Mente Cósmica, cómo acceder a ella.
- - Los Archivos Akhásicos.
- - El retorno al reino perdido.
- - La reintegración de los Seres.
- - Simbología, lenguaje espiritual.