Qué son las Runas
Las Runas son 24 símbolos del más antiguo alfabeto conocido entre las tribus nómadas de Escandinavia y el Norte de Europa. Han sido encontradas talladas en rocas y en pequeñas fichas de madera o piedra. Además de su uso como lengua escrita, sus caracteres individuales fueron usados para adivinación, ritos y hechizos.
Por eso son utilizados dentro del ocultismo, con el objeto de realizar rituales de Adivinación. Se considera que son poseedores de una misteriosa magia, capaz, no solo de ver el futuro, sino también de modificarlo. Pueden ser utilizadas tanto como herramientas de adivinación como alfabeto. Este conjunto de símbolos son similares a los del Tarot. La palabra Runa quiere decir secreto o misterio, viene del nórdico antiguo: Runa.
En un principio este alfabeto fue usado por los pueblos ubicados en Europa septentrional, 2.000 años a.C. y fue transformándose a medida que los celtas invadieron otros pueblos del continente. Hacia el año450 a.C, quedó conformado como se conoce actualmente, por 24 letras y un símbolo en blanco. Cada letra fue adquiriendo un significado muy parecido a los arcanos en relación con el Tarot y era usado como sistema adivinatorio por los guerreros líderes que buscaban conocer los eventos que pudieran ocurrir en las batallas.
Además, las runas buscan penetrar en la imaginación para canalizar y organizar lo que la persona necesita lograr en términos de sus objetivos, metas o sueños. Es decir, procuran reacomodar procesos energéticos y potenciar momentos de buenas circunstancias o, por el contrario, bloquear los que estén mal influenciados.
Una lectura de runas es un mapa de algo que es probable que suceda, dada la orientación del consultante en el mundo en el momento de formular la pregunta. No es un absoluto. Las runas nunca han de emplearse como un medio para ganar dinero rápido o tratarlas como un divertido juego de la Ouija.
La tradición considera que este lenguaje fue dado directamente por los dioses y por lo tanto revela todos los secretos del cosmos. Como en todos los oráculos, se tiene la idea de que los espíritus hablan al hombre por medio del alfabeto labrado en estas piedras. Las inscripciones rúnicas más antiguas encontradas datan de alrededor del año 150, y a grandes rasgos, el alfabeto fue reemplazándose por el latino con la cristianización, alrededor del año 700 en la Europa central y al finalizar la época vikinga, alrededor de 1100, en Escandinavia.
Sin embargo, el empleo de runas persistió en Escandinavia hasta entrado el siglo XX, especialmente en la Suecia rural, empleándose especialmente en la decoración con runas y en los calendarios rúnicos. En tiempos antiguos, las runas se echaban mediante un proceso sencillo y directo. Cortaban una rama de un árbol frutal y la dividían en trozos pequeños que marcan con los signos rúnicos. Luego los esparcían al azar sobre una tela blanca.
Un sacerdote o el jefe de la casa rezaba a los dioses y, mirando al cielo, recogía los trozos uno por vez y los interpretaba de acuerdo con los signos marcados en ellos.
En el siglo XX resurgieron formas de adivinación rúnica ligadas en principio a la aparición del Neopaganismo germánico, y varios ocultistas inventaron formas de adivinación nuevas, e incluso sistemas de runas de nuevos, aunque generalmente inspirados en las runas en los alfabetos históricos.
Es frecuente en los sistemas de adivinación actuales utilizar runas grabadas en fichas de loza, guijarros, vidrios o piedras pulidas. Usando las runas históricas o inventando otras, como la runa en blanco del sistema Ralph Blum.