Otros dioses del panteón Yoruba 2ª parte
Los fundamentos de la religión Yorubá pueden rastrearse en los inicios de la historia africana y lo que actualmente conocemos es un compendio o sincretismo de varios cultos regionales que se han ido fundiendo a través de las distintas corrientes de invasiones y conformaciones de estados.
La nación Yorubá tiene sus inicios en la fundación de la ciudad estado de Ile Ife, y al transcurrir los siglos esta fue expandiéndose hasta absorber los pequeños reinos y estados que la rodeaban.
Así, al panteón original de Ile Ife fueron sumándose distintas deidades locales de las naciones circundantes. Según las tradiciones yorubas, Ile Ife fue fundada por un mítico rey llamado Oduduwa, denominado también Obalufe (Rey del pueblo de Ife) y de acuerdo con Ademola Iyi-eweka investigador de la cultura Edo (benin), probablemente Oduduwa sea el mismo Ekaladerhan, un príncipe Edo que escapó de la ciudad de Benín (en Nigeria)a la muerte de su padre para refugiarse en Ilè-Ifè.
Sus hijos y descendientes formaron una dinastía de reyes que fueron divinizados y posteriormente transformados en Orisha. Como en las tradiciones griegas antiguas, los Orishas fueron seres mortales que, por alguna razón, devinieron seres divinos, deidificados por su pueblo en virtud de actos notables en vida; de hecho, la semejanza entre las leyendas griegas y yorubas son numerosas.
Es de mencionar que casi todos los Orisha fueron en vida reyes de la nación yorubá, grandes guerreros y reformadores de la civilización. En cuanto al dogma y doctrina, la religión tradicional tiene sus pilares en la creencia en la reencarnación, en la evolución espiritual de las almas y el descanso final de las almas en Orun (plano o mundo espiritual).
Orì, la porción o destello de divinidad que habita en todo ser y que reside en la cabeza, es previo conocedor de su destino y es quien elige dónde y cuándo ha de reencarnarse; al nacer el niño, Ori ocupa su lugar, dándole fuerza a Awa (el alma, que, como en otras religiones, es el soplo de vida y fuerza vital del ser).
Una vez vivo el ser, comienza a desandar el camino para cumplir con su destino, camino que puede ser alterado por las osogbo [fuerzas negativas] o irè [suerte o fuerzas positivas]. Dentro de la religión yoruba es fundamental el sistema adivinatorio, que es utilizado para descubrir el destino del consultante, qué inclinación presenta (hacia iré o hacia osogbo) y qué agrados o sacrificios se pueden realizar para corregir esas inclinaciones.
Oshosi.- Deidad Justiciera. Es un Osha del grupo de Orisha Oddé, comúnmente llamados Los Guerreros. Este grupo lo conforman Eleguá, Oggún, Oshosi y Osun. Es uno de los primero Orishas y Osha que recibe cualquier individuo. Vive en el monte y generalmente se le invoca en las copas de los árboles. Es el cazador por excelencia. Nos trae la justicia a nuestras vidas y hace que salgamos bien de las operaciones quirúrgicas.
Es el pensamiento que es capaz de trasladarse a cualquier sitio o a cualquier tiempo y capturar o coger algo. Está simbolizado por las armas a partir del arco y la flecha y está relacionado especialmente con Oggún. Se le considera mago y brujo. Su nombre proviene del Yoruba Osóssí (Osó: brujo Sísé: hacer trabajo Sí: para), literalmente "El que trabaja con brujería".
Con él vive Oggun su compañero inseparable. Conocedor de todos los pájaros, su predilecto es el loro, al que mima; diestro en el manejo de todos los palos, bejucos, árboles, plantas y hojas, mantiene una estrecha relación con médicos y sanadores.
Las ceremonias dedicadas a Ochosi suelen hacerse en la mañana, al aire libre, pues su casa es el monte y ama la libertad; aunque, según religiosos de respetable criterio, también tiene la cárcel por morada. Curtido por el sol y el viento, viste un gorro de piel de tigre o leopardo y lleva sobre su espalda un carcaj de idéntico material.
Sus atributos y herramientas son tres arcos, tres flechas largas y tres cortas, tres lanzas, un machete, cuatro escudos, dos perros, dos pulseras de metal retorcido, instrumentos relativos a la caza y piezas alegóricas, como tarros de venado y trofeos de cacería. Dicen unos dicen que sus tonos son el lila oscuro, el verde y el negro, en tanto otros aseguran que son suyos el color ámbar y el azul oscuro.
Su número es el tres y habla en el Diloggún por el dos. Las ofrendas que se le hacen -legumbres, yuca, pescado, chivo, gallo, codorniz, tabaco en todas sus modalidades: seco, verde o en flor- han de colocarse sobre una mesa cubierta por un mantel de color azul y coral, adornada con pieles de animales.
Ochosi es el mejor de los cazadores. Sin embargo, anteriormente no era así ya que la espesura del monte impedía que sus flechas llegaran a las presas. En su desespero, le consultó a Orula, quien le recomendó que hiciera ebbó. Problema similar tenía Oggún, quien no podía hacer con rapidez los trillos en el monte debido a su espesura, este orisha también le consulto a Orula quien le dió igual recomendación que a Ochosi.
Pero Ochosi y Oggún eran enemigos porque Echú había sembrado cizaña entre ellos y así, sin quererlo, coincidieron ambos en el monte cada uno a realizar su ebbó. Sin darse cuenta, Ochosi dejó caer su ebbó sobre Oggún, que estaba recostado en un tronco.
Luego de una fuerte discusión se sentaron a conversar y mientras hablaban pasó a lo lejos un venado. Rápido como un rayo, Ochosi le lanzó una flecha y Oggún abrió un trillo con su machete y en menos de lo que canta un gallo ambos estaban frente al animal, muerto por la flecha de Ochosi. Muy contentos los dos compartieron el animal.
Desde ese momento convinieron en que eran necesarios el uno para el otro y que separados no eran nadie e hicieron un juramento en casa de Orula. Es por ello que Ochosi, el cazador, siempre va con Oggún, el dueño de los metales. El número de Ochosi es el 3 y sus múltiplos. Su color es el azul y sus collares se confeccionan de cuentas azul y coral alternadas o en otros casos de 7 azules y 7 amarillas. En el sincretismo se compara con San Norberto (6 de Junio).
Osain.- Es uno de los Orishas más importante porque sin Osain, no habría forma de realizar correctamente las ceremonias. Debe participar en todos los rituales y ceremoniales ya que todas las ceremonias involucran algún tipo de verbalismo. Conoce todos los misterios y poderes de las plantas, palos y bichos del monte. Un día apareció en la tierra, por eso no tiene padre ni madre.
Él es la personificación de la naturaleza vegetal. El "dueño" de la vegetación, plantas medicinales y todas las hierbas con Ashe mágicos y curativos, y todas las plantas y árboles. Una de sus orejas es más grande que la otra, la que recibe las peticiones, es pequeña. Sólo tiene una mano, una pierna y un ojo. reside en una calabaza con cuatro plumas colgando por encima de las ollas de arcilla que contiene una asombrosa cantidad de herramientas y objetos.Un caparazón de tortuga también debe estar cerca.
Supuestamente Osain mantuvo en secreto sus hierbas medicinales y mágicas en un güiro grande o calabaza colgando de un árbol en el bosque. Generalmente, se le encuentra en las noches en los parajes solitarios. Cuando alguien le escucha identifica su plática como gangosa. Es el Padrino de Shangó y siempre lo protegió en sus contiendas guerreristas. Su poder es amplio y es excelente protector de quién lo posee.
Con los conocimientos de Ossain se salva la vida y fortalece para la guerra, aleja la muerte. Es médico, dueño y sabio de todos los secretos de la naturaleza. Es conocedor de todas las plantas, animales y minerales. Es un Orisha adivino. Todos los Oshas y Orishas tienen un Ossain, como también lo tienen los Odun del oráculo de Ifá y las circunstancias de la vida. Hay que contar con él para cualquier consagración, ya que en éstas siempre hay que usar hierbas y plantas.
Quienes se juran en Ossain se denominan Ossainistas y estos deben conocer todas las propiedades de los Ewes y los cantos sagrados utilizados para hacer los omieros en el Yoko Osha. Es una de las energías más importantes de la Osha, pues está presente en los Yoko Osha, Ebbós, comidas del Orisha o simplemente al lavar collares. Los Ossainistas pueden ser de ambos sexos, pero las mujeres deben esperar hasta la menopausia para recibirlo y participar de sus ceremonias. Es el que custodia los tambores Batá. Sus hijos son llamados Adajunshe.